miércoles, 29 de marzo de 2017

Las mujeres en los Kibutz. Introducción.

La situación de las mujeres en Occidente en las últimas décadas ha mejorado a todos los niveles desde su participación en el mundo laboral y educativo a su libertad de elección en general. Pero quedan esferas en las que no se han producido los avances deseados como puede ser la participación en los niveles más altos de dirección de las empresas o en las carreras llamadas STEM (ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas). La explicación más extendida para ello es que existe todavía una discriminación contra las mujeres aunque hay evidencia de que las diferencias existentes en estos campos son debidas a las propias preferencias de las mujeres (ver aquí o aquí). Pero aunque aceptemos que estas diferencias se deben a las propias elecciones de las mujeres, el feminismo de género argumenta que esas diferencias en preferencias son debidas a una construcción social, que son debidas a la socialización, a la educación y a la cultura, en definitiva, y se proponen medidas como cuotas, educación desde edades tempranas en igualdad de roles entre hombres y mujeres, etc. Las feministas de género consideran que todo es debido a la crianza y que la biología no juega ningún papel.

Pero el mundo no empezó a girar ayer y para ayudarnos a aclarar si la biología tiene algo que ver en las diferentes preferencias entre hombres y mujeres podemos recurrir a la historia en busca de datos. Y existe un experimento natural realizado el siglo pasado que está bien documentado y que nos ofrece unos resultados muy a tener en cuenta para este debate, me refiero a la evolución de la situación de las mujeres en los kibutz de Israel. Los kibutz de Israel han sido una de las experiencias comunales más importantes de la historia, unas comunidades agrícolas de ideología comunista y sionista que intentaron llevar a la realidad sueños  y utopías albergadas por mucha gente a lo largo de los tiempos. Un experimento que ningún científico ni psicólogo social podría haber llevado a cabo por muchas razones, entre ellas las de tipo ético, pero que tenemos la suerte de poder estudiar. Algo que fue bastante más allá de lo que muchas feministas de género reclaman actualmente.

¿Qué ocurre con los roles de género cuando las mujeres dan sus hijos a las dos o seis semanas para que sean criados en guarderías comunales? ¿Qué ocurre cuando las mujeres no son mantenidas por sus maridos sino que viven en un régimen comunista donde no hay dinero y el colectivo da a cada uno según su necesidad? ¿Qué ocurre en comunidades fuertemente ideologizadas y comprometidas con el ideal de igualdad sexual? ¿Qué ocurre cuando las mujeres son llamadas al servicio militar y llevan rifles? ¿Qué ocurre cuando las mujeres no cocinan en casa sino que la comida se elabora en cocinas comunitarias  y la ropa se lava en lavanderías comunitarias? En definitiva, ¿Qué les ocurre a las mujeres de los kibutz y a sus maridos y sus hijos?


En esta entrada y otras posteriores voy a contar en que consistió la experiencia de los kibutz basándome en el libro Women in the Kibbutz, de Lionel Tiger y Joseph Shepher. El libro es de 1975 y describe la evolución durante unas 6 décadas y 3 generaciones de vida en los kibutz de Israel desde su aparición a principios del siglo XX hasta el año 1973 aproximadamente. No voy a entrar en la situación actual. Lionel Tiger es un antropólogo canadiense muy influido por la sociobiología, es decir, por un enfoque evolucionista.  Shepher, sociólogo, es húngaro de nacimiento (desconozco si vive actualmente) pero ha sido ciudadano de Israel desde el origen del estado de Israel  y había vivido en los kibutz durante más de 28 años cuando se escribió el libro. Fue el primer director del Central Research Institute de su federación de kibutz y ha investigado muchos aspectos de la vida en los kibutz entre ellos el tema del incesto (Autor de Incest: a biosocial view). Shepher demostró que entre unos 3.000 matrimonios durante tres generaciones no se había dado ningún caso de matrimonio entre hombres y mujeres que se hubieran criado juntos en las edades de 3 a 6 años, lo que da la razón a Westermarck frente a Freud (ver el efecto Westermarck).

Tiger y Shepher han estudiado aproximadamente dos tercios de los kibutz existentes (los kibutz laicos, excluyen de su investigación los kibutz religiosos existentes) durante 3 generaciones, han leído bibliografía (periódicos, libros, correspondencia, archivos…) y han entrevistado personalmente a personas de todas las generaciones desde miembros fundadores hasta las nuevas generaciones. Y los resultados les sorprendieron. Yo voy a explicar primero cómo era la vida en los kibutz, luego iremos viendo la dirección del cambio social en varias esferas (vida familiar, trabajo, educación…), después daré un resumen de los hallazgos globales y por último analizaré las posibles explicaciones de los sorprendentes hallazgos de este estudio.

La vida en los kibutz

Los kibutz supusieron una revolución y una destrucción de muchos patrones sociales instaurados en la cultura occidental. Veamos algunas de sus características:

1- Todos los servicios domésticos están colectivizados. Las comidas se sirven en comedores comunales y se preparan por los miembros del kibutz por un sistema de rotaciones. Por lo tanto, las mujeres no tienen en principio que cocinar más que los hombres ni servir, ni limpiar los platos, etc. No existe la compra individual de comida.

2- Una lavandería colectiva se ocupa de todo el lavado de la ropa. El planchado y los arreglos de sastrería son también comunitarios. Originalmente la posesión de la ropa era colectiva de manera que se distribuía al azar a los miembros después de lavarla. Luego se individualizó pero había normas cuantitativas y todos recibían el mismo numero de prendas.

3- Un doctor y enfermeras son responsables de los cuidados de salud y no existe el trauma ni económico ni emocional de tener que cuidar en el hogar a enfermos.

4- Los niños del 90% de los kibutz que son menores de 14 años viven en dormitorios comunales desde las 2-6 semanas (leo en Wikipedia que actualmente todos los niños duermen con sus padres pero no adelantemos acontecimientos, luego veremos lo que pasó con este arreglo con el paso de los años por deseo expreso de las madres). Son criados por cuidadores especialmente entrenados. Incluso en el 10% de los kibutz donde viven con los padres durante el día son cuidados por cuidadores comunitarios. Hasta los 4 años están en grupos de 4-6 niños. Luego en grupos de 10-20 y los niños tienen una fuerte identificación con su grupo.

5- Los hombres y mujeres son independientes económicamente los unos de los otros. Cada miembro adulto del kibutz trabaja en un esquema general y rara vez los miembros de la familia o las parejas trabajan en la misma rama. Nadie recibe un sueldo directo por su trabajo, todos reciben las mismas recompensas determinadas comunalmente. Estas recompensas son independientes del prestigio y de la calidad del trabajo realizado. Es decir, el tesorero o director general no recibe más bienes o servicios que cualquier otro miembro del kibutz. La ética capitalista de dar más al que más aporta o se esfuerza no se aplica en los kibutz. Sólo un 4% del valor de esos bienes y servicio se da en dinero. La jornada laboral en la mayoría de kibutz es de 8-9 horas para los hombres y 7-8 horas para las mujeres, seis días a la semana. En principio, la economía original de los kibutz se basaba en la agricultura pero en los años 40 se industrializaron. En 1968 los ingresos de una familia media del kibutz eran algo superiores a la media de Israel y su nivel de vida se puede considerar medio-alto. El nivel educativo también era algo mayor que el del resto de Israel en esa época.

6- El estado social no depende de la situación marital ni legal ni económica. Es decir, ninguna mujer sea soltera casada, esté embarazada, tenga hijos, divorciada, etc., depende para nada de ningún marido, padre o ningún otro hombre. El apoyo económico y su estatus legal está garantizado por su pertenencia al colectivo  y está garantizada por la Asamblea General del kibutz.

7- En el kibutz el poder político está muy difundido. Hasta el 40-50 % de los miembros participan en los órganos de gobierno. No hay impedimentos para que tanto hombres como mujeres participen en política. 

8- La educación es colectiva en el sentido de que es el kibutz -y no los padres- el responsable de ella (con los años los padres fueron pidiendo también más voz y voto en la educación de sus hijos). Todos los niños reciben 12 años de educación. Los talentos individuales (musicales, artísticos, etc.) son identificados y cultivados según el caso. Por ejemplo, si alguien es muy bueno en música el kibutz puede decidir comprar los instrumentos musicales que necesite o darle luego una educación especializada. 

9- La socialización temprana evita el énfasis en las diferencias sexuales. Por supuesto, esto no es completamente posible. Por ejemplo, el hebreo distingue el genero en nombres, adjetivos y verbos. Sin embargo, las instituciones educativas evitan las diferencias y no distinguen a los sexos por ropa, peinados o juguetes.

10- La pertenencia al kibutz es individual y voluntaria. La tiene que aprobar una mayoría de dos tercios de la Asamblea General y se necesita estar un año a prueba. El sistema político es la democracia y no hay sistema judicial. Las conductas desviadas se tratan de forma interna y si es muy grave se puede expulsar al afectado. Sólo en caso de asesinato o fraude grave se pasa el caso a la policía estatal. Cada kibutz se integra en unas estructuras superiores, existiendo tres federaciones. Los miembros tienen que aceptar el sionismo. 


Como vemos, estas características diferencian a los kibutz de la mayoría de las sociedades. Ni el hombre ni la mujer están atados al otro por razones económicas o por las responsabilidades para con los hijos. Las mujeres que tienen hijos fuera del matrimonio no sufren ningún penalización ni económica ni moral ni sus hijos van a sufrir desventajas económicas. 

Resumiendo, el kibutz es el mejor experimento al que mirar si uno quiere ver lo que harán hombres y mujeres voluntariamente cuando tanto la ideología  como la estructura social promueven la igualdad entre los sexos y lo ha hecho así durante un largo periodo de tiempo. Si en algún lugar esperaríamos ver realizada la igualdad entre hombres y mujeres sería en el kibutz.

@pitiklinov

Referencia:










8 comentarios:

Verdurin dijo...

Westermack y Freud, otra vez enfrentados. Menos mal que Freud tampoco vio nunca ningún caso donde los hijos se casaran con su madre, o hermanos con hermanas. O hijas con sus padres, se limitó a construir una teoría donde la sexualidad infantil discurría en torno a un itinerario donde la pulsion sexual infantil en un determinado momento colgaba de la madre pero Frued sabia que al llegar a adultos los niños desplazaban este afecto hacia una persona de fuera. La prohibición edipica es un tabú ancestral y el efecto Westermack viene a demostrar que este tabú existe como podemos ver en el caso de los kibutz

Nacho dijo...

"El libro es de 1975 y describe la evolución durante unas 6 décadas y 3 generaciones de vida en los kibutz de Israel desde su aparición a principios del siglo XX hasta el año 1973 aproximadamente. No voy a entrar en la situación actual."
y por qué no va a entrar en la situación actual?

Cristina dijo...

Hola Nacho:
Vivo en un "kibutz" desde hace 30 años y puedo decir que ya no existe en la forma descripta en el articulo. La ideologia comunista/socialista desaparecio por completo. Es mas la ideologia desaparecio. Solo somos una comunidad con un poco de ayuda mutua entre sus miembros.

idea21 dijo...

Hola, MsCris51

¿Puedes aportarnos tu visión personal de por qué se dieron esos cambios?

Gracias

Cristina dijo...

HOLA idea21:
En principio los hijos de los fundadores, no heredaron la ideologia de los padres.Asi que o se fueron o comenzaron con el cambio hacia una mayor individulidad.Tambien la situacion de Israel cambio y paso de ser con un pasar relativamente pobre, espartano, a un estilo mascapitalista consumista,y el kibutz con su relativa buena vida paso a ser espartano, y los individuos empezaron a querer mas, auto television, ropa,etc.etc...
En cuanto a la posicion de la mujer,es cierto que tenia independencia economica. Pero los puestos tradicionalmente femeninos, en su mayoria se conservaban. La crianza de los niños esta/estaba realizada por mujeres, como la enseñanza,el cuidado de los mayores, los trabajos de la cocina.
Es un tema comlejo . La desaparicion del kibutz primigenio es muy complejo.
Por lo menos esta es mi vision.
Gracias.

idea21 dijo...

Muchas gracias por tu aportación

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho el artículo. Me gustaría que me explicaras por qué motivo las mujeres trabajaban una hora menos que los hombres. No parece muy igualitario y supongo que habría alguna razón clara para ello.
Un saludo.

Cristina dijo...

Eso fue en el pasado, y estaba basado en que de cualquier manera ka atencion de los hijos estaba mas a cargo de las madres. No habia una ideologia de igualdad de sexos a rajatabla, es asi que la educacion , la cocina, el planchado y cuidado de la ropa eran puesto netamente femeninos.