lunes, 25 de julio de 2016

¿Quién reprime la sexualidad de las mujeres? Primera parte

Voy a resumir un largo, y sospecho que polémico, artículo de Roy Baumeister y Jean Twenge en el que analizan la represión de la sexualidad de las mujeres. Proponen cuatro hipótesis para explicarla y luego analizan la evidencia disponible para ver cuál de las cuatro hipótesis explica mejor los datos. Como es muy largo voy a dividir el comentario en varias entradas por lo que te resumo en una frase sus conclusiones por si quieres dedicarte a hacer otra cosa: los datos sugieren que las que reprimen la sexualidad de las mujeres son las propias mujeres. En esta entrada voy a describir las posibles respuestas a la pregunta de la entrada y  dejaré para otras entradas los datos disponibles y su valoración a la luz de las hipótesis explicativas.

Los autores entienden por supresión de la sexualidad femenina un patrón de influencia cultural por el que las mujeres y las chicas son inducidas a evitar sentir deseo sexual y a refrenar su conducta sexual. Las hipótesis para explicar esta represión de la sexualidad femenina son cuatro, divididas en dos grupos. En el primer grupo van las hipótesis que implican que de verdad hay represión cultural de la sexualidad femenina. La primera es que los hombres, especialmente los maridos, son los represores y la segunda es que son las propias mujeres. Además de estas dos hipótesis, los autores contemplan otras dos hipótesis “nulas”, es decir dos hipótesis que no requieren que exista una represión cultural. Una es que las mujeres tienen naturalmente un menor deseo sexual sin que nadie se lo reprima y la otra es que, como los costes del sexo son mayores para las mujeres que para los hombres, las mujeres individuales han aprendido a suprimir sus deseos sexuales por un autointerés racional. Vamos a detallarlas:

1- La Teoría del control masculino: Según esta visión, los hombres han buscado impedir que las mujeres sientan placer sexual. La principal ventaja que desde un punto de vista evolucionista obtendrían los hombres es la certeza de paternidad. Si la mujer no tiene deseo sexual tendría menos riesgo de relacionarse con otros hombres. Según esta teoría los hombres solteros no tendrían ninguna razón para que las mujeres no tuvieran deseo sexual; al contrario, a ellos les interesa que las mujeres tengan deseo sexual si quieren conseguir sexo. Se podría matizar que sí les interesa presionar a las mujeres a la moderación para que cuando ellos se casen no tengan problemas de infidelidad. La cruz de esta visión evolucionista es que si las mujeres no desean sexo el propio marido va a tener problemas para dejarla embarazada pero como no se requiere demasiado sexo para conseguir el embarazo con que la mujer deseara sexo de vez en cuando sería suficiente. En resumen, este enfoque propone que los hombres prefieren mujeres sin interés sexual a cambio de fidelidad. A esta teoría le veo el problema de que sugiere que a los hombres les interesa más la cuestión distal o última (dejar copias de su genes) que la proximal (tener sexo) y creo que hay datos de que a los hombres les gusta tener sexo en el matrimonio.

Dentro de este apartado estarían también las teorías feministas de las que hay muchos tipos pero que suelen converger en que un supuesto “patriarcado” hecho por y para los hombres se dedica a coartar la sexualidad de las mujeres para que no tengan sexo con otros hombres. Este análisis se parece a la versión evolucionista que hemos descrito en el párrafo anterior. Alguna variante como la de Sherfey plantea que la sexualidad de las mujeres era al principio insaciable, similar a la de otras hembras primates copulando 50 veces al día, y que esto crearía un caos social por lo que hay que reprimirla. Esta versión del caos social sostiene que los hombres desean una vida social tranquila y ordenada y supone que la promiscuidad es más aversiva para los hombres que para las mujeres, es decir que supone que los hombres desean la paz y el orden más que el sexo, lo cual es mucho suponer…

Otras lineas de argumento proponen que el deseo sexual insaciable de las mujeres sería una amenaza para los hombres por las mayores limitaciones físicas sexuales de los hombres: periodo refractario, no orgasmos múltiples, etc. El problema de este enfoque es que no hay muchos datos de que los hombres no estén encantados de satisfacer las demandas sexuales de las mujeres, o de intentarlo al menos. Hay experimentos donde un buen número de hombres está dispuesto a tener sexo incluso con desconocidas.

Resumiendo la teoría del control masculino: la condición natural de las mujeres es desear mucho sexo, incluyendo muchas cópulas con mucha parejas. Entonces los hombres se unen para reprimir la sexualidad femenina. La motivación de los hombres para hacer esto son los celos y la certeza de paternidad y la envidia del gran potencial sexual de las mujeres que llevaría a un caos social si no se limita.

2- La Teoría del control femenino: Esta teoría propone que son las mujeres las que cooperan para limitar la sexualidad femenina. ¿Y por qué querrían hacer esto las mujeres? La teoría del intercambio social analiza la conducta humana en base a costes y recompensas y considera las interacciones como un intercambio donde las diversas partes dan recompensas para obtener lo que quieren. Bajo este enfoque, el sexo es un recurso que los hombres quieren y que tienen las mujeres. Para obtener sexo los hombres dan a cambio dinero, recursos, compromiso, seguridad, atención, etc. El que tiene menos interés o deseo por algo es el que tiene el poder en la negociación. Si la mujer tiene menos deseo de relaciones sexuales, el hombre tendrá que darle muchos beneficios para que acepte tener sexo con él. Si lo que uno tiene para negociar es sexo le interesa que el precio del sexo sea lo más alto posible.  Si el sexo fuera gratis para los hombres las mujeres no podrían pedir nada a cambio. Además de esta ventaja relacionada con las leyes de la oferta y la demanda, limitar la sexualidad de las mujeres en general tiene la ventaja de que cada una de ellas tiene menos riesgo de que su hombre la deje por otra mujer. 

Esta hipótesis lleva a varias predicciones. La primera es que las mujeres castigarían a otras mujeres que otorgaran sexo a los hombres de una manera fácil. A estas mujeres promiscuas se las suele llamar “baratas” porque dan el sexo a un precio más bajo que el de mercado. A estas mujeres se las presionaría para que suban el precio. Otra predicción es que las mujeres estarían en contra de otros tipos de satisfacción sexual para los hombres como la pornografía, la prostitución y otras formas de entretenimiento sexual. Otra predicción es que se produciría una situación tipo “tragedia de los comunes” para las mujeres en general. Cada mujer se beneficiaría de ofrecer sexo un poco más fácil que las demás (con menos compromiso o gasto para el hombre) porque podría así atraer al hombre más deseable. Pero esto supondría deslealtad a la causa de las mujeres en general. La que hiciera eso impone un coste a las demás porque las obliga a ofrecer lo mismo para mantenerse en la competición. Es lo que ocurre en los monopolios, el grupo de empresas está mejor si todos mantiene el precio pero cada empresa  individual se beneficiaría si bajara el precio.

En resumen, la teoría del control femenino se basa en la teoría del intercambio social. El sexo es un recurso que quieren los hombres pero que está controlado por las mujeres y a éstas les interesa que su precio sea alto. Por ello, suprimen la actividad sexual en general para mantener una escasez crónica y de ahí los altos precios. Las mujeres, de una manera conjunta, actúan para refrenar la sexualidad femenina. Como vemos, la teoría del control masculino se centraría más en reprimir la sexualidad de esposas y parejas y la del control femenino en reprimir la sexualidad de las solteras que buscan pareja.

3- Las mujeres tienen menos deseo sexual: según esta teoría no hace falta suprimir la sexualidad femenina porque por naturaleza las mujeres tienen menos deseo sexual que los hombres. Si esta idea es verdadera o falsa es un tema muy controvertido pero Baumeister y Twenge creen que no puede explicar todo el rango de datos y fenómenos  que observamos. Un dato que no podría explicar es la revolución sexual que tuvo lugar en los años 60 del siglo pasado. El aumento en sexualidad femenina que produjo la revolución sexual sugiere que, efectivamente, antes había ocurrido una represión cultural. Es un argumento potente pero luego hablaremos de la revolución sexual y puede haber explicaciones que Baumeister no ha considerado (en concreto la influencia en esta revolución del cociente de sexos, la diferencia en el número de hombres y mujeres disponibles en el mercado de parejas).

Aunque no pueda explicar todos los datos, esta hipótesis puede operar de manera conjunta con la teoría del control femenino. Si las mujeres desearan el sexo más que los hombres entonces los actos sexuales implicarían que los hombres hacen un favor a las mujeres y las mujeres tendrían que compensar a los hombre por tener sexo con ellas. Por contra, si el deseo sexual femenino es menor esto obliga a que sean los hombres  los que tienen que dar algo a cambio a las mujeres. La combinación de las dos teorías puede funcionar mejor que cada una por separado. 

Por contra, la noción de que las mujeres tienen menos deseo sexual que los hombres contradice muchas versiones de la teoría del control  masculino, ya que se basan en que la sexualidad femenina es mayor que la de los hombres.

4- Elección racional por los costes del sexo: las mujeres ejercen un autocontrol de su sexualidad por los costes y peligros del sexo. Tener sexo al hombre no le supone más que la perdida de unos espermatozoides y gastar unas calorías pero a la mujer le puede suponer un embarazo y cambiarle radicalmente la vida. También, dar a luz ha supuesto ancestralmente el riesgo de muerte en el parto. Es decir, cada cópula podía implicar embarazo y cada embarazo la muerte (antes de 1800 un 1,3% de partos acababan en muerte de la madre). Esta hipótesis podría explicar mejor que la del bajo deseo sexual natural la revolución sexual. Al aparecer la píldora anticonceptiva , la legislación a favor del aborto y otros cambios sociales,  habrían hecho que la mujer pudiera tomar más riesgos con su sexualidad. 

Pero esta hipótesis tiene problemas para explicar la represión de conductas sexuales distintas a la del sexo vaginal y que no implican riesgo de embarazo: masturbación, sexo oral, etc. No habría razón para suprimir los deseos sexuales en estas esferas aunque se puede argumentar que mejor no hacer nada porque una cosa podría llevar a la otra. Tampoco explica otros fenómenos como que las mujeres frenan su actividad sexual por miedo al cotilleo y a una mala reputación más que por el miedo al embarazo. Esto sugiere que sí hay represión cultural y que no es sólo una decisión racional por el auto-interés. A pesar de todo hay que tener esta posibilidad en cuenta al analizar los datos. 

Más adelante vamos a ir viendo los datos disponibles y su interpretación a la luz de estas hipótesis explicativas

Referencia:




10 comentarios:

idea21 dijo...

Siempre que veo teorías evolutivas sobre la sexualidad femenina me sorprendo de que tantos psicólogos evolutivos hablen de la autodomesticación humana e incluso de la domesticación de la clase social inferior por la superior... y nunca se hable de una posible domesticación de la mujer por el hombre.

Omisión que cada vez me asombra más, porque en casi todas (¿o en todas?) las culturas agrarias y ganaderas primitivas (neolíticas) el intercambio de mujeres por ganado (y la utilización de ambos bienes como moneda de cambio) es una constante.

Una vez más, testimonio mi asombro...

Anónimo dijo...

Interesantísimo. Una de las cuestiones que me he preguntado absolutamente toda mi vida. Soy varon hetosexual, para ponernos en contexto. Mi opinión es que en el fondo es una mezcla de todos esos argumentos. Cada uno de ellos tiene una parte de verdad, aunque podamos pensar que se contradicen. o personalmente creo que el deseo de las mujeres por el sexo es en líneas generales "ligeramente" inferior al de los varones. Creo que en supuestos contextos de "igualdad en la represion" hacia las sexualidades masculina y femenina, los impulsos sexuales masculinos seguirían superando los femeninos, quizá en línea a la explicación dada en el post. Pero es muy obvio que hay una represión de la sexualidad femenina por el varón, y que también la hay por la mujer, por los argumentos también descritos. No creo que necesariametne sean exclulyentes. Pero biologicamente, en nuestra pura confiuración hormonal, y debido al principio de escasez, las mujeres no necesitan tanta líbido como los hombres, con que ellos la tengan es suficiente para el embarazo y la perpetuación de la especie. Si una mujer es solo fertil durante unos dias al mes, no sería evolutivamente efectivo que el varón también solo lo fuera unos días (esas necesarias coincidencias entre los distintos momentos fértiles harían más complicadas las relaicones y por tanto las posibilidades de descendencia). Por tanto, si los varones estamos siempre dispuestos al temario, los días fertiles de la mujer aseguran cópulas siempre y aumentan las posibilidades de embarazo.

Bueno, no tengo ninguna verdad absoluta, pero me gustaba comentar mis impresiones sobre este tema, que me interesa sobre manera.
Es la primera vez que escribo en este blog, y me encanta oyes.

Nacho, Oviedo.

Pitiklinov dijo...

Gracias Nacho,
me parece muy razonable lo que comentas. A ver si con el resto de los datos podemos afinar más cosas
Saludos

Anónimo dijo...

Desde la psicología evolucionista seria una tendencia emocional por los costes del sexo, de hecho quienes se dedican a enseñar seducción y otras habilidades sociales, en general parten de ese marco teórico, lo que les permite contar con resultados concretos y experiencia propia en aplicar la teoría en la práctica.
Pero creo que es un error verlo como una "represión" es más bien un rasgo sexual femenino, parte de la base que para una mujer tener sexo o comprometerse a una actitud sexual (masturbación, sexo no vaginal etc.) la cual pueda insinuar a corto o mediano plazo una relación sexo/vaginal con un hombre poco apto para proveerla y protegerla en un eventual embarazo pone en peligro su vida y la de una potencial cría, en ese sentido las mujeres no masturbarían a un hombre poco atractivo (poco apto) de la misma forma que no seducirían o se insinuarían sexualmente a un hombre poco atractivo.
En cierta forma esto no es muy diferente a los varones, lo que pasa es que para un hombre el cuerpo (patrones de fertilidad) ya ponen a una mujer como una buena candidata para una potencial relación sexo/afectiva, además de algunos rasgos actitudinales (sociable, divertida, compinche, compañera etc).
Por experiencia propia y observacional me di cuenta que entender estos rasgos de actitud, ha llevado a hombres a poder comunicarse mejor y entenderse más con mujeres, ya que desde el lado masculino del asunto también podemos encontrar “represiones” sexuales que superar antes de relacionarse con una mujer. Mientras que en casos de mujeres también veo que entender el origen de su sentir la ha llevado a entenderse mejor con los varones, y entender sus “represiones” sexuales al relacionarse con un hombre. Por supuesto que esto es un marco teórico, no una religión, ni un dogma, y si bien yo creo que marca un norte al entendimiento de la sexualidad humana y a mucho de los comportamientos humanos, creo más bien eso, que es un norte, un mapa a grandes rasgos, que incluso nos puede ayudar en nuestra vida sexo/afectiva cotidiana pero que como todo marco teórico está sujeto a cambios y a incorporación de nuevos matices a medida que haya nuevos descubrimientos.

Anónimo dijo...

"4- Elección racional por los costes del sexo: las mujeres ejercen un autocontrol de su sexualidad por los costes y peligros del sexo. Tener sexo al hombre no le supone más que la perdida de unos espermatozoides y gastar unas calorías pero a la mujer le puede suponer un embarazo y cambiarle radicalmente la vida."- Hombre, si te hacen un cunilungus o te masturban no te quedas embarazada, hay otras formas de tener sexo aparte de la penetracion. Y que muchas mujeres den sexo gratis no evita que otras mujeres consigan pareja porque los hombres quieren tener pareja para muchas mas cosas aparte de tener sexo.

Pitiklinov dijo...

claro que hay que tener en cuenta actos sexuales que no conducen al embarazo. En la segunda parte hablo algo de ellos y entran en los cálculos.

Anónimo dijo...

Muchas mujeres tienen mas libido cuando estan embarazadas, que sentido evolutivo tiene si ya estan preñadas?

Pitiklinov dijo...

Lo primero que me viene a la cabeza es retener a su pareja. Para criar un hijo necesitas ayuda y si el padre deserta lo tienes crudo (por lo menos en aquellos ambientes ancestrales ahora hay servicios sociales)

analove dijo...

Me siento genial porque he podido relajarme leyendo los artículos de éste blog vercomicsporno, a pesar de ser un poco subidos de tono, es bastante divertido.

Unknown dijo...

Eso de menos libido en nosotras es falso , yo cuando era adolescente tenía ganas de montarme a medio mundo , también creía que a las mujeres no se nos criticaban por eso ,sino se nos miraba con admiración , aquello me motivaba aún más , hasta que me topé con la realidad y ahora es como una mezcla de represión hacía esa actitud
Saber q ser promiscua genera rechazo social hace q sienta q debo reprimir ese sentimiento