Los parásitos multi-huesped, parásitos cuyo ciclo vital incluye más de un huésped, están entre las criaturas más bizarras del reino animal, pero su característica más fascinante es que pueden manipular el cerebro y la conducta de sus víctimas. Hoy vamos hablar del caso del Toxoplasma aunque otros ejemplos son tanto o más sorprendentes.
El Toxoplasma gondii es un protozoo parásito siendo el huésped definitivo el gato en cuyo interior tiene lugar un ciclo sexual y elimina por las heces unos ooquistes que son ingeridos por las ratas (también ovejas y cerdos) y entonces es cuando empieza lo interesante. Los ooquistes se extienden por el cuerpo del roedor afectando a todo el cerebro y especialmente a la amígdala, una estructura del sístema límbico muy relacionada con el procesamiento del miedo. Los ratones normales tienen miedo al olor de gato. Si a un ratón encerrado en una jaula se le pone orina de gato en una esquina huye hacia la otra punta. Pero los ratones infectados por toxoplasma no solo no huyen del olor a orina de gato sino que se sienten atraídos por ella. Eso hace que se "metan en la boca del lobo" y el gato les coma y se cierre así el ciclo vital del parásito. A esta atracción tan siniestra se le ha llamado Atracción Fatal Felina.
Hay que destacar que la conducta del ratón solo cambia en este punto concreto de su atracción por los gatos. Uno podría pensar que los ratones hacen estas cosas porque su cerebro está hecho un queso de gruyere pero resulta que su olfato funciona normalmente, su conducta es normal y su capacidad de aprendizaje es normal. Vale, entonces te planteas, lo que ocurre es que los circuitos del miedo ( principalmente la amígdala como comentamos) están destrozados... Pues tampoco, porque estas ratas siguen temiendo a las luces brillantes, a los grandes espacios abiertos y se les puede condicionar a que teman cosas nuevas. Lo increíble es que solo esta afectada la aversión al olor de sus depredadores. Y que no solo es aversión sino atracción lo demuestra el hecho de que machos infectados con toxoplama cuando se les expone a feromonas de gato sus testículos aumentan de tamaño, el olor les pone....
En cuanto al mecanismo por el que ocurre todo esto sabemos lo siguiente. Se ha descubierto recientemente (2009) que el genoma del toxoplasma contiene dos versiones de la enzima tirosina hidroxilasa y aquí las cosas se ponen todavía más interesantes, porque la tirosina hidroxilasa es una enzima crítica en la formación de dopamina y resulta que la toxoplasmosis es una infección que se ha relacionado con la aparición de esquizofrenia, y la esquizofrenia se trata con unos fármacos llamados antipsicóticos que bloquean los receptores de dopamina. Se ha comprobado también que si se dan antipsicóticos a los ratones infectados se les cura la atracción fatal felina. Así que todo encaja: el aumento de dopamina podría provocar psicosis ( aunque hay que matizar que la relación entre esquizofrenia y toxoplasmosis se cree debida a infección de la madre durante el embarazo con afectación posterior del neurodesarrollo, y no por infecciones sufridas de adulto) y como la dopamina interviene también en los circuitos de recompensa y placer del cerebro eso explicaría lo de encontrar sexy la orina de gato. El haloperidol y el Valproico también inhiben el crecimiento del toxoplasma.
Pero el hombre cuando se infecta por toxoplasma ocupa el lugar del ratón por así decir. ¿Afecta el toxoplasma a la conducta humana? No hay pruebas de ello pero existen algunos trabajos que relacionan el toxoplasma con mayor impulsividad y mayor riesgo de accidentes de tráfico. Jaroslav Flegr es un hombre muy raro que ha estudiado este tema y aquí se hace un buen resumen de su trayectoria. Lo último que ha aparecido publicado a primeros de este mes en el Arch Gen Psychiatry es que hay una relación entre la infección por toxoplasma y los intentos de suicidio
Referencias:
Robert Sapolsky. Monkeyluv
Entrevista a Robert Sapolsky en The Edge
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