sábado, 18 de agosto de 2012

Evolución de la Anatomía Sexual. Los Testículos


Para empezar, voy a hablar brevemente del tema de la ubicación del testículo porque es un tema conocido. Hacia el tercer mes del desarrollo fetal el testículo comienza a descender hacia la bolsa escrotal donde se ubica definitivamente. Este mismo desplazamiento es lo que ha ocurrido a lo largo de la evolución, en el desarrollo filogenético, ya que los peces tienen los testículos en el abdomen. La explicación de este fenómeno es que la espermatogénesis necesita para realizarse una temperatura inferior a la del cuerpo ( 1-3 grados), pero lo que no se sabe es cuál es la explicación última de por qué es necesaria esa temperatura. Sabemos que enzimas como la beta-polimerasa o la recombinasa espermatogénica necesitan esa temperatura para su funcionamiento adecuado, pero me refiero a las causas últimas, a por qué este diseño, a fin de cuentas los elefantes tienen los testículos dentro de la cavidad abdominal, a mayor temperatura, y se reproducen perfectamente. Algunos proponen que al ingresar en el tracto sexual femenino el espermatozoide se activaría por la diferencia de temperatura y realizaría mejor su función, pero no he leído una explicación convincente.

Lo que sí quiero es llamar la atención sobre un fallo de diseño en el cuerpo humano ( en el masculino) resultado de esta historia evolucionista ( aparte de la predisposición a las hernias inguinales por introducirse asas intestinales por el hueco por donde atraviesa el abdomen el cordón espermático). Me refiero a la vuelta que da el conducto deferente por encima del uréter, detalle anatómico que no tiene ningún sentido, porque podría ir desde el testículo a la uretra directamente sin semejante giro. En la imagen vemos al lado izquierdo lo que debería hacer y a la derecha lo que realmente hace (donde dice uretra hay que leer uréter, la diapositiva está mal traducida)


Ahora vamos a hablar del tamaño de los testículos y de lo que nos enseña. En los años 70 Roger Short, un biólogo británico que luego se fue a Australia descubrió algo interesante en la anatomía de los primates. Los chimpancés tienen unos testículos gigantes y los gorilas unos testículos minúsculos, a pesar de que pesan cuatro veces más que los chimpancés. Short pensó que eso tendría algo que ver con el sistema de emparejamiento y llegó a la siguiente regla: Cuanto más grandes son los testículos, más polígamas son las hembras. La razón es clara de ver, si una hembra tiene relaciones con varios machos entonces el esperma de cada macho compite por llegar al óvulo. Una manera de que tu esperma tenga más posibilidades de ganar es que produzcas más esperma. Este asunto nos introduce en el fascinante mundo de la competición espermática, del que tendremos ocasión de hablar en este blog. Las técnicas empleadas en esta guerra son muchas y muy variadas, no solo producir más esperma. Hay machos que forman tapones con su esperma para que el que viene detrás tenga menos oportunidades, o hay machos, como en el caso de las abejas, que dejan sus propios genitales taponando el camino. A su vez los penes tienen formas y segregan productos que son capaces de deshacer esos tapones. Las hembras a su vez, para tener capacidad de elegir responden por ejemplo creando espermatecas donde guardan el semen de diferentes machos y luego eligen el que utilizan para fecundarse, etc. Pero la competición toma también otras formas. Algunos insectos copulan durante días y los científicos creen que no lo hacen solo por amor. El macho probablemente lo hace por celos. Cuanto más tiempo monopolice a la hembra, más posibilidades de ser él el padre de sus hijos. Todos hemos visto también cómo los perros se quedan entrelazados después de copular. Pues bien, eso es otra técnica de competición espermática. Si me quedo pegado a la hembra no puede venir nadie detrás y mi esperma tiene más oportunidades de hacer su efecto.

Pero volviendo al tamaño de los testículos. ¿Podría la regla de Short predecir lo que ocurre en especies que no han sido estudiadas? Por ejemplo, se sabe muy poco de la vida sexual de ballenas y delfines pero sí se sabe que las ballenas tienen unos testículos enormes ( incluso compensando para su masa corporal). Los testículos de una ballena pueden pesar más de una tonelada y suponen el 2% de su masa corporal y los delfines también tienen unos testículos proporcionalmente grandes. Esto permite predecir que las hembras no son monógamas y que se emparejan con varios machos.Y por lo que se sabe  esto efectivamente es así. Los delfines nariz de botella ( bottlenose) tienen un sistema de emparejamiento en el que los machos hacen coaliciones para secuestrar hembras y todos tienen relaciones con ella, a veces dos delfines a la vez. Por contra, hay especies de ballenas que viven en harenes como los gorilas y en estos casos los testículos son pequeños.

Voy a dar los datos en primates. El porcentaje de masa corporal que supone los testículos por especies es:
  • gorilas: 0,018
  • orangutanes: 0,048
  • humanos: 0,079
  • chimpancés: 0,269
Es decir, los testículos de los chimpancés son más de tres veces los humanos. Como decíamos, la explicación es el sistema de emparejamiento. Los gorilas viven en harenes y el macho alfa acapara las hembras y no tiene que competir, por eso no necesita ni pene ni testículos grandes ( del pene hablaremos otro día). Las hembras chimpancés tienen relaciones con muchos machos( el macho alfa suele tener relaciones el día de mayor fertilidad, el de la ovulación, y otros machos en días adyacentes pero no es tan excluyente como en el caso del gorila) y por lo tanto hay competencia dentro del tracto genital femenino. ¿Y dónde se sitúa el ser humano en esta escala? Bueno, pues los datos dicen que la hembra humana no es tan polígama como la chimpancé pero tampoco tan monógama como la gorila. También hay cierta evidencia parcial de que los testículos humanos no están operando al tope de su poder ( es decir, que en nuestros ancestros posiblemente eran mayores), la producción de esperma por gramo de tejido en humanos es inusualmente baja.

Los pájaros tienen también unos testículos grandes. Y esto también encaja, porque antes se creía que las parejas de pájaros eran muy monógamas y muy formales, pero al hacer estudios genéticos se ha visto que en algunas especies hasta el 40% de las crías no lo son del macho que vive en ese nido. Por cierto, que mi sorpresa ha sido mayúscula cuando he leído recientemente  que los pájaros , exceptuando algunas especies como patos, cisnes y avestruces, no tienen pene y realizan sus cosas juntando las cloacas...

Hay otro dato muy interesante. Los pájaros que utilizan para encontrar pareja los lugares esos de encuentro que llamábamos Leks ( ver post anterior), tienen testículos pequeños, lo que parece en principio un contrasentido. Si recordáis hablábamos de que uno de estos machos podía copular 30 veces en una mañana. Pero no hay tal contradicción si nos damos cuenta de que la hembra solo copula una o dos veces y solo con un macho. Para eso van al lek, para escoger al mejor y no suelen ser muy originales sino que todas eligen al mismo ( o los mismos). Por lo tanto, aunque el macho campeón necesita copular con muchas hembras no necesita gastar mucho esperma en cada una de ellas porque no tiene competencia. Recordad la regla: No es la frecuencia con la que copula un macho la que determina el tamaño de sus testículos, sino el número de machos con los que tiene que competir.

Por último, y por completar un poco este repaso a la vida sexual de los primates comentar  la duración del coito en esto animales: 
gorilas: un minuto
bonobos: 15 segundos
chimpancé: 7-8 segundos
orangután: 15 minutos
humanos:...bueno estos datos no son fiables, pero se estima que más o menos lo que se tarda en fumar un cigarrillo: 3-4 minutos ( esos datos son de norteamericanos)

Bibliografia:


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buenos datos los del peso y los del tiempo dedicado a eyacular. Hace algun tiempo escribir un post sobre este asunto, lo dejo aqui por si le interesa a alguien o a ti mimmo.
http://pacotraver.wordpress.com/2010/04/25/competencia-espermatica/

Ana di Zacco dijo...

Yo diría que el cuerpo tiene más fallos aparte de ese. Sin ir más lejos, si me dejaran modificar el diseño, nos pondría brazos tipo pulpo, que alcanzaran a rascarse toda la espalda :)

Pitiklinov dijo...

muy buen artículo

El vago dijo...

Tal vez, no sea un error realmente esa curva que realiza el cordón espermático.
Si lo pensamos bien, la longitud del cordón, es muchisimo mayor a la requerida para un trayecto "recto" entre la posición final del testículo en el escroto y la uretra; ello debido naturalmente a la migración desde la cavidad abdominal, lo que requiere un cordón espermático largo.
Habeis pensado en el riesgo de torciones si el trayecto no realizase ésta curva? Nos encontraríamos con un cordón liado, literalmente como una cuerda enrrollada, lo que aumentaria considerablemente la posibilidad que éste se torciese dentro del espacio inguino-escrotal dados los movimientos realizados a través del canal. Ello supondría una necrosis de dicho tejido y disfunción del mismo.
Me parece que ese diseño al menos, no está tan mlal pensado como creías.