miércoles, 25 de enero de 2017

Homicidio de Pareja Intima. Homicidio seguido de suicidio.

Un tipo especial de Homicidio de Pareja Intima es el Homicidio seguido de Suicidio (HS, en adelante) que reúne características tanto del homicidio como del suicidio. El suicidio sigue al homicidio en un plazo de tiempo variable aunque los estudios han utilizado con más frecuencia el criterio de 24 horas (aunque algunos han empleado un criterio de una semana o tres meses incluso). Este criterio puede hacer que se subestime el número de HS.

Con respecto a su frecuencia, se dan cifras de 0,2-0,3 por 100.000 pero la incidencia varía según el lugar, con una media en USA del 5% de todos los homicidios. Con respecto al porcentaje de HS dentro del grupo de HPI la media gira alrededor del 30% de todos los HPI. Belfrage y Rying  lo encuentran en un 24% de la muestra de HPI, sin contar los que lo intentaron. Bourget y cols. en una muestra en Quebec de los años 1991-1998 lo encuentran en el 40%. Rosenbaum en Albuquerque en una muestra de 1978-1987, un 20%. Una revisión en Massachussets de 2005-2007 halla un 28%. Campbell y cols, un 25%. La mayoría de los autores de HS son hombres, este es un crimen que pocas veces cometen las mujeres salvo cuando se trata de casos de filicidio, de asesinato de los hijos.

Marzuk ha propuesto dos subtipos de HS: 1) el tipo amoroso-celoso en el que un hombre joven mata a su esposa motivado según los informes por celos, rabia y paranoia y 2) el tipo “decadencia de salud”, en el que un hombre más mayor es el cuidador de una mujer enferma (suelen estar enfermos los dos) y se suman factores añadidos como dificultades económicas. Otra tipología divide los HS en tipos según la relación entre el homicida y la víctima: 1) HS relacionado con HPI, homicidio de la pareja, con una frecuencia de 42-69% 2) Familicidio o filicidio, homicidio de un familiar o de los hijos, 18-47% de los HS) y 3) homicido extra-familiar en el que la muerte es de una personas que no pertenece a la familia (12-26% de los HS). Estas tipologías no están validadas empíricamente y se necesitan más estudios.

Con respecto a la presencia de patología mental, la mayoría de los HS presentan una elevada psicopatología, principalmente depresión aunque hay que tener en cuenta que la información sobre enfermedad mental y abuso de sustancias no se recoge sistemáticamente en todos los estudios y cuando se recoge es aportada por familiares y amigos por lo que puede estar subestimada. En la muestra de Quebec de Bourget y cols, 33 de los 38 casos (67%) sufrían depresión mayor. Saleva y cols. encuentran 30% de depresión, otro 30% de supuesto trastorno mental y 20% de abuso de alcohol/drogas. Lecomte y Fornes en Paris encuentran 84% de enfermedad mental con mayor prevalencia de depresión que psicosis. Shiferaw y cols. en Suiza hallan 47% de enfermedad mental. Rosenbaum en Albuquerque encuentra 75% de depresión. Koziol-McLaine y cols. encuentran 50% de trastorno psiquiátrico. En la revisión global de Roma y cols., las conclusiones son: 39% de depresión, 20% de abuso de sustancias y 17% de psicosis. En el estudio de Logan y cols.(2008) un 10% están en tratamiento psiquiátrico en el momento del homicidio y se encuentran antidepresivos en sangre en el 36,4%. En el estudio de Cohen y cols, sin embargo, sólo un hombre del grupo de jóvenes y otro del grupo de mayores dio positivo para antidepresivos, a pesar de que según la información posterior 37% de los jóvenes tenían depresión, 11% abuso de alcohol y drogas, 15% habían hablado de suicidio y 4% habían realizado intentos de suicidio previos. En el grupo de mayores se informaba de depresión en 19%, otros trastornos mentales en 10% y amenaza de suicidio en 24%. Esto sugiere problemas para identificar y tratar la depresión.

Otros datos y características de los HS son los siguientes. El consumo de alcohol y drogas, aunque existe como vemos, es menor que en los HPI en general. En el estudio de Logan y cols., una alta proporción de los hombres (37,1%) son mayores de 50 años y según Cohen y cols la incidencia de HS en mayores de 55 es el doble que en menores de esa edad. Cuando el autor es un hombre, la víctima suele ser una mujer (77,7% de los casos) y los niños sólo en el 4%. Cuando la autora es una mujer, la víctima son los niños en un 48,6% y en el 40% la pareja masculina. Aproximadamente la mitad de los filicidios (51,5%) los cometen las mujeres. Sólo un 4,9% se creen debidos a  “homicidio compasivo” (mercy killing). En el estudio de Logan y cols.(2008) había conflictos de pareja en el 53,9% y en el 39,3% se cree que el acto fue una venganza por el divorcio o separación y el 17,8% se encontraban en los tribunales por juicios y demandas en relación a este hecho. En otras estudios el porcentaje de relación con una separación va del 48-73%.

Como hemos comentado más arriba, un tipo especial de HS es aquel en que las victimas son niños. Basarte y cols en 2006 encontraron que en un 14% de HS las víctimas son niños. Logan y cols (2013) han estudiado este tipo en concreto y encuentran que el 76% de los autores son hombres y en el 75% de los casos los autores son los padres/cuidadores. El 69% de los niños tienen menos de 11 años. En el 81 % de los casos en que el padre es el autor y en 59% de los que la madre es la autora hay discordia entre los padres. En el 52% de los casos en que la madre es la autora existe un trastorno psiquiátrico. El 29% de las madres estaba en tratamiento psiquiátrico en el momento del homicidio frente al 4% de los hombres.

Además de la violencia de pareja (63%), otros factores implicados en este tipo de HS, según Logan y cols (2013) son depresión (19%), otros trastornos mentales (16%) uso de alcohol en el momento del homicidio (16%) problemas laborales (12%) y problemas económicos (9%). Cerca de un tercio de los hombres homicidas no eran el padre ni el padrastro ni el padre adoptivo. Por contra, casi todas las mujeres autoras eran la madre biológica de los niños. En un 30 % de los caso en que el hombre era el autor se considera que los homicidios fueron cometidos sufriendo los síntomas de un trastorno mental. Un 7% se consideran homicidios compasivos, un 4% se realizaban con una carga parental excesiva y un 18% por circunstancias desconocidas.

Estudios previos han encontrado que 8-9% de los HS en general y 33-52% de los HS en los que las víctimas son niños son cometidos por mujeres. Logan y cols. encuentran que un cuarto de los HS con víctimas infantiles y un 40% de los HS en los que sólo hay víctimas infantiles son cometidos por mujeres. Como ya hemos comentado, 59% de las mujeres que cometieron el HS estaban pasando por un divorcio o ruptura y pasaban por problemas con la custodia y de tipo legal. También encuentran que la proporción de mujeres que mató a los niños como venganza contra el padre o para privarle de la custodia o de las visitas es similar al de los hombres que hicieron lo mismo.

En cuanto a la elevada frecuencia de patología psiquiátrica en las madres es posible que el estrés de criar un hijo sin apoyo del padre fuera uno de los desencadenantes, la mitad estaban divorciadas, separadas y viudas. También merece la pena señalar que aunque el 30% recibían tratamiento psiquiátrico esto no fue suficiente para evitar el HS, lo que sugiere que el apoyo de los equipos de salud mental no es un soporte adecuado cuando se dan otras circunstancias sociales y económicas adversas. 

Resumiendo, aunque una importante patología psiquiátrica está implicada en los HS, los HS son eventos violentos con múltiples antecedentes culturales, ambientales y psicológicos.  Los HS son probablemente resultado de una predisposición, de la cultura y de factores estresantes ambientales y biopsicológicos.  Es muy importante hacer estudios con autopsia psicológica para poder desarrollar estrategias de intervención y de prevención. Con respecto a esta última, el factor más importante es sospechar el potencial homicida en los  pacientes depresivos, especialmente si además se dan circunstancias como violencia de pareja íntima, enfermedad física, problemas económicos o abuso de sustancias. Debería prestarse especial atención a las situaciones de sobrecarga en cuidadores. También señalan algunos autores, como Logan y cols., que debería haber una mejor comunicación entre el sistema judicial y el sistema de salud mental ya que muchos homicidas estaban acudiendo los juzgados y debería ser más conocido el vínculo entre problemas legales de separación, trastorno mental y HS.

@pitiklinov


Bibliografía:

Cohen D, Llorente M y Eisdorfer Carl (1998) Homicide-Suicide in older persons Am J Psychiatry 155: 390-396

Eliason Scott (2009) Murder-suicide: a review of the recent literature. J Am Acad psychiatry Law 37: 371-6

Logan J y cols.(2008) Characteristics of perpetrators in Homicide-followed-by-suicide incidents: National Violent Death Reporting System- 17 US States, 2003-2005 Am J Epidemiol 168:1056-1064

Logan J y cols (2013) Homicide  Followed by suicide incidents involving child victims. Am J Health Behav 37(4) 531-542

Roma Paolo y cols (2012). Mental Illness in Homicide-Suicide: a review. J Am Acad Psychiatry Law 40: 462-8

Rosenbaum M (1990) The role of depression in couples involved in Murder-Suicide and Homicide. Am J Psychiatry 147:8 1036-1039









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