martes, 19 de septiembre de 2017

Del Nuevo Ateísmo a las Nuevas Religiones


El cerebro segrega pensamiento como el hígado segrega bilis.
- Pierre-Jean-George Cabanis (1802)

Hubo un tiempo en que se decía -y algunos todavía lo dicen- que Dios era el soporte de la moral y que si Dios desaparecía, el mundo se convertiría en una nueva Sodoma y Gomorra, en un lugar de depravación e inmoralidad inhabitable. En esta entrada propongo que lo que estamos viviendo hoy en día demuestra bien a las claras que esto no es cierto. Hace tiempo que Dios ha muerto pero la moralidad goza de una salud excelente, yo diría que excesiva.

Hace unos años se puso de moda el Nuevo Ateísmo de la mano de los famosos cuatro jinetes del apocalipsis: Richard Dawkins, Daniel Dennett, Christopher Hitchens y Sam Harris. Aparecían con frecuencia en los medios pero Hitchens falleció, Dawkins desde sus problemas de salud tiene un perfil muy bajo, Dennett está desparecido en combate y el único que sigue activo es Sam Harris. Llegaron a tener un impacto en la sociedad pero su influencia ha desaparecido. Su lugar ha sido ocupado, paradójicamente, por Nuevas Religiones como el feminismo, el altruismo efectivo, los guerreros por la justicia social, lo políticamente correcto, etc.

Una religión es una estructura compleja  con muchos componentes. Uno de los ingredientes más obvios es la creencia en seres sobrenaturales. No es en ese sentido en el que hablo de nuevas religiones. Sabemos también que la religión cumple otras funciones sociales como unir al grupo (se dice que religión viene de religare -unir- pero no sé si es cierto) y favorecer la colaboración entre los miembros de una sociedad. También sienta las normas de conducta por la que deben regirse sus miembros y sabemos que ese papel de control social se potenció cuando las sociedades se hicieron más grandes y había que interactuar con desconocidos. Los dioses de los cazadores recolectores no se metían en la vida de la gente pero lo que apareció con la época de los reinos y los imperios posteriores a la agricultura fueron unos grandes dioses que sí tenían una agenda moral y se encargaban de vigilar que todo el mundo hiciera el bien y de castigar los actos moralmente ilícitos.

Es en este sentido en el que hablo de religión, en el de un sistema de creencias y de normas morales que no pueden ser discutidas, en el de la existencia de un dogma, de una ortodoxia y de unos mecanismos dedicados a vigilar y castigar al que viola las normas. Es en ese sentido en el que parecen estar surgiendo nuevas religiones como hongos. Por poner un ejemplo de dogma referido al feminismo, hace un tiempo el Pais informaba de un estudio coordinado por la Secretaría de Estado de Seguridad, en el que participa un equipo de criminólogos y psicólogos, para averiguar las causas de los homicidios de pareja. Muchas feministas protestaron la conveniencia de ese estudio dado que ya sabemos la causa (el machismo) así como la solución (más feminismo). Jesús Zamora Bonilla trató de forma excelente este tema.

La búsqueda de la virtud y de la santidad es una característica de nuestra época. Por ejemplo, si hablamos del altruismo efectivo, hay gente que se ha dedicado a una carrera en bolsa (en lugar de algo que personalmente les atraía más) porque eso les permite tener más ingresos y donar así más dinero a las organizaciones benéficas más eficaces y hacer así el mayor bien posible, que es el objetivo (aunque ahora se cuestiona si trabajar para Wall Street y así donar más dinero es bueno) . Ha aparecido un nuevo derecho que es el derecho a no ser ofendido pero como no todos pensamos igual siempre existe la posibilidad de decir algo que sea ofensivo para alguien así que la mejor manera de no ofender es no decir nada. Y en EEUU está en todo su esplendor un debate sobre la libertad de expresión y sus límites, libertad que se quiere restringir. Dios no existirá pero no dejan de aparecer nuevos pecados: comer carne, fumar, ir en coche a trabajar…

No entro a discutir la calidad moral o no de todas estas cosas, sólo describo una situación que a mi modo de ver se caracteriza por una hipertrofia de la moral, por un boom moral que afecta a cada vez más esferas de la vida y que puede llegar un momento en que sea asfixiante. En las universidades americanas la gente tiene ya miedo de hablar y va por los pasillos mirando al techo para no hacer algo que sea malinterpretado aunque también no mirar a la gente puede ser probablemente una ofensa.

Parodiando la cita de cabecera, podemos decir que el cerebro humano produce religión, dioses, y normas morales igual que el hígado produce bilis. Está claro que Dios no es la causa de las normas morales  sino más bien una consecuencia. Porque Dios ha muerto pero cada vez menos cosas están permitidas. Dios ha muerto pero cada vez hay más mandamientos, dogmas e Inquisición. Dios ha muerto pero cada vez hay más pecados. Un fenómeno digno de estudio.

@pitiklinov


17 comentarios:

plazaeme dijo...

Y tanto que es digno de estudio. ¿No nos acordamos de cuando parecía que las religiones iban a desaparecer, por la llegada de un mundo más racional y científico? Parecía como una especia de Nueva Ilustración. Y a final, las religiones en sentido estricto sí han ido retrocediendo, pero no los dogmas. O la ocupación por la moral de los espacios en los que no debería estar -- según una idea "ilustrada".

También ha coincidido otro factor al mismo tiempo que podría ser muy relevante. Lo que se puede llamar, por abreviar, "globalización". El crecimiento exponencial de las conexiones entre los fulanos, que en la práctica supone un aumento brutal del tamaño de la sociedad en la que vive cada uno. En este sentido es como pasar de bandas más menos aisladas a tener Göbekli Tepe.

Pero claro, para saber si se pueden suprimir las religiones, o en sentido más amplio los sistemas dogmático-morales, hace falta saber lo que se pierde. Lo que hacen. Y también lo que se puede hacer con ellos. Porque si resulta que algunos desaprensivos les pueden sacar partido, y funciona, sabes que eso ocurrirá.

Por una parte está laro que cierto nivel de dogma es imprescindible. Por ejemplo, no sería buena idea que cada persona examine racionalmente la idea de la antropofagia para llegar a una conclusión. Es mucho mejor tener un tabú, y automatizarlo. Pero también sabemos que el dogma puede tener tremendos efectos perniciosos si se aplica sin cuidado, y donde no toca. Por ejemplo, en ciencia. Y se está haciendo cada vez más. Y ya en política ni hablemos.

Entonces, lo primero que necesitamos es cierta digestión intelectual y formal del asunto. Una especie de Guía de Uso de los Sistemas Dogmático-Morales. Ahormar la bestia, por así decir.

Vamos a poner un caso.

- Premisa: En democracia, política es lo que se discute. Y por eso ocurre en PARLAmentos.

- Premisa: Moral es lo que NO se discute. Por eso no discutimos si conviene comer carne humana. Es tabú; punto.

- Conclusión: Moralizar (dogmatizar) la política es un atentado contra la política en una democracia. Porque la moral se impone, pero no se discute.

Y aquí se puede cambiar política por cualquier otra actividad en la que los dogmas no son la mejor estrategia. Tal vez haya que pensar en atacar por tierra mar y aire los sistemas dogmático-morales cada vez que se salen del cauce. Pero no es fácil; no son pocos los desaprensivos que le están sacando partido.

Heber Rizzo dijo...

Muy lúcido, y altamente recomendable.
Felicitaciones.

Pitiklinov dijo...

Muy buena reflexión...
de la globalización que supone Internet voy a hablar en la próxima entrada a propósito de un artículo muy interesante que acaba de aparecer.

De lo otro yo tampoco sé dónde está ese equilibrio. Por definición las verdades de la ciencia son verdades provisionales y deben ser discutibles. Pero no sé si eso llega hasta el extremo de que haya que dejar discutir que la tierra es plan y no redonda..., pero puestos al elegir soy partidario de que se discuta y no prohibirlo. Las verdes de la religión son indiscutibles y absolutas y por eso es muy peligroso moralizar la ciencia y la política. Muy de acuerdo

Pitiklinov dijo...

gracias, Heber por tu apoyo

plazaeme dijo...

Esto es muy laaargo,y hay que verlo a cachitos. Y empecé anoche, y estoy lejos de acabar. Pero creo que os va a gustar mucho, y que tiene mucho que ver con el tema de la entrada:

https://www.youtube.com/watch?v=6G59zsjM2UI

plazaeme dijo...

Tal vez lo de la tierra plana no sea el mejor ejemplo. Y no se me ocurre ningún motivo para no dejar que se discuta. Pero yo creo que hay un caso mucho mejor. La evolución. Por extraños motivos, hay mucha gente en EEUU en contra de la idea. Algunos de ellos son gente inteligente y científicamente preparada.

Vale; ¿y eso es malo, o es bueno? Yo creo que puedo defnder que es muy bueno. Tiene dos efectos.

1. Una parte del público no cree en la evolución. Vale, ¿y? Van a creer lo que les dé la gana, con o sin permiso. Y a los demás no nos afecta lo que crean.

2. Como hay gente competente discutiendo la idea, quiere decir que buscan y encuentran todas las pegas posibles de la teoría. Y el efecto de eso es que la teoría vaya mejorando a base de solucionar esas pegas. Lo que quiere decir que el efecto es mejorar el conocimiento. O sea, es algo positivo, no negativo.

Nota: lo de las vacunas es más delicado porque sí nos afecta a los demás. Pero la evidencia *empírica* (que no tienen otras ciencias dogmático-morales como el cambio climático) parece suficiente pare mantener en problema controlado.

Cristina dijo...

Muy bueno!Gracias!

Javier Bilbao dijo...

Muy interesante, yo diría que las democracias occidentales funcionaban en décadas previas de tal forma que de la moral se encargaban los curas y los libros sagrados, mientras que los políticos eran gestores. De esa forma se podía votar a uno o a otro sin que eso pareciera una "traición" a los valores más íntimos, a tu identidad. Así que el debate público era, digamos, "amoral", desapasionado y (relativamente) racional. Pero las creencias religiosas tradicionales han perdido vigor, y ese hueco como dices se ha ocupado rápidamente. El problema es que esas religiones de sustitución ahora las marcan los propios políticos, ya no hay esa distinción previa, y ahora la moral y la política están íntimamente unidas, como decía Alberto Garzón "una persona de izquierdas no puede ser corrupta". Eso hace que el debate político sea hoy en día ya casi imposible, porque ahora es un choque de moralidades, de identidades, no se sopesa racionalmente los pros y contras de la misma manera que uno no se pone a debatir con quien entra en su casa a matarlo, con el Mal no se negocia. Es decir, ya no hay una base común de valores compartidos y pre-políticos (más aún teniendo en cuenta la inmigración) y eso creo que puede dar lugar a una situación explosiva.

Pitiklinov dijo...

gracias por la aportación; Javier, muy interesante lo que comentas

Pitiklinov dijo...

Gracias, es un poco largo pero seguro que Jordan y Bret tienen mucho que decir sobre este tema, habrá que ir poco a poco

Ensoñaciones Diurnas dijo...

Dawkins, Denntt, Harris y Hitchens, con todo lo que puedan simpatizarme, contribuyeron al estado actual de los acontecimientos. Seria interesante que alguno de ellos escribiera hoy un "Cartas a una nacion posmoderna". Hoy los unicos cientificos celebres que conozco que le hacen frente de verdad a los nuevos dogmas son Gad Saad, Jordan B Peterson y Jonathan Haidt. Que diferentes podrian ser ahora las cosas si los jinetes del apocalipsis le hubirran dedicado menos tiempo a la lectura de la Bibila y mas lectira a Foucault, Lyotard y Derrida

Ensoñaciones Diurnas dijo...

Dawkins, Denntt, Harris y Hitchens, con todo lo que puedan simpatizarme, contribuyeron al estado actual de los acontecimientos. Seria interesante que alguno de ellos escribiera hoy un "Cartas a una nacion posmoderna". Hoy los unicos cientificos celebres que conozco que le hacen frente de verdad a los nuevos dogmas son Gad Saad, Jordan B Peterson y Jonathan Haidt. Que diferentes podrian ser ahora las cosas si los jinetes del apocalipsis le hubirran dedicado menos tiempo a la lectura de la Bibila y mas lectira a Foucault, Lyotard y Derrida

peaknik dijo...

Soy de los que lee y nunca comenta, pero la inclusión en la lista de pecados de "ir en coche a trabajar" me ha hecho reaccionar. ¿Por qué consideras un nuevo pecado a esto?

Pitiklinov dijo...

porque aumentas el calentamiento global, la polución, etc...

peaknik dijo...

Perdón, quizás no me expliqué bien, de hecho estoy de acuerdo en que se debe reducir el uso del coche privado en las grandes ciudades, pero, porqué acabamos presentando esto como un "pecado" y no como una obligación ciudadana, una responsabilidad tan importante como tantas otras regulaciones necesarias en sociedades complejas?

Pitiklinov dijo...

claro, esa es la cuestión. Alguna gente moraliza esas y otras cosas.

Félix Maocho dijo...

Como siempre que te leo, no se si tienes o no tienes razón. Mi opinión, es que exageras un poquito, quizá por aclarar mejor los conceptos. Pero eso si, en cualquier caso, tus post son muy amenos y hacen pensar, Por solo eso, ya mereces una felicitación