La igualdad entre los sexos es una preocupación de primer orden en nuestra sociedad lo que hace que cuando no la observamos nos llame mucho la atención. En esta entrada voy a hablar de las diferencias que se observan en las llamadas carreras STEM (ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas) donde el porcentaje de mujeres no aumenta con el paso de los años a diferencia de lo que ha ocurrido en otras carreras. La explicación que se da siempre que las mujeres están poco representadas en un campo es que existe discriminación. También se recurre a la educación o la socialización como origen de estas diferencias. Lo que voy a argumentar es que estas diferencias en resultados no tienen por qué deberse necesariamente a discriminación sino a los diferentes intereses y preferencias de cada sexo. Si mi argumento es bueno no existe nada negativo en esta desigualdad de resultados siempre y cuando garanticemos una igualad de oportunidades para todo el mundo, independientemente de su sexo, raza o religión.
Quiero mencionar, aunque no va a ser el objeto de esta entrada, que también puede haber una diferencia en capacidades entre los sexos. Por ejemplo, es un hallazgo muy replicado que los hombres puntúan más alto que las mujeres en capacidades visuo-espaciales y en matemáticas (por ejemplo, en la prueba SAT para entrar en las universidades americanas los chicos puntúan 30-40 puntos más alto que las chicas desde 50 años) mientras que las mujeres puntúan más alto en habilidades verbales y de escritura. Estas diferencias serían relevantes para el tema que nos ocupa.
Pero voy a comentar un estudio que es especialmente interesante porque hace un seguimiento de chicos y chicas con un alto rendimiento en matemáticas, todos ellos se encuentran en el tope 1% de rendimiento. Se trata del estudio SMPY donde se incluyen a chicos y chicas especialmente dotados en matemáticas a la edad de 13 años y se les sigue durante 40 años. En los artículos que tenéis en las referencias el primero son los resultados a los 20 años y el segundo a los 40 (tenéis el .pdf de ambos en abierto).
Lo primero que hay que decir es que estos chicos y chicas consiguieron unos éxitos importantes en la vida. El porcentaje de licenciaturas, masters y doctorados que consiguen tanto chicos como chicas está muy por encima del de la población general. No os voy a aburrir con cifras. Como grupo escriben 85 libros, 7.572 artículos, registran 681 patentes y reciben 358 millones de dólares en becas. Así que lo que se puntúa en test de habilidades matemáticas a los 13 años (y también en los test de Cociente Intelectual) sí predice resultados en la vida.
Pero lo que también observamos es que hombres y mujeres siguen caminos ligeramente diferentes. En la primera imagen tenéis las ocupaciones a las que se dedican. Hay dos cohortes según los años en que se recluta los participantes. En la primera cohorte la ocupación principal es la de ejecutivos y administradores pero los hombres se dedican más a ingenierías, ordenadores, medicina y leyes. Las mujeres prefieren medicina y ciencias de la salud, ingenierías y leyes. Se observa que las mujeres son más eclécticas en sus elecciones de carrera. En la segunda cohorte los hombres se dedican sobre todo a matemáticas y ordenadores seguido de gestión, ingenierías, enseñanza post-secundaria y medicina. Las mujeres se dedican sobre todo a gestión matemáticas, ordenadores, leyes, medicina y enseñanza post-secundaria.
En cuanto a prioridades en la vida o estilo de vida hay diferencias significativas entre hombres y mujeres en algunos ítems (ver segunda imagen). Los hombres dan más prioridad a “ser exitoso en mi línea de trabajo” “inventar o crear algo que tenga un impacto” (si os fijáis en los datos del segundo artículo los hombres registran más patentes que las mujeres) y tener “un montón de dinero”. Las mujeres consideran más importante “tener buenas amistades”, “mantener contacto personal con los padres”, “vivir cerca de padres y familiares”, “tener hijos” y “tener una vida espiritual significativa”. Podemos decir que los hombres están más centrados en su trabajo y carrera mientras que las mujeres tienen unas prioridades más equilibradas entre carrera, familia y amigos.
Los hombres acaban ganando más que las mujeres. Pero tenemos que tener en cuenta las prioridades que acabo de señalar y otras como que el porcentaje de los que no quieren trabajar más de 40 horas es mucho mayor en mujeres, que más mujeres prefieren jornadas parciales, que las mujeres con hijos trabajan menos horas, que los hombres pasan más días fuera de casa por razones laborales, etc. Este tema de las diferencias de ingresos ya lo hemos tratado en el blog anteriormente.
Pero hay una cosa que creo que es esencial del estudio. Que tanto hombres como mujeres se consideran especiales, exitosos, de primer nivel, poseedores de grandes cualidades, con igual autoestima y con igual satisfacción en cuanto a lo que han conseguido en la vida. Lo que observamos es que hombres y mujeres con un nivel de estudios similar han construido unas vidas satisfactorias y con sentido siguiendo caminos ligeramente diferentes. Existen diferencias en cómo los hombres y las mujeres estructuran sus vidas e invierten su tiempo pero no en cómo ven sus logros y sus relaciones o en su visión positiva de la vida.
Si tomáramos como única medida de justicia social la igualdad en resultados esto significaría que tendríamos que impedir que muchos hombres y muchas mujeres hagan aquello que les gusta y empujarles a hacer lo que no les gusta. Pero eso sería si esas políticas funcionaran y hay datos de que no funcionan. Acaba de publicarse una investigación que encuentra que un programa de actividades de enriquecimiento y de estímulos para interesar a los alumnos en las carreras STEM no ha conseguido que luego elijan esas carreras.
El estudio que hemos comentado nos indica que existen múltiples maneras de construir una vida satisfactoria, productiva y con sentido; demos a todos las mismas oportunidades y dejemos luego que cada uno busque la suya y su propio camino. Como dicen los anglosajones: “si no está roto, no lo arregles”.
Referencias:
15 comentarios:
La vida diaria es el mejor estudio para saber por donde van los intereses de cada sexo, que los hay y bien diferentes. El primordial hecho de parir, nos hace tan diferentes como privilegiadas. Ante los hijos, no hay para las mujeres, en general, nada más importante. Esto es básico para entender el porqué de las diferencias laborales. La mujer quiere ir a comer a casa con los niños, estar cuando llegan del colegio, acostarlos...El hombre se "escapa" cuando puede de estos asuntos y todo lo que signifique doméstico. Si no entendemos esto, tan importante, de donde parte todo lo demás ( las relaciones sociales, el cuidado de los familiares,la amistad, el sexo) no nos entenderemos. Dicen algunos hombres que, cuando llega el primer hijo, se van al "banquillo" algo tan cierto como indeseable. La mujer no puede evitar, cuando nace un hijo, ponerlo el primero de la lista, por encima de todo lo demás. Tiene razón el hombre cuando se siente relegado a un segundo plano. Somos tan diferentes, para todo, que es un milagro que podamos acercarnos en algún momento, que suele ser el enamoramiento y los intereses por los hijos. Poco más.
Completamente de acuerdo con el comentario y la exposición de "Anómino". Hombres y mujeres somos muy diferentes. Es absurdo, en mi opinión, seguir dando vueltas a lo contrario. Obviamente, tendríamos que tener los mismos derechos y oportunidades, pero somos muy distintos.
En un post anterior en el que Pitiklinov abordaba una cuestión parecida, yo incluí unas líneas del libro "Blindspot" de Banaji y Greenwald (capítulo 6 "The Stealth of Stereotypes"), en el que se mencionaba este asunto de las "mates" en las chicas y en los chicos.
En este post que comentamos, se ha escrito:
"es un hallazgo muy replicado que los hombres puntúan más alto que las mujeres en capacidades visuo-espaciales y en matemáticas (por ejemplo, en la prueba SAT para entrar en las universidades americanas los chicos puntúan 30-40 puntos más alto que las chicas desde 50 años) "
Pero yo ya no sé qué pensar, porque el libro que he mencionado dice todo lo contrario a lo de que las diferencias de resultados de los exámenes de matemáticas por sexos se mantienen a lo largo del tiempo. Vuelvo a poner el párrafo:
"The preponderance of boys with high SAT math scores has gone from a 10.7:1 ratio favoring boys in the 1980s to 2.8: 1 in the 1990s. In other words, the ratio favoring boys was nearly four times as large a mere decade earlier. Such a rapid closing of the gap between groups that used to be strikingly different should be surprising to those who favor a largely genetic explanation for gender differences in math ability, because genetically based differences cannot be reduced so dramatically in such a short period of time."
Lafuente de estos datos sería: Goldstein, D., & Stocking, V. (1994). TIP studies of gender differences in talented adolescents. In K. Heller & E. Hany (eds.), Competence and responsibility, vol. 2 (pp. 190–203). Ashland, OH: Hofgreve.
Y en Google tampoco el asunto está tan claro..
“se han hecho estudios en aulas proponiendo en concreto un problema matemático y automáticamente las niñas sacaban peor resultado que los niños; mientras que en otras aulas se proponía un juego (siendo el mismo ejercicio matemático) y los resultados eran iguales entre chicos y chicas”.
http://www.aulamagna.com.es/matematicas-no-genero-sino-numeros/
En fin, ni quito ni pongo rey, pero me parece que el tema se está complicando por motivos que poco tienen que ver con la ciencia del comportamiento...
¿Cuántas veces habrá que repetir la contundencia de estos datos para que socialmente comiencen a ser considerados? ¿Cuánto más habrá que decir que no es de recibo atribuir a discriminación los resultados en las carreras técnicas pero atribuir a méritos propios los mejores resultados en ciencias de la salud o letras?
Lo que ya resulta asombroso es que se considere que haya que corregir lo primero, pero seguir alentando lo segundo. ¿Se puede seguir hablando de discriminación cuando ellas son mayoría en las universidades y en titulaciones? ¿Se puede seguir hablando de discriminación cuando el fracaso escolar masculino casi duplica al femenino? ¿Qué más tiene que pasar para considerar que algo falla en el planteamiento feminista?
El nacionalismo siempre es avaricioso y el feminismo de género a lo que más se parece es a una forma de nacionalismo, basado en el sexo, pero nacionalismo a fin de cuentas.
El mismo análisis se podría hacer entre diversos pueblos y culturas. Unos son más proclives a las matemáticas que otros. ¿Ha sido la naturaleza, la genética o quizás el azar el que ha producido las circunstancias adecuadas para que unos pueblos las hayan desarrollado más que otros?
Naturaleza, genética, azar... Instituciones, relaciones de vecindad, situación geográfica,
El peso de las mujeres en la enseñanza universitaria es del 54% porcentaje que se eleva al 58% entre los titulados. Es decir el peso de los varones en la matrícula universitaria es del 46% porcentaje que se rebaja al 42% entre los titulados.
Son datos sencillos pero incontestables 58% mujeres/42% varones. Si se quiere afinar un poco más se puede decir que, entre los estudiantes universitarios, las mujeres están por encima del 50 % en:
- Ciencias sociales y jurídicas
- Artes y Humanidades
- Ciencias de la salud
- Ciencias
Únicamente están por debajo del 50% en
- Ingenierías y Arquitectura.
En cuanto al fracaso escolar el masculino casi duplicó al femenino durante todo el período de la LOGSE y ahora la brecha es algo menor pero no mucho menor.
Evidentemente podemos especular. Pero estos datos son un buen reflejo de la realidad educativa en nuestro país.
Las estadísticas se pueden interpretar de otro modo: hace 100 años no había apenas mujeres en las disciplinas que citas. ¿por qué ese empeño en predecir el futuro?
Continuando con mi exposición diré que si todavía se profundiza más en el detalle nos encontramos con que las mujeres representan el 75% del alumnado en Educación y un 70% en Salud y Servicios Sociales, más en concreto un 80% en Enfermería y más de un 81% en Trabajo Social y Orientación…
Podría seguir desglosando datos pero la situación debería estar clara, salvo para ese “anónimo” que no sé si es él A o el B o quizá un sinónimo y pretende que es posible debatir desde una máscara y cree que hablo del futuro y no del presente, o el pasado inmediato. Parece que no solo se le atragantan las cifras también en qué dirección está el mañana.
Pero hablando de futuro ya escribí recientemente que según Keynes: a largo plazo todos muertos. Utilizó esa expresión harto de escuchar a los economistas oficiales decir que el mercado a largo plazo resolvía todos los problemas, también por supuesto el del paro, eludiendo con ese dogma el sufrimiento real de la gente tras una crisis como la 1929. Gente que no podía esperar eternamente a que el mercado decidiese volver a ponerse en marcha.
Creo que anónimo está en la postura de aquellos economistas. Esperemos a ver qué pasa que no sabemos lo que nos puede deparar el futuro – nos dice. No hagamos lectura porque una cosa y su contraria son ciertas y nada es verdad o mentira sino del color del cristal con el que se mira. Me atrevo a sugerirle que visione aquel capítulo de la Teoría del Big Bang en que un novio de Penny confunde un átomo con un planeta y para disculparse alega algo así como que para la ciencia ningún asunto está completamente cerrado y resuelto.
Pero volviendo a lo nuestro. Lo chocante de esta situación es que según la teoría oficial el único dato válido sería el de la menor proporción de mujeres en carreras técnicas. Ese sí demostraría discriminación y representaría brecha, sin que nada de todo lo demás importe. Una igualdad singular ¿no?
Quizás haya que explicar por qué es difícil hablar del futuro. Estamos hablando de seres vivos, hombres y mujeres y de sociedades en los que intervienen muchos factores para que adopten una determinada forma, que siempre será provisional. Son procesos dinámicos y cambiantes por lo que no creo que se pueda justificar, en base a unas estadísticas actuales, que el comportamiento de un grupo, las mujeres, corresponda a alguna esencia natural (creo que genética) inamovible.
El desastre de nuestro sistema educativo no es solo que haya condenado a un tercio de la población al fracaso escolar con la LOGSE, y ahora lo haga con más de un cuarto de la misma, es que por arriba ha convertido a la universidad en una fábrica expendedora de títulos en muchos casos carentes de cualquier valor.
Que no solo no haya conseguido que las mujeres se enganchen a las carreras técnicas sino que haya conseguido que también sean menos los varones que se apuntan a las mismas (-30%), pero también que mientras el paro entre los jóvenes bate récords mundiales, haya profesiones, sobre todo las relacionadas con la nueva economía y el big data para las cuales no hay oferta de trabajo y las empresas hayan de recurrir a la contratación de extranjeros.
Siento que estos datos incomoden a anónimo pero a mí me parecen imprescindibles para saber de qué estamos hablando.
Un sistema educativo que lleva muchos años negando a las matemáticas y la ciencia el papel que deberían corresponderles y que ahora descubre que uno de los cuellos de botella de nuestra economía es este de la educación y que en absoluto estamos preparados para afrontar los retos del mundo que se nos echa encima.
Con datos de 2011 la población española entre 25-34 años se repartía del siguiente modo: un 39% con universitarios, un 26 % con estudios secundarios y un 35% de personas que en su inmensa mayoría no contaban más que con estudios primarios como consecuencia de un fracaso escolar crónico del entorno del 30% y en consecuencia sin el título mínimo para moverse por la sociedad y la vida: el de graduado en ESO.
El resultado no puede ser más clasista y sexista ya que entre ese 35% de personas, que no alcanzaron el nivel de la ESO, el porcentaje de varones es el doble que el de féminas y en la universidad sucede lo que he venido contando en otros comentarios. Y todo ello como consecuencia de la "mejor voluntad". La LOGSE se redactó con la intención de evitar discriminaciones y corregir desigualdades. Aunque a lo que se ve la única discriminación y desigualdad no contemplada era la relativa a los varones.
Hola Emilio,
gracias por los comentarios y los datos. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Creo que la explicación de por qué pasa eso y por qué las desventajas y discriminaciones que sufren los hombres son invisibles es la ideología feminista. Esta ideología explica todo por el supuesto patriarcado que sería la opresión sistemática de las mujeres por un sistema creado por los hombres y para el beneficio de los hombres. Por lo tanto, se deduce de ello que los hombres son privilegiados en ese sistema. Todo lo que sea demostrar que el sistema oprime también de diferente manera a los hombres refuta su planteamiento y todos los datos y pruebas de ello se esconden debajo de la alfombra. Y fíjate que digo "también" porque no creo que se trate de un juego de suma cero, es decir que si hay opresión contra los hombres entonces no la hay contra las mujeres. Pueden existir las dos a menos que alguien me demuestre alguna ley física que impida que este sistema, esta sociedad o esta cultura utilice y manipule ambos sexos de diferentes maneras.
Pruebas y datos de lo que digo las da David Benatar en su libro el Segundo sexismo: https://evolucionyneurociencias.blogspot.com.es/2016/07/el-segundo-sexismo.html
el mecanismo siempre es el mismo: se mira que las personas más poderosas son hombres pero no que las más pobres y sin hogar también lo son. Se mira que a una mujer le han pedido usar tacones en el trabajo, pero no que a los hombres se les pide usar traje y corbata...etc, etc. etc.
Pero si planteas que los hombres tienen desventajas automáticamente la gente entiende que estas negando las discriminaciones o desventajas de las mujeres y una cosa no quita la otra. Por lo visto esto es un salto lógico y de uso de una facultad llamada inteligencia humana que es difícil de dar para mucha gente en este momento histórico en el que nos encontramos.
En fin, ahora mismo no está en el posible adyacente de la sociedad ver las desventajas masculinas y es darse contra la pared hablar de ello.
Pero precisamente por eso creo que es obligación hacerlo.
Un saludo
Gracias a tí por tu entrada. Un saludo
Todo comenzó con el feminismo de género el cual ha degenerado en esto. Si hasta las más feministas pero de corrientes anteriores se echan las manos a la cabeza por la poca sesera de estos planteamientos.
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