domingo, 14 de febrero de 2016

Dopamina y Soledad

Ya hemos hablado en el blog de la dopamina y la motivación y también de la dopamina como responsable de la Saliencia y de su relación con la psicosis. En esta entrada voy a comentar un estudio reciente que sugiere un papel de la dopamina en las relaciones sociales; se trata de un estudio muy preliminar realizado en ratones pero creo que nos enseña algunas cosas.

Lo que han hecho los investigadores es estudiar un núcleo concreto de neuronas dopaminérgicas, las del núcleo dorsal del rafe, y la sorpresa ha sido que juegan un papel en la respuesta al aislamiento social. Los autores utilizaron la técnica de la optogenética para activar de manera especifica este grupo de neuronas y lo que observaron es que, al activarlas, los ratones se animaban a interactuar con sus semejantes y pasaban más tiempo interactuando con ellos. Cuando inhibían las neuronas, los ratones interactuaban mucho menos de lo normal. La conclusión que sacan los investigadores es que en la vida normal del animal la activación de estas neuronas indica al animal que se encuentra solo y que busque interacción social.

Para intentar saber algo más los científicos activaron las neuronas sólo cuando los ratones estaban en una habitación concreta y vieron que los ratones aprendieron a evitar esa habitación lo que podría sugerir bien que la activación de las neuronas induce una señal negativa o que los ratones habían aprendido a buscar preferentemente una habitación donde hay compañía con preferencia a una que está vacía. Lo que también observaron es que los ratones a los que se les mantenía solos y se les activaba las neuronas del núcleo dorsal del rafe no mostraban signos de ansiedad. Esto sugiere que la señal de activación de estas neuronas no es necesariamente negativa. 

El equipo también encontró que había una relación entre el cambio de conducta de los ratones y su rango social, es decir, los ratones dominantes eran más sensibles a esta estimulación que los menos dominantes. La explicación del equipo es que las interacciones sociales son más gratificantes para los ratones dominantes porque tienen acceso prioritario a sexo y comida y tienden a vencer en los conflictos territoriales. Por ello, los ratones dominantes puede que experimenten con más profundidad un estado de soledad aumentando su deseo de buscar compañía social después de periodos de aislamiento. Digamos que son los que más pueden ganar de la interacción social.

El descubrimiento podría tener aplicación en problemas como la depresión, la esquizofrenia o el autismo, que se asocian también a disfunción de neuronas dopaminérgicas, pero lo interesante es darse cuenta de que no todas las neuronas dopaminérgicas hacen lo mismo. Hasta ahora se había pensado que las neuronas dopaminérgicas responden a estímulos positivos pero Mark Ungless, el líder del equipo que ha realizado este trabajo, ya había demostrado que se activan también ante estímulos negativos, como el dolor. Según Ungless, diferentes grupos de neuronas dopaminérgicas realizan diferentes acciones y es necesario entender la diversidad de estas neuronas para poder entender los trastornos neuropsiquiátricos en los que están implicadas.

Por supuesto, el camino es enorme hasta que se encuentren formas de poder activar neuronas de forma selectiva para ser utilizadas como tratamiento clínico pero este experimento abre una vía muy interesante para entender las bases biológicas del aislamiento social.

@pitiklinov


Referencia:





5 comentarios:

J. Camilo dijo...

Por un lado resulta interesante seguir aprendiendo de los sistemas dopaminérgicos. Por otro, parece que seguimos enrocados en un pseudolocacionismo en lugar de describir circuitos dinámicos en los que, obviamente, las funciones de un neurotransmisor trascienden nuestros conceptos de "NT del deseo, del amor, de la ansiedad, del miedo" etc... Sería algo así como fotografiar todos los días un tramo de la M30 y llegar a la conclusión de que los coches son los "transmisores de los asalariados", sin percatarse de que si es fin de semana igual el coche se dirige a la Sierra...

Pitiklinov dijo...

Efectivamente, parece que nuestra visión analítico-occidental de clasificar y categorizar las cosas se queda corta para entender el cerebro y que sería más aconsejable una visión más holístico-oriental. Como dices, hay que pensar en circuitos y en que una misma neurona probablemente puede hacer cosas diferentes por formar parte de circuitos diferentes.
A fin de cuentas, la evolución ha conservado de manera tozuda un número bastante limitado de neurotransmisores así que es muy probable que los haya reclutado según las necesidades para realizar funciones diferentes.
Un saludo

Unknown dijo...

Además si te fijas en los hábitos de la sociedad, la mayoría de la gente sólo hace lo que le han enseñado y visto, pero no piensan, trabajar y consumir, pero no pensamos, ya de pequeñitos nos implantan el materialismo y ser competitivos, también es importante el cooperativismo, cosa que se práctica poco en el ámbito laboral, no quiero hablar de muchas de las enfermedades del ser humano, es bastante largo, pero la mayoría se genera de la alimentación. La naturaleza es sabía y tenemos todo lo que nos hace falta para subsistir, es más importante ser competitivo y generar más riqueza, al precio que sea.

Unknown dijo...

Además si te fijas en los hábitos de la sociedad, la mayoría de la gente sólo hace lo que le han enseñado y visto, pero no piensan, trabajar y consumir, pero no pensamos, ya de pequeñitos nos implantan el materialismo y ser competitivos, también es importante el cooperativismo, cosa que se práctica poco en el ámbito laboral, no quiero hablar de muchas de las enfermedades del ser humano, es bastante largo, pero la mayoría se genera de la alimentación. La naturaleza es sabía y tenemos todo lo que nos hace falta para subsistir, es más importante ser competitivo y generar más riqueza, al precio que sea.

Unknown dijo...

La dopamina y las relaciones sociales, algo que seguramente hace unos años habría resultado chocante, dada nuestra tendencia como comentáis de clasificar las sustancias para una determinada función sin tener en cuenta las interrelaciones más complejas. Es probable que esta relación dopamina-relaciones sociales que encuentran los autores del estudio tenga también que ver con vías opioides endógenas. Se ha evidenciado que el sistema opioide endógeno modula la liberación de dopamina mesolímbica, relacionada con aspectos tan cruciales como el apego y el cuidado maternal de crías.
Cada vez es más evidente la teoría del conectoma, y desde aspectos evolucionistas, son sumamente interesantes los artículos que relacionan el sistema de la recompensa dopaminérgico con aspectos de apego y cuidado de crías. Las madres, mediante las conductas de crianza, reciben una recompensa similar o incluso superior al de la cocaína.