domingo, 21 de mayo de 2017

El engaño de Sokal, replicado

Peter Boghossian
En 1996 el físico Alan Sokal envió a la revista postmoderna Social Text un pseudoartículo científico que era un popurrí de incoherencias sacadas de la mecánica cuántica y de la jerga de los filósofos franceses como Derrida, Lacan o Irigaray concluyendo que la gravedad cuántica era un construcción social. El artículo se publicó con todos los parabienes. Los detalles los podéis leer en este artículo de Naukas.

Pues bien, se acaba de publicar en la revista Cogent Social Science un artículo titulado: “El Pene conceptual como una construcción social” que es también un engaño (está disponible en abierto). Los autores reales del artículo son el físico James Lindsay y el filósofo Peter Boghossian y explican en este artículo de Skeptic cómo lo escribieron. Han utilizado la típica jerga de los estudios de genero, la “toxicidad masculina”, cosas que se sacan de la manga como la sociedad pre-post patriarcal, culpan al pene conceptual del cambio climático, dicen que el manspreading es una violación del espacio vacío alrededor, y se inventan parte de las referencias con el generador postmoderno, disponible en Internet. Lo que pretendían demostrar es el bajo nivel de estos estudios de genero y que se publica en estas revistas cualquier cosa que encaja con las ideas postmodernas sobre el género. Evidentemente lo han conseguido.

La explicación que dan los autores del artículo para que pueda ocurrir una cosa así es doble. Por un lado está el problema de que la revista en la que han publicado es una revista “pay-to-publish”, es decir que el dinero que los autores pagan para que se publiquen los artículos es la fuente de ingresos de la revista, lo cual supone un evidente conflicto de intereses (sin embargo Lindsey y Boghossian dicen que no han pagado un duro). Para evitar este conflicto estaría la revisión por pares, y serían éstos los que decían si el artículo tiene la calidad necesaria para ser publicado. La segunda razón para la publicación es que los criterios que se siguen no son, por supuesto, “científicos” (hablar de ciencia en este campo no tiene mucho sentido) sino morales: se apoya cualquier sinsentido que sea compatible con las convicciones morales de los editores. La ortodoxia moral, el deseo de un determinado mundo moral es determinante para la publicación en el campo de los estudios de género. Y una de las creencias casi-religiosas en este campo es la idea de que la masculinidad es la raíz de todo mal.

James Lindsey
Podéis ver aquí algunas de las reacciones de la gente de la ideología de genero ante el engaño. Algunas son muy curiosas como que los autores han acertado aunque han intentado con todo su esfuerzo hacer algo absolutamente incoherente y sin sentido, que todo es porque se paga por publicar (lo cual debería hacer desaparecer todas estas revistas por falta de credibilidad), que es un caso aislado, que no representa a los estudios de genero. Sobre este último punto tenéis en ese mismo artículo referencias de la cuenta The New Real Peer Review de Twitter donde veréis ejemplos de estudios reales con revisión por pares publicados en esta disciplina.

¿Y qué repercusión va a tener esto? Pues si el engaño Sokal no ha tenido prácticamente ninguna después de 20 años, no creo que “el pene conceptual como construcción social” haga reflexionar a nadie. Los estudios de género están adaptados al ecosistema moral de moda y no creo que el hecho de que un artículo incoherente sea indistinguible de los artículos reales que se publican en este campo vaya a hacer cambiar la opinión de nadie. El tiempo dirá.

@pitiklinov


18 comentarios:

Masgüel dijo...

¿Te parece poca repercusión veinte años de chiste?. Sokal se ha convertido en el comodín de todo el que quiere ridiculizar décadas de filosofía incómoda. A estas alturas, citar a Sokal es de hooligan. Esas revistas eran una chorrada y lo siguen siendo. Pero en la jugada se pretendía negar, de paso, la demolición que la filosofía del siglo XX ha supuesto para los ideales y presuntos fundamentos que la ilustración quiso para el conocimiento. Y para esa liga Sokal no da la talla. Pero eso es lo que a muchos sigue escociendo de aquellas décadas de postmodernidad francesa, de sociología de la ciencia, de pragmatismo norteamericano: Su escepticismo hacia los fundamentos del conocimiento.

http://revistas.uned.es/index.php/endoxa/article/viewFile/4962/4782

Emilio dijo...

¿Qué ha quedado de la posmodernidad, Masgüel? ¿O le pasará lo que a la izquierda que en tantas ocasiones la alentó, que al igual que ésta se disuelve como un azucarillo en un vaso de agua?

Pero si en realidad lo que pretendes salvar es este feminismo que comentamos, sería más honesto que fueras directamente al grano y nos explicases sus virtudes.

No debiera enfadarte tanto ni la broma de Sokal ni esta de ahora si no fuera porque realmente ambos dan en el clavo y muestran la vaciedad de ese pensamiento, no de la ideología de género que la acompaña que a estas alturas se ha hecho omnipresente y con importantes resortes de poder por medio.

Masgüel dijo...

Emilio, no he hablado de feminismo porque ni se me ha pasado por la cabeza. Ese es tu monotema. Yo elijo mis guerras. La de género, que históricamente será todo lo significativa que quieras, nunca me ha preocupado. Hablo de lo que trata el artículo de Quintin Racionero que enlazo en el comentario anterior.

Emilio dijo...

¿De qué va la entrada Masgüel? Parece que algo dice respecto de “El Pene conceptual como una construcción social”. Y entiendo que eso algo tiene que ver tanto con el feminismo de género como con la postmodernidad. Tú podrás elegir los temas que quieras pero no pretender que el feminismo de género nada tiene que ver el trabajo de Sokal y ahora con éste de James Lindsay y Peter Boghossian, menos con la entrada. A ver si el monotema va a ser evitar hablar de feminismo de género aun cuando sea lo que viene a cuento.

Pitiklinov dijo...

Masgüel, la relación entre el feminismo de género y el postmodernismo creo que es evidente.
En cuanto al texto que pones que intenta salvar al postmodernismo, he leído unas hojas y aún suponiendo que cuestionar los fundamentos de la ciencia y de la realidad tenga un pase creo que el autor es muy condescendiente. ¿Para hacer eso hacen falta neologismos ininteligibles o emplear fórmulas matemáticas totalmente fuera de contexto?
Decía Nietzsche: "Hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas". Mario Bunge hablaba de charlacanes...
Saludos

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

http://entangledapples.blogspot.com.es/2017/05/como-no-se-pone-en-ridiculo-los.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed:+ManzanasEntrelazadas+(Manzanas+Entrelazadas)

Emilio dijo...

En cultura 3.0 abordan también este tema. Entresaco lo siguiente de la entrada. http://www.terceracultura.net/tc/?p=8411

"Un paseo por la cuenta de Twitter “New Real Peer Review” nos pone a la vista decenas de artículos “científicos” con propuestas patentemente estrafalarias, en particular en el área que llaman “estudios de género” (gender studies). Aquí hay algunos ejemplos de artículos publicados realmente (no bromas, ni fraudes) en revistas académicas indexadas y revisadas por pares:

La eyaculación refuerza la hegemonía masculina

¿Por qué la lactancia y dar el pecho se consideran actividades femeninas?

El embarazo ha sido asignado al género social femenino

El doping en el deporte promueve la lesbofobia

La menstruación es una construcción social…

Pitiklinov dijo...

Daniel Manzano reconoce que no sabe nada de los estudios de género. Claro que toda la ciencia tiene problemas pero lo de los estudios de género no tiene nada que ver con eso, el problema es no sólo cuantitativo (pero en varios órdenes de magnitud más) sino cualitativamente diferente. Como dice Emilio, daos una vuelta por Real Peer Review.
Si alguien quiere defender estos estudios que nos diga un descubrimiento científico sólido publicado en estas revistas, yo encantado de aprender.
En el top 1000 de las revista científica sólo hay una de estudios de género, en el puesto 933
http://www.acsh.org/news/2017/05/22/top-100-academic-journals-contain-little-social-science-11311

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

La cuestión no es qué valor tienen para uno los estudios de género, sino si el caso sel "pene conceptual" demuestra algo sobre esos estudios o no. Y el caso es que no, porque no ha sido publicado en una revista reconocida académicamente por quienes se dedican a esos estudios, sino en un "predatory journal".

Pitiklinov dijo...

Hay listas de predatory journals y Cogent Social Science no está en ellas.
Te concedo que el "pene conceptual" no demuestra nada. Pero aunque hubiera sido publicado en la mejor revista del sector tampoco probaría nada. Para que pudiera tener ese efecto los estudios de género tendrían que tener algún punto de contacto con la realidad, y desgraciadamente no lo tienen.
Y todos los artículos que recoge Real Peer Review sí prueban eso.

Emilio dijo...

Pensar que el problema está en este trabajo de James Lindsay y Peter Boghossian y no en lo que denuncian sí que me parece a mí confundir los términos. Creo que lo del dedo y la Luna es pertinente en este caso.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

No digo que el CONTENIDO del artículo no demuestre nada. Digo que la PUBLICACIÓN del artículo no demuestra nada sobre la calidad de los "estudios de género": su calidad estimada (alta, baja, o nula) es la misma antes y después de esa publicación

Pitiklinov dijo...

En eso estamos de acuerdo...

Emilio dijo...

Entiendo que la intención era provocar que se hablase de la total ausencia de rigor de los estudios de género y al menos en este foro lo están consiguiendo. Los artículos de los que habla Daniel Manzano están publicados en revistas académicas y revisados por pares y parecen que no difieren en mucho del Lindsay y Boghossian.

Pitiklinov dijo...

Nos estamos olvidando de la segunda razón para que se publicara el pene conceptual: que encaje con la ideología moral de los editores. Lo que de verdad demostraría que Cogent Social Science es una revista depredadora que publica cualquier cosa con tal que se la pagues es que hagas, por ejemplo, un artículo diciendo que la película The Red Pill sobre los derechos de los hombres es el mayor invento desde la siesta y que te lo publiquen...Eso sí demostraría que lo hacen sólo por dinero.
Pero no creo que eso lo publicaran...

Requiemsoul dijo...

Es una señal costosa del tipo argumentum verbosium. Muy útil para llamar la atención.

Anónimo dijo...

A veces los entendidos de este género de asuntos del género también cuestionan esta clase de estudios, como en este caso http://www.elle.es/living/pareja-sexo/news/a796233/parece-ser-que-el-lesbianismo-existe-porque-a-los-hombres-les-gusta/

Estos son algunos de los comentarios muy razonables:
1. Usar el término "científico" aquí es una broma ¿no? 2. ¿cómo pueden hablar de sexualidad femenina si solo han preguntado a hombres heterosexuales?

A una encuesta que pregunta a los hombres si les ponen las lesbianas ¿lo llaman estudio?
¿Una encuesta a hombres heterosexuales sobre su atracción por las relaciones lésbicas prueba por qué hay mujeres homosexuales?
Así que, chicos, la próxima vez que queráis saber más de la sexualidad femenina, no estaría de más que ampliaseis el espectro de la encuesta. 1509 personas heterosexuales no parece un rango de estudio muy representativo ¿verdad?

idea21 dijo...

"¿Una encuesta a hombres heterosexuales sobre su atracción por las relaciones lésbicas prueba por qué hay mujeres homosexuales?"

Las especulaciones sobre psicología evolutiva siempre han sido acusadas de ser demasiado gratuitas. Pero en cualquier caso, esto

"el estudio mantiene que los orígenes evolutivos del lesbianismo se deben al deseo por parte de los hombres de asegurar la perpetuación de sus genes. Así, una pareja femenina que mantiene relaciones sexuales con otras mujeres evitaría el riesgo de adulterio "

se relaciona con el concepto de "plasticidad erótica femenina"

https://en.wikipedia.org/wiki/Erotic_plasticity#Female_erotic_plasticity_hypothesis

Si los varones se sintieran atraidos por las mujeres que se sienten tan atraidas por los hombres como los hombres se sienten atraidos por las mujeres sería muy difícil garantizar la fidelidad de las esposas. En consecuencia, esos varones tendrían difícil asegurar la perpetuación de sus características de comportamiento hereditarias.

Por el contrario, si los hombres se sienten atraidos por las mujeres eróticamente plásticas (aquellas cuyos gustos sexuales pueden acomodarse más a la presión ambiental) es más probable que tengan esposas fieles.

Puesto que históricamente el varón siempre ha elegido parece inevitable que hayan ido seleccionando ese tipo de mujeres. El lesbianismo sería un efecto secundario de tal tendencia.