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La mayoría de la gente cree que es justa, virtuosa y buena moralmente. Estas creencias merecen ser estudiadas científicamente porque, a diferencia de otro tipo de ilusiones positivas, las creencias morales contribuyen a la gravedad de los conflictos humanos. Cuando dos bandos opuestos están convencidos de su propia virtud la escalada de violencia es más probable y las probabilidades de resolución del conflicto más bajas. Pero esta autocomplacencia no se limita a los conflictos, una mayoría de personas se cree moralmente superior a la media. Comparada con las creencias de superioridad en otras esferas, diversas evidencias sugieren que la irracionalidad de las creencias de superioridad moral es mayor que las otras.
Taylor y Brown en 1988 publicaron un artículo sobre las “ilusiones positivas”, la primera de las cuales es una positiva auto-evaluación general. Un alto porcentaje de gente se valora a sí misma mejor que a otras personas en muchas cosas (que conducen mejor, que son más inteligentes, generosos, etc.) y a este tipo de ilusiones se les ha llamado “efecto mayor que la media” (better than average effect) o “auto-promoción” o “auto engrandecimiento” (self-enhancement). En diferentes estudios se ha visto que los rasgos morales deseables, como honestidad y confianza, muestran las mayores diferencias entre el sujeto y los demás. Y lo mismo ocurre con los rasgos negativos (mentir) que son adjudicados con más frecuencia a los otros. Es decir, la magnitud del efecto de auto engrandecimiento es mayor para las características morales (honestidad) que para características no morales (competencia en otras esferas, ambición, inteligencia…). Además, mientras el autobombo en rasgos no morales disminuye con la edad, la asimetría yo/otros en rasgos morales es constante a lo largo de la vida.
Para complicar más la cosa, los rasgos deseables morales se consideran altamente descriptivos o definitiorios del yo, más que los rasgos no morales (por lo que nos vamos a sentir más atacados en nuestra esencia en este campo que en otros). En varios estudios se ha observado que rasgos morales como honestidad, fidelidad y lealtad se consideraban más auto-descriptivos que otros como “listo”, “sabio” o “lógico”. Y estos estudios abarcan culturas diferentes así que el fenómeno parece generalizado. Finalmente, los individuos consideran que, a pesar de las circunstancias de la vida, siempre van a poseer estos rasgos.
La conclusión de todo lo anterior es que estamos ante una paradoja. La mayoría de las personas considera que son un dechado de virtudes pero pocas personas perciben esta abundancia de virtud en los demás. Esto tal vez tenga su lógica porque los rasgos morales son muy deseables pero no son fáciles de contrastar con la realidad.
Por todo ello, los autores del artículo que comento en la bibliografía se plantearon estudiar este fenómeno y llegan a dos conclusiones principales. La primera es que la superioridad moral tiene un componente irracional sustancial (la forma en la que miden esta irracionalidad no me queda muy clara) que es mayor que el que se da en otras esferas. El segundo hallazgo es que, a diferencia de lo que ocurre con otras características, la superioridad moral irracional no se asocia a la autoestima. Es decir, no encuentran asociación entre alta autoestima y una creencia irracional más fuerte en la superioridad moral. Esto es francamente chocante porque no encaja con nuestra interpretación actual de las “ilusiones positivas” en general y porque en otras ilusiones sí existe asociación con la autoestima.
El problema es explicar la causa de esta ilusión y aquí las cosas no están nada claras. Según las teorías del manejo del error parece racional esta ilusión de superioridad moral. Considerar que una persona es fiable cuando no lo es tiene un coste mucho mayor que a la inversa. Según esta línea de pensamiento, puede ser racional suponer una moralidad más baja en los demás…
Resumiendo, la creencia en que uno es moralmente superior a la persona media es robusta y muy extendida. La irracionalidad de esta creencia parece mayor que la que se observa en otras ilusiones de superioridad, lo que la convierte en una forma especial de ilusión positiva. Lo que no está claro es la función que cumple este sesgo pero lo que sí es evidente es que debemos conocerlo y estar todos muy alerta.
@pitiklinov
Referencia
11 comentarios:
No me queda claro si se está refiriendo al tema de la moral en términos de psicología individual o de grupos (social o como quiera llamarle). Yo soy de la opinión de Darwin (y de Hadit)de que la moralidad es un producto de la selección natural, y en este respecto me han parecido convicentes las argumentaciones de Haidt (y en definitiva de Wilson) para incluir la hipótesis de la selección a niveles múltiples para lograr explicar la existencia de este fenómeno: ¿por qué los individuos están dispuestos a afrontar gastos en defender "causas comunes"? Por eso insisto, esta ilusión de la superioridad moral no la termino de entender si se la plantea a nivel individual (digamos, por qué las personas se consideran superiores qua individuos a los demás individuos, pero si me parece más comprensible cuando se la plantea al nivel de la competencia entre grupos (por qué considero que pertenezco al grupo de los moralmente superiores -o digamos, de LA moral a secas-); porque entonces sí me parece que el fenómeno reververa en nuestra mente tribal.
Pd: Dejo aquí un video que me pareció sugerente sobre el tema de los distintos temperamentos y su auto-proclamada superioridad moral:https://www.youtube.com/watch?v=Jrt0XrUwBSY&t=2s
Creo que pueden ser las dos cosas. A nivel intragrupal como individuos nos consideramos menos mentirosos o más honestos que otros supongo que para presentarnos ante los demás de la manera más positiva posible y conseguir respeto, pareja, etc.
Pero la madre del cordero está en la confrontación tribal, como dices. La moral hace bandos: los que están a favor del aborto y los que están en contra, los que comen carne y los que no, etc. y ahí, como dices, no es que nos creamos moralmente superiores a los demás sino que somos los únicos que somos morales, los demás son inmorales por definición.
El potencial para el enfrentamiento y el conflicto de este mecanismos lo vemos a diario...Todos no podemos tener razón y está claro que los que no aciertan son los otros...Plantearnos que nosotros podemos estar equivocados es prácticamente imposible, lo veo muy difícil.
Sí, es que ese es para mí el nudo gorgiano. Recato mucho lo que dijo "Todos no podemos tener razón". Tal vez la ética sea un meta-discurso, un ir más allá del yo quiero tener frazón, al yo puedo tener razón o no. El otro también tiene sus razones. También las tiene, si vamos al caso, la cultura. Pienso que en este sentido tal vez el poder pensar en términos éticos sea como el poder pensar en términos gramitales el lenguaje. Yo sé hablar español: es una habilidad que, por decirlo así, puedo ejecutar de manera intuitiva. Pero no tengo habilidades meta-linguísticas que me habiliten para dar clases de lengua española. En el caso de la ética, sería algo así como yo sé que soy moral, porque más allá de habitar la realidad material objetiva, habito en un mundo de significados humanos (el cual, por supuesto, también es natural), pero eso no quiera decir que soy capaz de pensar en términos éticos. Simplemente actúo mis "verdades éticas" como hipótesis asumidas. De ahí el tema de poder pensar que mis intuiciones morales predilectas pueden no ser las del otro, y viceverza. Digo por ejemplo en el caso de los rasgos amabilidad y responsabilidad, etc.
"a diferencia de lo que ocurre con otras características, la superioridad moral irracional no se asocia a la autoestima. Es decir, no encuentran asociación entre alta autoestima y una creencia irracional más fuerte en la superioridad moral. Esto es francamente chocante porque no encaja con nuestra interpretación actual de las “ilusiones positivas” en general y porque en otras ilusiones sí existe asociación con la autoestima."
Podría deberse a que se considera que la superioridad moral nos expone a ser víctimas de engaños o abusos en general por parte de todos los demás que son mas deshonestos que nosotros. La sensación de vulnerabilidad no ayuda a la autoestima.
Por si alguien necesitase pruebas de esa ilusión, bastaría con leer algún comentario de los aquí colgados, para darse cuenta de hasta qué punto existe y puede ser firme.
Muy buen artículo y muy buenos comentarios. Nutritivo y divertido.
Link al sitio?
Parece que es sólo la ilustración
Genial articulo, pero en la piramide me faltan los nacionalistas, el etnocentrismo.
La mayoría de las personas considera que son un dechado de virtudes pero pocas personas perciben esta abundancia de virtud en los demás. La lucha es el día, a día...
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