Las normas morales son las nociones compartidas en una sociedad acerca de lo que está bien y lo que está mal y sirven para regular las conductas sociales en todos los aspectos de la vida humana. Como hemos visto con frecuencia en el blog, la teoría de la evolución nos da explicaciones convincentes de la existencia de la moralidad y las normas morales, pero hay un aspecto que es menos comprendido y es el del cambio de los juicios morales a lo largo del tiempo. En esta entrada vamos a comentar un artículo que hace una aportación interesante a este problema. Lindström y cols proponen la existencia de un heurístico que consiste en deducir el valor moral de una conducta a partir de su frecuencia, lo llaman “lo frecuente es bueno” (common is moral).
Un heurístico es un procedimiento, algoritmo o regla que nos ayuda a tomar una decisión cuando encontrar la solución óptima a un problema es muy complicado. Digamos que es un atajo que nos permite llegar a una buena decisión en la mayoría de las ocasiones, aunque no sea perfecto. Un ejemplo sería el “heurístico de la disponibilidad”, por ejemplo cuando queremos saber el tamaño de una ciudad. Si nos preguntan las ciudades más grandes de Alemania deduciremos que los nombres que nos vienen a la cabeza son los de las ciudades más grandes y en general acertaríamos. Lo que hacemos es sustituir el atributo tamaño por el atributo nombres que nos vienen a la cabeza. En el caso del heurístico “lo frecuente es bueno” sustituimos “valor moral” por “frecuencia conductual”.
Las normas morales cambian en el tiempo. Por ejemplo, un estudio realizado en Sudáfrica ha encontrado que la evasión de impuestos se considera en 2014 un 48% más justificable que en 1981. Sin embargo, en Méjico en el mismo período la evasión de impuestos se considera un 35% menos justificable. Hace años fumar se consideraba una preferencia personal y ahora se considera en muchos sitios y por muchas personas como moralmente malo. Las relaciones prematrimoniales se consideraban antes como la violación de una norma moral y ahora se consideran totalmente normales. Es decir, hay cosas que antes eran moralmente neutras que se moralizan y otras que están moralizadas y dejan de estarlo. Este proceso se llama moralización, lo ha estudiado Rozin y ya hemos hablado de él.
Pero este proceso de moralización y de cambio de normas morales es muy interesante porque da lugar a tensiones y conflictos en las sociedades al no producirse en todos los individuos a la misma velocidad. Actualmente estamos viendo cómo algunos individuos o sectores han moralizado el consumo de carne o los eventos taurinos mientras otros sectores de la población son todavía refractarios a este cambio de normas morales. Estas diferentes velocidades morales son peligrosas por el riesgo de aparición de conflictos cuando las personas pertenecen a universos morales diferentes como vimos en esta entrada sobre el genocidio. No vamos a entrar ahora en ese tema porque lo que nos interesa simplemente es que las normas morales cambian y que sabemos poco sobre esos cambios.
Los autores de este trabajo plantean que la gente utiliza la frecuencia de las conductas como base para deducir su valor moral. Esta conjetura se basa en todo un cuerpo teórico que es el de la influencia social por el que sabemos que la gente cambia su conducta debido a la influencia de personas con otras conductas diferentes. Un campo de esta influencia social es el de la conformidad, estudios que ya inició el pionero Solomon Asch, en los que se ve que la gente se deja influir por lo que dice la mayoría, el número importa. Expertos en evolución cultural como Richerson y Boyd han demostrado que los humanos imitamos lo que hace la mayoría y también imitamos lo que hacen las personas de éxito, las de alto estatus y prestigio. Lo que en este trabajo se demuestra es que la conformidad afecta también a las normas morales.
No vamos a entrar en la metodología de la investigación de estos autores que consiste en nueve estudios diferentes basados en el Public Good Games donde los participantes tienen que juzga la moralidad de acciones egoístas y altruistas mientras los investigadores tienen la capacidad de manipular las frecuencias de estas conductas. Lo que los investigadores encuentran es lo siguiente:
- La frecuencia relativa de las conductas afecta a su valoración moral
- Las conductas frecuentes se ven como más buenas moralmente y menos merecedoras de castigo. Las conductas egoístas se ven siempre como más merecedoras de castigo pero menos si son frecuentes.
- Los juicios de conductas frecuentes se hacen de forma más rápida que los de conductas raras.
- El heurístico “Lo frecuente es bueno” explica tanto la estabilidad de las norma morales como el cambio de estas normas. Si un número suficiente de individuos empiezan a realizar conducta que violan las normas morales esta conducta se verá cada vez como más buena moralmente y si pasa de cierto umbral se generalizaría y se produciría el cambio de valores. Vemos la existencia de un mecanismo de retroalimentación: a más frecuencia más bondad lo que lleva a su vez a mayor frecuencia de la conducta y así sucesivamente.
- La influencia social se debe a la frecuencia de las conductas (esto lo demuestran con una simulación de un modelo y su análisis estadístico)
- La gente es conformista no solo a nivel conductual sino a nivel moral
- El heurístico “Lo frecuente es bueno” es suficiente para explicar el cambio de normas morales. Si un número suficiente de individuos entra en ese mecanismo de retroalimentación que hemos descrito. Los autores no dicen que “lo frecuente es bueno” sea la única causa de los cambios morales (hay otras como razonamiento moral, percepción de daño, etc.) pero la fuerza de este heurístico es tal que en sus modelos es suficiente para generar el cambio.
Este heurístico “lo frecuente es bueno” es una aportación importante por otra razón además de la de explicar el cambio de normas morales y es porque nos ayuda a entender la Falacia naturalista. La Falacia naturalista consiste en creer que lo que “es”, lo que es natural, es también lo que “debe ser”. Es decir, que de un hecho deducimos un valor moral. Lo “frecuente es moral” nos proporciona un mecanismo psicológico por el que conductas que son frecuentes se transforman en conductas buenas. Se mezclan dos planos lógicos distintos (el de la realidad y el de los valores), lo que es evidentemente un error, pero la existencia de este heurístico nos explica lo tremendamente frecuente que es este error de mezclar valores y hechos. Hay un sesgo similar al que estamos tratando aquí que se conoce como sesgo de la existencia (existence bias), según el que la gente prefiere las cosas que existen, las ven de forma más favorable que las alternativas. Por tanto, lo que existe, el statu quo, se asume como bueno, atractivo y deseable. Realmente, estos sesgos cognitivos parece que sí nos abren el camino hacia una explicación psicológica de la existencia de la Falacia naturalista.
Sin embargo, creo que “lo frecuente es bueno” nos ayuda a entender la causa próxima del cambio de valores o normas morales, pero no nos ayuda a explicar la causa última. Es decir, la pregunta última sería “¿por qué algo se hace frecuente?” “¿por qué algo se moraliza?”. Los autores sugieren que sí, que este heurístico puede explicar la moralización, que de dos cosas neutras moralmente, una de ellas se puede hacer más frecuente al azar y establecerse como un valor moral. Personalmente no lo veo claro. Una vez que algo se hace frecuente es verdad que este mecanismo psicológico de imitar lo más frecuente y de considerarlo bueno nos aclara muchas cosas. Pero no todo lo frecuente se considera bueno ni todo lo raro malo. ¿Por qué unas cosas se moralizan y otras no? ¿por qué algunas cosas consiguen extenderse en la población y pasar ese umbral crítico para conseguir reemplazar unos valores por otros y otras conductas no lo consiguen? ¿Podemos coger cualquier conducta y hacerla frecuente y por tanto que sea considera buena? Mi impresión es que “lo frecuente es bueno” no puede llegar tan atrás.
Creo que esos cambios iniciales responden a un cambio en la realidad social y que no son aleatorios. Por ejemplo, en el caso que hemos comentado al principio del cambio en la valoración de la evasión de impuestos en Sudáfrica y Méjico en distintas direcciones creo que eso se deberá probablemente a cambios sociales en esos países. Pero es un campo muy interesante para nuevas investigaciones.
Nos faltaría, para acabar, decir algo sobre el origen evolutivo de este mecanismo psicológico que nos lleva a pensar que lo frecuente es bueno. Las normas sociales sirven para coordinar las acciones de un grupo y para favorecer la colaboración. Para coordinar la acción de un grupo en caso de conflicto hay que decidir en qué bando se pone uno y decidirlo rápido para evitar una parálisis a la hora de actuar. Estar en el lado equivocado de un conflicto puede tener unos costes muy elevados y ésta parece la explicación del “lo frecuente es bueno”. A la postura más frecuente se le adjudicaría un mayor valor moral y así el grupo podría coordinar su acción de manera rápida y eficaz. Los hallazgos del estudio de que los juicios morales de conductas frecuentes se hacen con mayor rapidez apoya esta idea de que escoger bando sería más rápido cuanto más grande es la mayoría y así se evitaría el coste de estar en el lado equivocado.
@pitiklinov
Referencia:
6 comentarios:
Bonito.
Yo veo un problema del huevo y la gallina, pero tu pregunta me parece la clave:
- Es decir, la pregunta última sería “¿por qué algo se hace frecuente?” “¿por qué algo se moraliza?
Que yo diría que es lo mismo que preguntarse por qué hay una moral en primer lugar. Conviene saber a función de lo que mides pare entender la medición.
- Las normas sociales sirven para coordinar las acciones de un grupo y para favorecer la colaboración.
Tal vez no del todo. Podríamos comer sin normas y al gusto personal, sin que eso fuera ninguna falta de acción de grupo ni de colaboración. Por ejemplo, unos con cubiertos y otros con las manos. Pero todas las culturas desarrollan protocolos bastante complejos al respecto.
Mi apuesta: Lo que llamamos moral, que se podría definir como código de conducta / opinión de una sociedad, tiene dos funciones.
1. Proporciona identidad. Define "nosotros" como "los que hacemos / pensamos X".
2. Automatiza las conductas de bajo nivel.
Por ejemplo, dos perros desconocidos que se cruzan en la escalera necesitan pasarse un buen rato oliéndose y dándose vueltas para decidir si van a pelearse, ignorarse, o hacerse amigos. Dos humanos se limitarán a un -¡buenos días!- y a seguir cada uno con lo suyo. Automático. Los dos saben lo que va a hacer el otro. Ni le va a pegar, ni le va a abrazar. Y no pierden el tiempo con interacciones de bajo nivel.
Cierto que ese "bajo nivel" puede ir subiendo. Es muy distinta la "apuesta de fiabilidad" (el engaño en un trato entre desconocidos) en distintas sociedades. Y eso sí que facilita la colaboración. Y hace sociedades más ricas.
Al final nos queda: identidad, y conocimiento de lo que van a hacer los demás. Y esas dos funciones obligan a una característica. Tiene que ser muy universal. Si no, no puede funcionar. Por eso la moral es algo que se impone, y que nos pirramos por imponer.
La frecuencia podría ser una medición de la universalidad. Pero yo creo que el chiste de la moral es saber eso sin necesidad de medirlo. Si necesitaras estudiar la frecuencia, serías como un extranjero observando primero para saber cómo comportarte. Y no es así como funciona. Es al revés; la norma moral, que tiene su penalidad, crea la frecuencia.
¿Y cómo nace? ¿Porque algo se hace más frecuente, por pura chamba, y tenemos "instinto de copia", se convierte en moral? Bueno, también nos encanta mandar. Y algunos universales morales (de todas las sociedades) sugieren una posible selección a nivel de sociedad. La sociedad que impone el valor moral X tiene alguna ventaja sobre otras. Y en ese caso la "falacia naturalista" no podría no ser tan falaz.
Nota: Supongo que no podemos olvidar la íntima relación entre moral y poder, y de (neo) "moralización" como herramienta de un subgrupo para luchar por el poder.
Perdón por el rollo.
Bueno, creo que tu punto de vista no es incompatible del todo con el mío. Yo sí veo claro que la moral es una adaptación para favorecer la cooperación y en definitiva la convivencia dentro de un grupo. Es una especie de código de circulación social: No mates, no te acuestes con la mujer del prójimo, etc. Si no la tuviéramos sería un caos la convivencia, si me acuesto con quien me parece si mato al primero que me ofende, etc, mi tribu habría desaparecido hace mucho.
Hay que tener en cuenta que gran parte de nuestras acciones tiene que ser conjuntas, sociales, no individuales. Por ejemplo la de cazar. Y hay que ver cómo repartimos lo cazado. Si no ponemos normas en eso va a haber tortazos…
Pero eso no es incompatible con lo que tu planteas de que igual extendemos las normas morales a campos a los que no pertenecen o en lo del funcionamiento de bajo nivel. La existencia de la jerarquía y del pecking order, etc. en el fondo es una cuestión económica. No podemos estar cada vez que vamos a comer peleándonos. Nos peleamos una vez establecemos una jerarquía y el que gana come primero y luego el otro a partir de entonces y nos ahorramos tiempo y moratones. Como bien dices, las normas morales sirven para predecir y saber lo que van a hacer los demás y que no nos van a empujar delante del autobús en marcha, por ejemplo.
Pero las normas morales no son universales, aunque aspiran a serlo como dices y nos comportamos como si lo fueran, pero sólo llegan hasta los límites del grupo. De hecho no hemos conseguido unas normas morales universales todavía. Y yo creo que es porque diferentes realidades sociales y diferentes estilos de vida requieren diferentes normas. Y creo que las normas cambian para adaptarse a la realidad social, al estilo de vida de ese grupo. Cuando la opinión moral sobre la evasión de impuestos cambia en Sudáfrica tiene que ser porque ha cambiado la situación, tal vez porque el gobierno es corrupto y no cumple su función y entonces no pagar impuesto se ve como menos malo (es una conjetura a voleo).
Por ejemplo, creo haber leído que una costumbre de los inuit era que cuando una persona mayor gastaba más de lo que producía se dejaba morir (y creo que hay una película antigua, japonesa puede ser, sobre eso). No importa si es un mito urbano. A lo que voy es a que en determinadas circunstancias la eutanasia puede ser la mejor opción para no poner en peligro la vida de todo el grupo. Sin embargo, con nuestro estilo de vida industrial pues igual dejar morir a los viejos no es vital para nuestra supervivencia y deja de ser una norma moral.
Lo que quiero decir es que la moral (y en general las creencias) no son un ejercicio intelectual sino algo que por lo menos en parte tiene que basarse en una realidad. Este es un tema del que me gustaría hablar en el blog más adelante porque creo que es muy interesante.
Pero yendo a lo de las frecuencias y por poner un ejemplo extremo. ¿Podemos coger la pedofilia y empezar a darle publicidad y a que sea frecuente y a que se produzca un cambio de valores? Pues todo indica que no, ¿no? Quiero decir que lo de las frecuencias no me parece causa última. No creo que es tan sencillo como cambiar las frecuencias de una cosa y consigues un cambio moral. Lo de que unas cosas se hagan más frecuente o no es verdad que tiene un componente de imitación y de puro número pero no creo que eso lo explique todo.
No, no creo que decimos nada incompatible.
Cooperación, cazar. Los perros y los chimpas cazan con gran cooperación y protocolo. ¿Le llamamos "moral" a lo que les guía? No creo.
Para mi la gran diferencia está en el tamaño el grupo. Sí, seguro qe la tribu tiene tradiciones, aparte de lo que mande el jefe. Pero ahí el conocimiento de la conducta ajena viene del conocimiento de la persona. ¡Todos se conocen! El truco está en un sistema de poder aopostar con acierto la conducta de los *desconocidos*. Y yo creo que esa es la función de lo que llamamos moral. Por ejemplo, si eres una moza fermosa, en Zürich no te van a tocar el culo por la calle, y en El Cairo sí. Pero no lo sabes por la frecuencia que observas (se le gastaría el culo a la moza para aprender), sino por otro procedimiento. La moral.
- Pero las normas morales no son universales
No *las* normas morales, pero sí un buen puñado de ellas.
- No robes (dentro del grupo).
- No mates (dentro del grupo).
- No adulterio.
- No comas carne humana. Esta tiene excepciones en sociedades sin acceso a proteínas animales, pero desaparecen en cuanto desaparece la circunstancia.
- Protegemos la institución matrimonio, que es un pacto estable heterosexual para la cría. (Ya siento, pero era universal hasta ahora).
- Respeto a la jerarquía.
Seguro que hay más, pero se ve que sí hay universales. Y luego hay otro montón de normas morales completamente arbitarias y como a la carta. Y otras que parecen funcionales en un tipo de sociedades, como apuntas.
- Lo que quiero decir es que la moral (y en general las creencias) no son un ejercicio intelectual sino algo que por lo menos en parte tiene que basarse en una realidad.
Imagina que por instinto nos gustara (1) copiar, (2) mandar, y (3) los cuentos. Eso ya te da una dinámica para que surja la moral. Algunas veces se basará en alguna "realidad" (ej. no antropofagia), pero otras veces podría ser completamente arbitraria (ej. el color del luto o la forma / protocolos de vestir). Y yo creo que eso es lo que se ve.
Lo de la frecuencia me intriga. Podría verse así en usar la mano derecha, o en el "horror" por la homosexualidad. Pero en muchas cosas es indiferente. Vamos a esperar a que le des más vueltas. Y no puedo dejar de pensar que si el sistema fuera el conocimiento de la frecuencia, el aprendizaje sería a hostias. Y que si "no matarás" dependiera de observar pocos asesinatos, habría muchos asesinatos (mientras lo aprendes) ... y no se observaría la baja frecuencia. Además, en la moral es clave que si "pecas", otros se van a enfadar contigo. Vaya, la penalidad.
Estoy de acuerdo en que hay normas morales universales (o casi). La moralidad es una adaptación humana que se ha comparado al lenguaje. Todos tenemos la capacidad innata para el lenguaje pero cambia la lengua concreta que hablamos. De la misma manera, aunque no es una comparación perfecta, todos tenemos la capacidad para la moralidad (excepto psicópatas) y pueden cambiar un poco las normas concretas.
A los ejemplos que has puesto podríamos añadir la del tabú del incesto (con excepciones como los faraones de Egipto y algún otro caso) o la norma de reciprocidad. No creo que haya ningún lugar en el mundo donde la norma moral sea devolver algo malo al que te ha hecho bien o maltratar a los amigos que te han ayudado.
Yo me refería más a que no hemos conseguido una moral de aplicación universal. Por ejemplo, la misma declaración de derechos humanos no lo es. Los musulmanes tienen la suya, la declaración de los derechos humanos en el Islam o declaración de El Cairo:
https://es.wikipedia.org/wiki/Declaración_de_los_Derechos_Humanos_en_el_Islam
La moral aparece ya en grupos pequeños donde todos son conocidos. Un animal social de cierta complejidad la necesita y ya hay incluso conatos en chimpancés como ha estudiado De Waal. Cuando aparecen las grandes ciudades y grandes masas de población aparece el problema de tratar con desconocidos que señalas y las normas morales (y los dioses) tienen que evolucionar, aparecen los grandes dioses morales que nos vigilan, cosa que no había antes pero entre conocidos también hacen falta normas morales. Entre cazadores recolectores ya aparecen jetas que se quieren aprovechar del esfuerzo del grupo y mecanismos para pararles los pies. Todos esos mecanismos que ponen el bien común por encima del egoísmo individual son morales.
En cuanto a lo de la relación con la realidad lo aplazamos para más adelante y volvemos sobre ello
Había aquel chiste que decía "Todos a comer mierda, que millones de moscas no pueden estar todas equivocadas!"
Desde luego la regla "lo frecuente es bueno" delata una asociación, pero no la explica ... y no explica cual es la causa y cual el efecto ... pues eso, el huevo y la gallina ... Seguro que todas las partes son, cada una en su momento, causas ... Los individuos, la sociedad, el azar, las modas, el medio ambiente (incluso el ambiente económico ...). A veces estos factores empujarán al promedio, a veces lo seguirán ...
Pero es probable que cuando hay cambios, sobre todo desde malo a bueno, hay que pasar antes por una etapa de "aceptable" ... Algo que era malo se vuelve "aceptable", y a lo mejor un día será bueno ... Pero un cambio de malo a bueno tiene que pasar por una etapa de aceptación, una etapa en que se acepte aunque siga siendo malo ... Y no es lo mismo bueno que aceptable ... Hay muchas cosas que son "aceptadas" pero todos saben que buenas no son ... (un ejemplo es la corrupción).
A nivel evolutivo quizás no habría que darle demasiada vuelta buscando explicaciones ad hoc ... Pero Pablo tiene razón en mencionar el tamaño social, lo "frecuente" de una tribu puede tener sus razones adaptativas, pero cuando la tribu se vuelve horda, millones de personas en contacto físico, además conectadas e hipnotizadas por los medios de comunicación ... cuando pasa esto cualquier carácter evolutivo puede perder su valor de adaptación, y puede representar un límite, una debilidad más que ya no encaja con el entorno social ...
"escoger bando sería más rápido cuanto más grande es la mayoría y así se evitaría el coste de estar en el lado equivocado."
Pero esta conclusión no explica nada, porque tendríamos que preguntarnos cómo la mayoría ha pasado a ser tal desde su anterior condición de minoría. Un hecho interesante es el que descubrieron muchos antropólogos cuando se dieron cuenta de que, en contra de lo que parece propio de las "culturas ancestrales", los hombres primitivos no se atienen rígidamente a sus costumbres supuestamente "milenarias", sino que frecuentemente entran en conflicto entre sí al dar lugar a excepcionales -o ni siquiera tan excepcionales- violaciones de las normas tradicionales. http://unpocodesabiduria21.blogspot.com.es/2014/09/crimen-y-costumbre-en-la-sociedad.html
En la sociedad actual, en la que las libertades personales son tan valoradas, no deben sorprendernos los cambios en el proceso de moralización. Puesto que pretendemos atenernos a criterios de racionalización inspirados por la ciencia, estamos a la espera de argumentos por parte del perito de turno. Ahora mismo, acabo de ver en la televisión española noticias sobre el uso terapéutico del cannabis: tienen que ser los médicos los que, en base a cuidadosos estudios, dictaminen si el cannabis es "bueno" o "malo".
Sorprendentemente, estos criterios racionales podrían aplicarse a muchos otros ámbitos. Pero hoy, como en la sociedad primitiva, también estamos limitados por prejuicios... Esperemos que en menor medida...
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