sábado, 21 de julio de 2012

La Obesidad no es un problema de educación

El cardiólogo Valentin Fuster comenta en esta noticia que la Obesidad es un problema de educación y habla de unos programas psicoeducativos en niños que han dado buen resultado en Colombia y se van a trasladar a España. Esta visión de la obesidad encaja con el modelo estándar, "el mantra oficial" que dice que la obesidad se corrige con dieta y ejercicio y que el que no lo consigue es un vago y un glotón y hay que estigmatizarlo.


Este modelo está fracasando en todo el mundo, casi la mitad de las mujeres americanas ( y una cuarta parte de los hombres) están haciendo dieta  y la obesidad va en aumento afectando casi a 2/3 de la población. Recomiendo al que quiera ir un poco más allá de este "mantra oficial" la lectura del libro Fat, Fate and Disease: Why exercise and diet are not enough. No es que aporte grandes soluciones, pero plantea que la prevención tiene que empezar antes incluso que en la infancia ( que es lo que dice Valentin Fuster) ya que estudios bastante contrastados iniciados hace más de 20 años por  David Barker reflejan que  el bajo peso al nacer se asocia con diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares en edad adulta. 

En este libro del que hablo uno de los autores, Peter Gluckman, cuenta a modo de ejemplo su caso personal: ha perdido unos 30 Kg dos o tres veces y los ha vuelto a recuperar mientras que el otro coautor, Mark hanson, no tiene problemas para mantener su peso. Y pocas personas pueden estar más educadas y más motivadas con respecto a la obesidad que Peter Gluckman. Es decir, que algo se nos está escapando...

Y lo que se nos está escapando es la naturaleza humana,( y también la animal, en este artículo se desmonta la creencia de que los animales solo comen lo necesario) una naturaleza que está diseñada para comer cuando hay comida y para tumbarse al sol cuando no hay nada mejor que hacer y que no está diseñada para cambiar el estilo de vida de un plumazo cuando te dan un curso psicoeducativo. No es lógico esperar que un señor que llega a casa  las 8 de la noche de trabajar va a irse a correr porque le hemos dado un cursillo explicándole lo bueno que es el ejercicio físico. Esto es wishful thinking, buenas intenciones, pero las cosas no funcionan así.

Siguiendo con esta lógica  buenista y psicoeducativa podemos decir también que los robos y la delincuencia es un problema educativo; vamos a explicar a la gente que robar no está bien porque el dinero cuesta mucho ganarlo, poner un negocio también y no podemos ir allí a atracar o robar artículos ... Los accidentes de tráfico también son un problema de educación, vamos a explicar a la gente que hay que ponerse el cinturón y conducir despacito y arreglado...La crisis económica también es un problema de educación, vamos a explicar a los tiburones financieros que tienen que conformarse con ganancias del 5% porque ganancias del 200% nos llevan a donde estamos ahora y arreglado...La locura es un problema de educación también, vamos a enseñar a los enfermos que padecen una enfermedad, que tienen que tomar una medicación porque es bueno para ellos, y que tienen que hacer lo que les decimos y todo arreglado...

Me parece muy bien que Valentin Fuster consiga con estas consignas tan políticamente correctas financiación para sus proyectos pero que no nos quiera hacer comulgar con ruedas de molino. Por supuesto que es necesario educar, informar y explicar, y cuanto antes mejor, pero la realidad es más complicada que nuestros deseos.

1 comentario:

Ricardo Mena dijo...

Estamos predispuestos a comer dulces, porque lo dulce era escaso
en la época en que nuestro cerebro se moldeó (Environment of
Evolutionary Adaptedness, EEA), pero hoy es claramente nocivo
para nuestra salud, dada la cantidad de dulces a nuestro alrededor.

Lo que ocurre es fácil de ver: tenemos que educarnos, cambiarnos,
para ir contra nuestros instintos. El medio local ha cambiado, nuestra
mente no. He ahí una causa más de la maladaptiveness actual.
La evolución no es progreso: no va hacia la perfección, sino a a la
adaptación. George C. Williams lo explicó mejor que nadie en su
obra maestra de 1966. Su otra obra maestra de 1996 tiene que
leerse junto con la anterior.

Aún no he leído Why We Get Sick: The New Science of Darwinian
Medicine, de 1994. Pero lo tengo en Kindle. Todo lo que
diga Williams es una referencia de lectura obligada.