Decíamos en el post sobre el sentido numérico en los niños que estos entienden la llamada permanencia del objeto, al contrario de lo que creía Piaget, es decir, que un objeto no deja de existir cuando desaparece de nuestra vista. Pero no solo los niños, este experimento se ha repetido con primates no humanos, como macacos, y en perros, y todos ellos entienden la permanencia del objeto.
Pero existen otras propiedades de los objetos que los niños entienden también intuitivamente como son las siguientes:
- Cohesión. Si una mano tira de un objeto, lo bebés esperan que el objeto entero vaya con la mano; si se deshace en pedazos los bebés se sorprenden, mostrando una expectativa de que los objetos son cohesivos.
- Continuidad. Imaginemos un escenario con dos pantallas separadas en el espacio. Imaginemos ahora que una caja aparece por la izquierda, pasa por detrás de la primera pantalla, continua entre las dos pantallas, desaparece luego por detrás de la pantalla de la derecha, y por fin, sale por el extremo derecho. Los adultos ven un solo objeto y eso ven también los bebés. Ahora imaginemos que la caja pasa por detrás de la pantalla de la izquierda y entonces hay una pausa. Después una caja aparece por detrás de la pantalla derecha y sigue hacia el exterior, pero sin que aparezca la caja en ningún momento entre las dos pantallas. En este caso, los adultos piensan que son dos cajas diferentes, no una, y lo mismo piensan los bebés; ellos esperan continuidad.
- Solidez. Si un objeto es puesto detrás de la pantalla y entonces la pantalla empieza a ir hacia atrás, los bebés esperan que en algún momento se pare, porque pegará contra el objeto que está detrás de la pantalla. Si por algún truco la pantalla continúa por el lugar que estaría ocupado por el objeto, los bebés miran durante más tiempo. Ellos esperan que los objetos sean sólidos.
- Contacto. Un objeto se dirige hacia otro pero el segundo objeto se mueve antes de que el primer objeto choque con él. Para los bebés, igual que para los adultos, esta acción a distancia es sorprendente porque viola la expectativa de contacto, que los objetos solo se pueden influir por medio de un contacto
Pero hay límites en lo que los niños entienden acerca del comportamiento de los objetos. Existe un fenómeno en el que se diferencian de los adultos y no se conocen las razones. El experimento es el siguiente: mostramos un escenario vacío, un telón lo tapa y cuando desaparece el telón, en el escenario hay un objeto. Los adultos piensan que hay un truco y se sorprenden, pero los niños se aburren, esto no les llama la atención. Curiosamente, los niños entienden que los objetos no desaparecen de golpe, pero admiten que sí aparecen de golpe.
Violaciones de la gravedad |
Otras propiedades de los objetos requieren una maduración o un desarrollo del niño antes de ser comprendidas. De las tres escenas que vemos en la figura, los niños de 3 meses entienden que en la escena superior la caja debería caer al estar suspendida en el aire sin ningún otro objeto que la sujete. Sin embargo, solo niños de 5 meses de edad miran durante más tiempo a la escena del medio y nada más los niños de un año de edad o superior piensan que hay algo raro en la escena inferior.
Todos estos experimentos nos enseñan que los niños llegan al mundo con un entendimiento básico de qué son los objetos y cómo se comportan, pero que ,a la vez, ese entendimiento es incompleto y que, sobre esos fundamentos, se va completando debido a la maduración del cerebro y a la experiencia.
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