viernes, 19 de marzo de 2021

Una breve historia del Movimiento de la Justicia Social


Esta entrada va a resultar un poco densa así que primero voy a intentar convencerte de que merece la pena el tiempo y el esfuerzo de leerla. Si queremos entender nuestro mundo moral actual y muchas cosas que están ocurriendo, como que se despida a un trabajador por un tuit, que se ataque a una chica por usar una prenda de vestir de origen asiático, que los colectivos feministas no critiquen la discriminación y restricción de derechos que sufren las mujeres en otras culturas (o que respondan dentro de la misma cultura a las agresiones sexuales de forma diferente dependiendo de la identidad de los autores), que la izquierda y la derecha no puedan ni debatir, que a un empleado de Google le despidan por hacen una memo intentado explicar por qué hay menos mujeres en carreras STEM, que se impida a los académicos e intelectuales dar charlas en las universidades, que la ley trans esté enfrentando a una fracción del feminismo contra otra, que ser “ciego a la raza” (es decir, estar de acuerdo con las opiniones de Martin Luther King Jr., que decía que había que juzgar a las personas por su carácter y no por su raza ) es ahora racismo, que la libertad de expresión -un pilar fundamental de las sociedades democráticas- sea ahora una idea de derechas etc, etc., tenemos que saber algo sobre el movimiento o ideología llamado Teoría Crítica de la Justicia Social, Teoría de la Justicia Social o Justicia Social a secas, movimiento para el que también se usa coloquialmente los términos woke y wokismo. 


Woke -del verbo to wake: despertar- es un término de origen afroamericano. Se refiere a haber despertado y tomado conciencia de los problemas de racismo (inicialmente) y luego de sexismo e injusticia en la sociedad en general, cuyo uso generalizado es resultado del movimiento Black Lives Matter y su hashtag “#stay woke” en 2014. Aunque su utilización se puede trazar hasta los años 40 del siglo pasado, se admite que aparece con su uso moderno por primera vez en la canción "Master Teacher" del álbum New Amerykah Part One (4ª Guerra Mundial) (2008) de la cantante de soul Erykah Badu, donde repite en el estribillo “I stay woke”. Estar despierto (stay woke) quiere decir ser consciente de lo que ocurre en la comunidad, de la supremacía blanca, no creerse las explicaciones oficiales para la violencia policial, un estado de paranoia sana, de estar vigilante, acerca de los problemas de justicia política y racial y de la disposición a hacer algo al respecto. La propia Erykah Badu usa la expresión Stay Woke en un tuit de 2012. En 2017 se incluye en el Oxford English Dictionary con el significado de “alerta ante la discriminación racial y social y la injusticia”. Posteriormente se extendió tanto su uso que se diluyó su significado original, se convirtió en un meme, en objeto de bromas y se empezó a hacer un uso irónico de la expresión de modo que empezó a ser utilizada más de forma peyorativa por los críticos del movimiento de la Justicia Social y la derecha política para referirse de forma global a las políticas de identidad, a la Justicia Social, a la corrección política y en general a toda la ideología progresista de la izquierda. Todavía hay activistas afroamericanos que la usan pero en su mayoría han abandonado su uso.


Estamos asistiendo a un momento histórico en el desarrollo de las sociedades occidentales en el que el sistema operativo con el que funcionaba nuestra cultura, el Liberalismo, se está cambiando por otro sistema operativo, la Justicia Social y es una incógnita si la sociedad será capaz de funcionar con ese sistema operativo o colapsará. Este cambio de sistema operativo se ha iniciado en la anglosfera (EEUU, Canadá, Reino Unido y Australia) y todavía no ha afectado de pleno a los países de lengua hispana o de otros idiomas, pero todo indica que el impacto va a llegar dada su contagiosidad.


Esta entrada es un pequeño resumen del libro Cynical Theories, de Helen Pluckrose y James Lindsay en el que voy a intentar sintetizar la evolución de este movimiento. Tenéis que entender que es la simplificación de una simplificación. Pretender resumir en un libro todas las ideas y teorías de cientos de autores, muchas de las cuales son contradictorias entre sí y han ido cambiando en las distintas épocas, y crear con ello un relato mínimamente coherente es una tarea muy compleja. Y luego intentar resumir ese libro en una entrada de blog pues ni te cuento…Pero la tarea merece la pena así que vamos allá.


Durante la era moderna y en particular los dos últimos siglos, hemos vivido en la mayoría de países occidentales bajo una filosofía política conocida como “liberalismo”. Los principios esenciales del liberalismo son la democracia política, las limitaciones del poder del gobierno, el desarrollo de los derechos humanos universales, la igualdad legal para todos los ciudadanos adultos, la libertad de expresión, el respeto a los valores  de la diversidad de puntos de vista y del debate honesto, el respeto por la evidencia científica y la razón, la separación entre la Iglesia y el Estado y la libertad de religión. Esta posición filosófica es compatible con un amplio abanico de posturas políticas, económicas y sociales incluyendo tanto las de izquierda o progresistas como las de derechas o conservadoras. Ese liberalismo filosófico se opone a movimientos autoritarios de todo tipo, sean de la derecha o de la izquierda y sean seculares o teocráticos. Este liberalismo se puede entender como un terreno común, un marco de referencia para la resolución de conflictos en el que personas con diferentes puntos de vista económicos, sociales y políticos pueden racionalmente debatir las opciones de política pública. 


Sin embargo, estamos en un momento histórico en el que este liberalismo y la modernidad que se encuentra en el corazón de la civilización occidental están amenazados. La naturaleza precisa de esta amenaza es complicada y procede de dos tipos de fuerzas, una revolucionaria y otra reaccionaria. Por un lado, están proliferando movimientos de extrema derecha que buscan dictadores y hombres fuertes que defiendan los valores occidentales. Por otro lado, en la extrema izquierda, los cruzados progresistas sociales se presentan como los únicos campeones del progreso moral sin los que la democracia estaría vacía.  La extrema izquierda no sólo promueve su causa por medio de objetivos revolucionarios que abiertamente rechazan el liberalismo como una forma de opresión, sino que lo hacen también con actitudes crecientemente autoritarias buscando establecer una ideología fundamentalista dogmática con respecto a cómo debe ser organizada la sociedad. Cada bando de esta batalla ve al otro como una amenaza existencial de manera que lleva al otro a una mayor locura y radicalización. Aunque el problema de la derecha es muy grave y digno de análisis, el libro que  voy a intentar resumir se ocupa del problema en la izquierda, una izquierda que se ha alejado de su lugar histórico dentro del liberalismo. La izquierda se ha aliado no con el modernismo sino con el posmodernismo, que rechaza la verdad objetiva, y Helen Pluckrose y James Lindsay llevan mucho tiempo leyendo, analizando y explicando a la ciudadanía esta nueva ideología de la izquierda.


En este libro, Pluckrose y Lindsay analizan la evolución del posmodernismo - en el que distinguen tres etapas- hasta llegar a una ideología que se encuentra entre las menos tolerantes y más totalitarias a las que se ha tenido que enfrentar el mundo. ¿De qué ideología o movimiento estamos hablando? Bueno, el tema de las definiciones siempre es complicado pero el eje fundamental de este movimiento es la justicia social por lo que el propio movimiento se suele referir a su ideología como Justicia Social y ha llegado a ser conocido como Movimiento de la Justicia Social o Teoría de la Justicia Social. También se le conoce como wokismo (wokeism) como decía, aunque éste es un término que cada vez usan más sus detractores. Esta ideología se expresa e influencia a la sociedad de diferentes maneras: Políticas de Identidad (identity politics), Corrección Política, Cultura de la Cancelación, Feminismo y Estudios de Género, Teoría Crítica de la Raza, Interseccionalidad, Teoría Queer, estudios sobre Obesidad (Fat studies) y Discapacidades, Teoría Post-colonial…Todas estas diferentes teorías están obsesionadas con el poder, el lenguaje, el conocimiento y la relación entre ellos; analizan las dinámicas de poder de cada interacción, se centran en detectar agravios y contempla todo como un juego de suma cera que gira alrededor de marcadores de identidad como la raza, el sexo, el género, la sexualidad y otros. 


En esencia, el posmodernismo rechazó todas las metanarrativas (amplias explicaciones del mundo y de la sociedad) previas, como el Cristianismo y el Marxismo. También rechazó la ciencia, la razón y los pilares posteriores a la Ilustración de las democracias occidentales. Las ideas posmodernas han dado lugar a lo que se suele llamar Teoría, a secas, que es la protagonista de este libro. Me voy a centrar en cómo ha evolucionado esta teoría a lo largo de sus tres etapas principales. Lo que plantean los autores (y no son los únicos en haber llegado a esa conclusión) es que no es ninguna exageración afirmar que, en su encarnación actual, la Justicia Social se ha convertido en una nueva religión, una tradición de fe que es hostil a la razón, a la falsificación, al desacuerdo de cualquier tipo y que se cree en posesión de la verdad, la verdad según la Justicia Social. Pero de la Justicia Social como religión hablaremos en otra entrada, hoy vamos a ver su historia. Como digo, dejaré fuera diferentes teorías específicas dentro de esta Teoría general, como los estudios postcoloniales, la teoría queer, etc., que en el libro tienen sus propios capítulos, por razones de espacio. 


Sí voy a definir someramente la Interseccionalidad porque es un concepto central al que me referiré aunque sea de pasada. El origen del término se atribuye a la activista y académica Kimberlé Crenshaw y consiste en que a la hora de analizar la desigualdad y la organización de poder en una sociedad se entiende mejor como derivada no de un único eje (sea la raza, el sexo o la clase) sino como resultado de muchos ejes que trabajan de forma conjunta y se influyen mutuamente. Crenshaw pone el ejemplo de una persona en un cruce que puede ser atropellada por coches provenientes de cualquier dirección o de las dos al mismo tiempo. Una persona marginada puede ser incapaz de decir cuál de sus identidades está siendo discriminada en un momento concreto. Crenshaw plantea que legislación dirigida a prevenir la discriminación por razones de raza o de género es insuficiente para abordar este problema. Por ejemplo, una empresa podría estar contratando a mujeres blancas y a hombres negros pero aún así seguiría discriminando a las mujeres negras. Las mujeres negras experimenta formas únicas de discriminación que no experimentan ni las mujeres blancas ni los hombres negros.


             Primera Etapa. Posmodernismo original (años 1960-1970). 


En los años 60 del siglo pasado tuvo lugar un cambio fundamental en el pensamiento humano, un cambio asociado a autores como Michel Foucault, Jacques Derrida, Jean-François Lyotard y otros, el posmodernismo. Es difícil de definir pero representa una serie de ideas y formas de pensar que surgieron como respuesta a las condiciones históricas, a la desilusión por las Guerras Mundiales, por el Marxismo y por la Modernidad en su conjunto. Se caracteriza por un pesimismo acerca de todo el proyecto de la Ilustración y un escepticismo y rechazo de todas las metanarrativas previas (marxismo, cristianismo, liberalismo…) incluyendo un escepticismo acerca de la realidad objetiva, de la posibilidad de obtener conocimiento (se difumina la frontera entre lo objetivo y lo subjetivo, se impone el relativismo…), suspicacia hacia la razón, la percepción de que el lenguaje es el que construye el conocimiento y un interés por el papel que juega el poder en todo ello. Las primeras manifestaciones del posmodernismo fueron artísticas y aparecen hacia 1940 pero en los años 60 pasan a las humanidades y las ciencias sociales incluyendo el psicoanálisis, la lingüística, la filosofía, la historia y la sociología. 


Resumiendo todos estos temas, podemos decir que el posmodernismo implica dos principios fundamentales que sustentan cuatro temas principales. Los principios son:


El principio posmoderno del conocimiento: un escepticismo radical acerca de si el conocimiento objetivo y al verdad son posibles y un compromiso con el constructivismo cultural.


El principio político posmoderno: La creencia de que la sociedad está formada por sistemas de poder y jerarquías, que deciden lo que puede ser conocido y cómo.


Y los cuatro temas esenciales son:


1-La difuminación de los límites

2-El poder del lenguaje

3-El relativismo cultural

4-La pérdida del individuo y de la universalidad.


Vamos a ver cada elemento a continuación:


El Principio Posmoderno del conocimiento


El posmodernismo se define por un escepticismo radical acerca de la accesibilidad de la verdad objetiva. En lugar de ver la verdad objetiva como algo que existe y que puede ser conocido por medio de la experimentación y la falsificación -como creía la Ilustración, el modernismo y la ciencia- el posmodernismo plantea que estamos limitados en nuestra capacidad de conocer y que debemos expresar el conocimiento por medio del lenguaje, conceptos y categorías por lo que toda afirmación acerca de la verdad son construcciones cargada de valor producidas por la cultura. Esto es lo que se llama constructivismo cultural o social. El método científico no se ve como un método de producir y legitimar conocimiento mejor que cualquier otro, sino como un acercamiento cultural entre muchos, tan corrupto y sesgado como cualquier otro.


Foucault estaba especialmente interesado en las relaciones  entre el lenguaje o, más en concreto, los discursos (las formas de hablar acerca de algo), la producción de conocimiento  y el poder. Para Foucault, una afirmación revela no sólo información sino también las reglas y condiciones de un discurso que son las que determinan la construcción de afirmaciones acerca de la verdad y el conocimiento. Los discursos dominantes son extremadamente poderosos porque determinan lo que puede ser considerado verdadero, y por tanto aplicable, en un determinado tiempo y lugar. Por tanto, el poder sociopolítico es en último término el que determina lo que es verdad y no la correspondencia con la realidad. Foucault estaba tan interesado en cómo el poder influencia lo que es considerado conocimiento que en 1981 acuñó el término “poder-conocimiento” para reflejar el vínculo inextricable entre los discursos poderosos y lo que se conoce. Llamó al conjunto de ideas y valores dominantes un episteme porque modela cómo identificamos e interactuamos con el conocimiento. Foucault adoptó la posición de que no hay principios fundamentales para descubrir la verdad y que todo conocimiento es “local” para el conocedor; no negaba que la realidad existiera sino que dudaba de la capacidad humana de trascender nuestros sesgos culturales para llegar a ella.


Al escepticismo posmoderno se le suele llamar escepticismo radical y dice que todo el conocimiento es construido y que lo que es interesante es teorizar  acerca de por qué el conocimiento fue construido de esa manera. Este escepticismo es diferente del escepticismo científico que caracterizaba a la Ilustración, la duda razonable acerca de la capacidad de conocer y de cómo podemos estar seguros de la verdad de lo que investigamos. Para el posmodernismo, la ciencia es incapaz de distinguir lo que es verdad. El razonamiento científico es una metanarrativa y el posmodernismo es radicalmente escéptico de todas estas explicaciones. En el posmodernismo lo que se conoce se conoce sólo dentro del paradigma cultura que produce  ese conocimiento y es por tanto representativo de ese sistema de poder. Como consecuencia de ello, el posmodernismo contempla el conocimiento como provincial e intrínsecamente político. Lyotard también caracterizó al posmodernismo como escepticismo hacia las metanarrativas. 


Por supuesto, el escepticismo acerca de nuestra posibilidad de conocer es muy sensato y los filósofos lo llevan tratando desde el inicio de los tiempos. Y por supuesto que el escepticismo científico que consiste en hacer hipótesis y ponerlas a prueba a ver si se sostienen es muy imperfecto; se suele decir que la ciencia se autocorrige pero muchas veces lo hace tarde, mal y nunca…tienen mucha razón los posmodernistas en todo ello. Pero otra cosa es tirar el niño con el agua sucia, como dicen los anglosajones: los aviones vuelan y la ciencia con la que vuelan es la misma en todas partes, no existe una ciencia belga o una ciencia budista y los aviones no vuelan de una manera en Bélgica y de otra en la India; y supongo que cuando tienen una infección grave, también los posmodernistas toman antibióticos, que parecen funcionar en todas las culturas.


El principio político posmoderno


La negación de un conocimiento objetivo va unida en el posmodernismo a la preocupación por el poder. Poder y conocimiento están estrechamente unidos y Foucault hablaba de poder-conocimiento. Lyotard también describe una interpelación estricta entre el lenguaje de la ciencia y el de la política y la ética.  Para el posmodernismo el poder decide no sólo lo que es correcto sino también lo que es moralmente bueno, el poder implica dominación y opresión. Los poderosos han organizado la sociedad de una forma que les beneficia y perpetúa su poder. Hacen esto legitimando ciertas formas de hablar acerca de las cosas como verdaderas, que se difunden por la sociedad creando reglas sociales que se ven como de sentido común y se perpetúan a todos los niveles. Pero en el posmodernismo el poder no se ejerce de una forma directa y visible desde arriba, como por ejemplo en el marco de referencia marxista, sino que permea  todos los niveles de la sociedad y es aplicado por todos por medio de las interacciones rutinarias, expectativas, condicionamientos sociales y discursos construidos que expresan una determinada visión del mundo. Es importante señalar que es el sistema social y su dinámica de poder inherente lo que es la causa de la opresión y no necesariamente agentes individuales con voluntad propia. Una sociedad puede ser opresiva sin que ningún individuo perteneciente a ella sostenga un punto de vista opresivo.


Los posmodernistas no ven necesariamente el sistema de opresión como resultado de una conspiración patriarcal, supremacista blanca o heteronormativa conscientemente coordinada. Más bien, lo ven como el resultado inevitable de sistemas que se autoperpetúan y privilegian a unos grupos sobre otros, o sea, como una conspiración inconsciente o no coordinada inherente a los sistemas de poder. Fuerzas poderosas ordenan la sociedad en categorías y jerarquías que sirven a sus propios intereses. La ciencia también ha sido organizada para servir a los intereses de los poderosos. 


De nuevo, el posmodernismo tiene mucha razón en estos planteamientos que no son tampoco nuevos. La revolución francesa, la revolución rusa, la batalla contra la hegemonía de la Iglesia católica y tantos otros ejemplos de lucha contra sistemas opresivos de poder y jerarquías así lo atestiguan. Y es innegable que se ha ido produciendo un progreso por medio del liberalismo filosófico y político del que hablamos al principio, aunque evidentemente, imperfecto y mejorable. 


Este escepticismo generalizado acerca de la verdad y el conocimiento y la postura de considerar que ambos son culturalmente construidos conduce a la preocupación por cuatro temas fundamentales.


La Difuminación de los límites


El posmodernismo desconfía de todos los límites y categorías que los pensadores anteriores han considerado como verdad: los límites entre objetivo y subjetivo, entre ciencias y artes, entre verdad y creencia, lo natural y lo artificial, el hombre y otros animales, salud y enfermedad…Prácticamente toda categoría social ha sido “problematizada” por los posmodernistas para negarles una validez objetiva e interrumpir los sistemas de poder que podrían existir detrás de ellas.


El Poder del lenguaje


Bajo el posmodernismo, muchas ideas que habían sido consideradas como objetivamente verdaderas se ven como meras construcciones del lenguaje. Foucault se refiere a ellas como “discursos” que construyen conocimiento. Lyotard habla de “juegos del lenguaje” que legitiman conocimientos. El lenguaje tiene un enorme poder para controlar la sociedad y se ve como inherentemente peligroso. Esta obsesión por el lenguaje es un elemento central en el posmodernismo, especialmente en Derrida que introduce el concepto de “deconstrucción”. Derrida rechaza la idea de que las palabras se refieren a cosas en el mundo real  e insiste en que las palabras se refieren solo a otras palabras y a las maneras en que difieren entre sí formando cadenas de significantes que pueden ir en todas las direcciones sin un ancla, lo que sería el significado de su frase: “no hay nada (ningún significado) fuera del texto”. Para Derrida, el significado es siempre relacional y existe solo en relación al discurso en el que se encuentra inscrito. Esto significa que el lenguaje no puede representar la realidad o comunicarla a los demás. 


Entendido así, el lenguaje opera jerárquicamente por medio de binarios. Por ejemplo, “hombre” se define por oposición a “mujer” y se considera superior. Tampoco, para Derrida, el sentido que le da el hablante no tiene mayor autoridad que el que le da el oyente, es decir, la intención del que habla no se tiene en cuenta, no hay espacio para que mi ofensa se deba a un malentendido por mi parte de lo que dice el hablante, las intenciones del autor son irrelevantes. La consecuencia de todo esto es que se considera que los discursos crean y mantienen la opresión y que deben ser cuidadosamente monitorizados y deconstruidos.


Relativismo cultural


Dado que en la teoría posmodernista la verdad y el conocimiento se cree que son construidos por  los discursos dominantes y los juegos de lenguaje que operan en una sociedad, y dado que no podemos salirnos de nuestro sistema de categorías  y no tenemos un punto de vista objetivo para examinarlos, no podemos decir que ningún conjunto de normas culturales es mejor que ningún otro. Para los modernistas, es imposible hacer una crítica  de los valores y la ética de una cultura desde otra cultura, dado que cada cultura opera bajo diferentes conocimientos y habla sólo desde sus propios sesgos. Toda crítica de este tipo es errónea o incluso una infracción moral porque presupone que la propia cultura es objetivamente superior.  Además, dentro de una determinada cultura, los discursos que uno puede usar dependen de la posición que tenga uno en el sistema por lo que las críticas se aceptan o no según el estatus del que la haga. En particular, la crítica desde una posición considerada de poder es desechada  porque se asume que o bien ignora las realidades de la opresión, por definición, o bien es un intento cínico de servir a los intereses de la persona que critica. La creencia posmodernista de que los individuos son vehículos de los discursos de poder, dependiendo de su posición en el sistema de poder, hace que la crítica sea imposible excepto para aquellos que se teoriza que son marginalizados u oprimidos.


La Pérdida de lo individual y lo universal


Para la teoría posmodernista la noción del individuo autónomo es básicamente un mito. El individuo, como todo lo demás, es  un producto de los discursos poderosos y del conocimiento culturalmente construido. De la misma manera, el concepto de algo universal -sea por ejemplo un universal biológico acerca de la naturaleza humana; o una ética universal, como igualdad de derechos, libertades y oportunidades para todos los individuos independientemente de su clase, raza, género o sexualidad- es, en el mejor de los casos, ingenuo. En el peor de los casos sería otro ejercicio de poder-conocimiento, un intento de aplicar discursos dominantes a todo el mundo. El punto de vista posmoderno rechaza la unidad más pequeña de la sociedad (el individuo) así como la más grande (la humanidad) y se centra por contra en grupos pequeños, locales, como productores de conocimiento, valores y discursos. El posmodernismo se centra en grupos de personas que se entiende que están posicionados de la misma manera según la raza, el sexo o la clase, por ejemplo- y que se supone que tienen las mismas experiencias y percepciones debido a su posicionamiento. 



Segunda Etapa. Posmodermismo aplicado (años 1980-1990)


Hemos visto una primera etapa en la que el posmodernismo se desilusiona con las metanarrativas previas, las pone en cuestión con su escepticismo radical y llega a una postura bastante pesimista según la cual no nos es posible conocer y no hay una verdad objetiva. Este periodo de deconstrucción llega hasta los años 80 y ahí se agota. A partir de ese momento toman el relevo nuevos teóricos que tienen el objetivo de aplicar el modernismo a la reconstrucción de un mundo mejor. La postura escéptica posmodernista según la cual lo que tú dices vale lo mismo que lo digo que yo no sirve para la acción y el activismo político. En esta época, la Teoría muta en un puñado de teorías que desgraciadamente no voy a abordar por problemas de espacio: La Teoría Queer, la Teoría Post-colonial, la Teoría Crítica de la Raza y la Interseccionalidad, El Feminismo y los estudios de Género, Los Estudios sobre Discapacidades y Obesidad (Disability and Fat Studies) y otros. Todas estas disciplinas que se vienen a llamar Academicismo de Justicia Social, Teoría de la Justicia Social parten del concepto de justicia social que proviene de los movimientos por los derechos civiles y otros movimientos progresistas  y liberales. Es una época en la que la discriminación sexual y racial en el trabajo y a todos los niveles se ha ilegalizado y donde se ha ido consiguiente una igualdad de derechos y oportunidades  a todos los niveles.


Estos teóricos que quieren cambiar el mundo toman muchas cosas del posmodernismo a nivel descriptivo, pero su escepticismo radical no les sirve ya que necesitan una verdad a la que agarrarse, como le ocurría a Descartes. Así que consideran que el hecho de que algunas identidades son privilegiadas sobre otras es real y que esta injusticia es objetivamente verdadera. Parodiando a Descartes, podríamos decir algo como “experimento opresión, luego existo y también existen la dominancia y la opresión”. Estos teóricos -que critican a los autores posmodernistas por su privilegio de ser blancos, hombres y occidentales- fusionan el posmodernismo con la Teoría Crítica, una ideología y activismo de izquierdas que proviene de los años 20 del siglo pasado, de la Escuela de Frankfurt. Y ocurre algo muy importante: que se produce una mutación moral, es decir, que pasamos del ES, al DEBE SER, es decir, de algo descriptivo a algo normativo. De una filosofía pasamos a una ideología al añadirle un componente  de mandato moral, y aquí empezamos ya a acercarnos a algo más parecido a una iglesia que a una teoría científica. 


Vuelvo a decir que estoy simplificando mucho y que todo este campo está lleno de contradicciones y complejidades. Por ejemplo, algunos académicos que trabajan de acuerdo con los principios posmodernistas (el del conocimiento y el político) menosprecian el posmodernismo. Otro caso puede ser el feminismo donde conviven corrientes muy diferentes y los estudios de género no parten del posmodernismo sino de una teoría crítica más bien marxista según la que el patriarcado occidental es una extensión del capitalismo en el que las mujeres son marginalizadas y explotadas. Foucault niega este tipo de poder de arriba hacia abajo y lo contempla más como una matriz impregnada de poder que abarca toda la sociedad, producida por los discursos. El caso es que los teóricos que establecieron la Teoría Queer siguen a Foucault y hoy vemos diferentes corrientes conviviendo en el feminismo, unas más influenciadas por el posmodernismo (el feminismo interseccional y queer) que otras (feminismo materialista). 


El resultado de toda esta evolución es un Posmodernismo aplicado, como lo llaman Pluckrose y Lindsay, que mantiene los dos principios y los cuatro temas esenciales del posmodernismo que ya hemos visto. La diferencia fundamental se da en el principio del conocimiento donde ocurre un cambio muy importante: la identidad y la opresión basada en la identidad son reales y objetivas. Las identidades son construcciones sociales pero son reales, tienen sentido y tienen consecuencias por lo que son objetivamente reales. La concepción de que la sociedad está compuesta de sistemas de poder y privilegio que construyen conocimiento se asume como objetivamente verdadera e intrínsecamente ligada a la construcción social de la identidad. La otra diferencia, como ya he comentado, es el paso de lo descriptivo (ES) a los prescriptivo (DEBE SER), el componente moral. En cuanto a los cuatro temas posmodernos (el borramiento de límites, el poder del lenguaje, el relativismo cultural y la pérdida del individuo y lo universal) se mantienen sin variaciones. El individuo en el posmodernismo aplicado viene a ser algo así como la suma total de las identidades de grupo a las que la persona en cuestión pertenece simultáneamente.


En esta fase, el posmodernismo se fragmenta en Teoría Post-Colonial, Teoría Queer, Teoría Crítica de la Raza, Feminismo Interseccional, Estudios de Discapacidades y Estudios de Obesidad (Dissability and Fat Studies), pero no vamos a abordar cada uno de ellos. 



Tercera Etapa. Posmodernismo Reificado (desde 2010 hasta la actualidad)


Reificado quiere decir aquí “convertido en algo real”. A partir de 2010, el academicismo que gira en torno a la Justicia Social y todas sus disciplinas converge  bajo la etiqueta más general de Justicia Social y Pluckrose y Lindsay lo llaman Academicismo de la Justicia Social (Social Justice Scholarship) que sería la tercera fase de todo este proyecto posmodernista. En esta fase, los académicos y activistas dan por hecha la reificación, la concreción de conceptos que habían comenzado de una manera abstracta y tentativa y admiten como verdaderos los dos principios posmodernistas: el del conocimiento y el principio político posmodernista. Como ya hemos comentado, estos principios afirman que el conocimiento objetivo es imposible, que el conocimiento es una construcción del poder y que la sociedad está compuesta de sistemas de poder y privilegio que es necesario deconstruir. Hacia 2010 todas estas ideas posmodernas se concretan en un academicismo interseccional de la Justicia Social que acepta que todo esto es verdad y describe cómo es realmente el conocimiento, el poder y las relaciones sociales humanas, es decir, que son afirmaciones verdaderas acerca de la realidad. Todo esto se convierte en una Metanarrativa, en la Verdad según la Justicia Social. 


En el academicismo de la Justicia Social leemos continuamente que el Patriarcado, la supremacía blanca, el imperialismo, la cisnormatividad, la heteronormatividad, el “Capacitismo” (Ableism) -un término que creo que no tiene todavía una traducción al español y que se refiere a la discriminación de personas con discapacidad-, y la grasafobia (fatphobia), estructuran la sociedad y lo infectan todo. Esta realidad se ve como profundamente problemática y por tanto es necesario identificarla, condenarla y desmontarla. Encontramos en todos estos textos de la Justicia Social que todas las personas blancas son racistas, que todos los hombres son sexistas, que el racismo y el sexismo son sistemas que existen y oprimen aunque no exista ninguna persona con creencias o intenciones racistas o sexistas, que el  sexo no es biológico y existe en un espectro, que el lenguaje es literalmente violencia, que querer remediar la discapacidad y la obesidad es odio y que todo necesita ser descolonizado. Un concepto que está ausente de toda esta teoría es el de clase económica (a veces aparece combinado dentro de la interseccionalidad), concepto que era clave en el marxismo y por ello no sorprende que mucha gente trabajadora se sienta alienada de este nuevo tipo de izquierda. También es irónico que este movimiento que dice “problematizar” todo tipo de privilegios está liderado por activistas de las universidades más caras de EEUU, de las clases más privilegiadas y de mayor estatus dentro de la sociedad.


Así que lo que empieza como escepticismo y pesimismo acerca de la posibilidad de conocer acaba en una verdad absoluta que no se puede discutir, que no tolera disidentes y los cancela y que no admite debate ni discusión. El conocimiento no se puede obtener por medio de datos o de la razón pero ahora se dice que se puede obtener escuchando la “experiencia vivida” de los miembros de los grupos marginalizados, o más exactamente, la interpretación que algunas personas hacen de esas experiencias vividas después de haber sido tamizadas por la Teoría. El problema de esta visión subjetiva es qué ocurre cuando las experiencias subjetivas de las personas entran en conflicto. Si diferentes miembros de grupos marginalizados -o si miembros de diferentes grupos marginalizados- dan interpretaciones incompatibles de sus experiencias vividas, ¿cómo se puede resolver esta contradicción? A veces se intenta dar una respuesta relativista radical, que dos afirmaciones contradictorias pueden ser verdad al mismo tiempo, pero lo que más hace la justicia Social en la práctica es favorecer las interpretaciones de algunos grupos marginalizados (los que se consideran que están en un lugar más elevado de la jerarquía de victimismo) y considerarlas las auténticas y se descartan las demás interpretaciones como internalizaciones de las ideologías dominantes. Es decir, cuando se produce un conflicto entre identidades, para saber cuál es la verdad se analiza cuál es la identidad más oprimida o victimizada, y lo que diga esa identidad se considera la verdad. De esta manera se resuelve la contradicción lógica entre el relativismo radical y el dogmatismo absoluto pero el precio que se paga es que la Teoría de la Justicia Social se convierte en algo completamente indefendible e infalsificable: sea cual sea la evidencia acerca de la realidad (física, biológica, social o filosófica) que se presente, la Teoría siempre puede descartarla. Es por esto que no es ninguna exageración afirmar que la Teoría de la Justicia Social ha creado una nueva religión, una fe que es hostil a la razón, la falsificación, la falta de confirmación o el desacuerdo de cualquier tipo, pero de ello hablaremos otro día.


El resultado de toda esta evolución que hemos visto es que el posmodernismo en la forma de la Justicia Social ha dejado las universidades y ha empezado una fase de expansión y proselitismo en la que está llegando a todas las esferas de la sociedad: las redes sociales, las empresas y corporaciones, las instituciones, el arte, el cine, la medicina, la psicología, la ciencia y las revistas científicas y, por supuesto, la política. 


26 comentarios:

  1. Esta teoría se basa como todo el pensamiento de izquierdas en el sesgo de debilidad.
    Básicamente eres de izquierda si tienes sesgo de debilidad y si no lo tienes, no lo eres. Este sesgo consiste en ponerse sistemáticamente al lado de la parte PROPORCIONALMENTE más débil. Aunque yo creo que se define mejor como ponerse siempre en contra de los poderosos. Importante es que no se tiene en cuenta si es débil o poderoso en esencia sino en comparación. Obviamente, donde más “brilla” este sesgo es en la política económica. La izquierda quiere perjudicar económicamente a los bancos, grandes empresas, grandes patrimonios, etc. Y quiere dar ayudas a parados, mujeres, inmigrantes, etc. Toda su política económica se basa en eso. Ahora lo vemos con la limitación de los alquileres. La evidencia indica que eso sería perjudicial. Pero Podemos no se convence. Las ganas de dar un golpe a los propietarios y sobre todo a los grandes tenedores son mayores.
    Fuera de la economía es lo mismo. Podemos no aplaude en el congreso al PP o a C’s pero sí al PNV, un partido conservador de una comunidad rica. Por muy rica que sea, es menos poderosa que el estado. También, muchos izquierdistas disculpan o incluso justifican ataques terroristas. Un terrorista no es débil, pero de nuevo, sí lo es al lado del estado al que ataca. TODO el discurso de la izquierda, sobre todo de la extrema izquierda está basado en este sesgo.

    ResponderEliminar
  2. Bon dia, des de Girona, Països Catalans.

    No puedo más que agradecer la claridad expositiva y síntesis de unos temas tan interesantes. Tenía que dedir algo, porque un post es mejor que otro, y suma y sigue.
    Éste post empieza con aquello de entre el malo y el peor, Liberalismo. Aceptamos pulpo.
    Sólo un ridícula aportación personal, una reflexión pregunta: ésta nueva religión que parece que no había existido nunca, se parece mucho a todas las anteriores. A ver si va a ser el mismo perro con distintos collares, o com diem en català: el llop amb pell de xai? (El lobo con piel de cordero).

    Saludos cordiales. Quiero más.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por los comentarios, David y Steve, stay tuned que la próxima entrada creo que os va a interesar ;)

    ResponderEliminar
  4. En párrafo 8 (y algún otro) ¿no debería decir "falsación" en vez de "falsificación"?:
    "la Justicia Social se ha convertido en una nueva religión, una tradición de fe que es hostil a la razón, a la falsificación, al..."

    Personalmente creo que este fenómeno de la SJW se da en personas con cerebro "religioso", o sea con el don de la fe (la maldición de la fe, más bien, pues el verdero don es nacer sin poder creer...), que hace doscientos o trescientos años hubieran entrado a formar parte de la Iglesia y que hoy, son otros tiempos muy diferentes, encuentran acomodo en la nueva religión de la "Justicia Social".

    Por supuesto, como bien explicas, el postmodernismo es más complicado que eso (la teología también...) pero al final lo importante es siempre el número de fieles con la ciega fe del carbonero que un lider es capaz de mover, y me temo que apuntarse a esto está gustando. Esperemos que sea solo una moda pasajera, pero mal asunto, muy malo. Con la fe hemos topado... otra vez.

    Yo, ante tanto relativismo, propongo unirnos los disidentes en un grito rotundamente objetivo y que les va a doler: ¡QUE SE MUERAN LOS FEOS! ;-)

    ResponderEliminar
  5. Interesante. no he entendido "que la libertad de expresión -un pilar fundamental de las sociedades democráticas- sea ahora una idea de derechas", los que protestaban por el encarcelamiento de Hasel eran de derechas, dices (¿?).
    Estamos como al principio. El liberalismo es bueno, la Justicia Social mala. Desde mi cultura lo vivo como un ataque al intento de cambiar el sistema Neoliberal. Muy bien argumentado por cierto. Los que quieren el cambio son fanáticos cuasi-religiosos, los que mantienen y viven bien en el sistema son inteligentes, cultos y demócratas, defienden al libertad de expresión, y encarcelan a los disidentes.
    Lo he entendido bien?
    Un saludo

    ResponderEliminar
  6. Platón ya lo describió hace más de 2000 años y lo llamó "La alegoría de las cavernas". La ingeniería social se construye con cada tribu y sus creencias (el llamado "Tribalismo Ideológico", que usted escribió en otro articulo), ahora lo que usted llama "Wokismo" no es más que el reemplazo de la religión Cristiana con otras religiones "seculares" como el ambientalismo, animalismo, feminismo, antinatalismo... promocionadas por las élites plutocráticas, puesto que la hegemonía la impone el estado con el monopolio de la fuerza.

    Gente que se cree "revolucionaria" por apoyar un movimiento impulsado por el propio sistema desde la educación, los medios de comunicación, partidos políticos y empresas privadas. Deconstruyendo supuestos "constructos sociales" mientras construimos otros, no para derribar mitos sino para llenar vacíos existenciales. Se habla más de libertad, diversidad, inclusión, etc. Mientras se imponen ideales a martillazos, que nos obligan a seguirlos sin cuestionarlos, de no hacerlo somos el problema, todo como un raro brebaje entre "Brave New World y 1984".

    El cambio que quizás se pueda percibir es que las herramientas utilizadas se van modernizando día a día y el "Régimen" se va puliendo y se hace mas sutil, solo vea la "Agenda 2030" y sus imposiciones a escala Global, fíjese que gran casualidad que la gran piedra en el zapato es el Cristianismo y la familia tradicional. Todos nos alimentamos (herramienta 1), todos utilizamos el dinero FIAT (herramienta 2) y todos nos informamos con los mass medias (herramienta 3). Para este sistema el dinero es como la sangre, si no lo tienes no haces nada. La vitalidad de este sistema depende de la circulación del dinero (en cualquiera de sus formas) y quienes manejan el valor y el flujo del dinero (Bancos) serán quienes tengan el control del sistema porque a través del dinero comprarán todo lo que les haga falta (voluntades, medios de comunicación, noticias, etc) para hacerse con el poder y así dominar la caverna y sus encadenados, entre más dividida se encuentre la población, más fáciles son de manipular por la plutocracia... O sea, quién domine los Bancos se hará con el poder de facto (Cuestión resuelta)... Dudo que haya salida para todo este fregadero, mejor ver desde lejos y con palomitas de maíz este espectáculo.

    ResponderEliminar
  7. Leí casi todo Foucault y nunca vi que hable de "poder-conocimiento" y sí en cambio de "poder-saber". Las malas traducciones pueden llevar a grandes errores

    ResponderEliminar
  8. Es interesante notar por estos tiempos, como las "religiones seculares" están cambiando el pensamiento de forma radical, sobre todo con las mujeres, lo que decía Yuri Bezmenov se esta cumpliendo, se da el comportamiento "religioso" que usted comenta, por ejemplo con el Feminismo, algunas dicen que quieren igualdad (concepto ya bastante desvirtuado y utópico), otras que quieren equidad (concepto muy subjetivo y ambiguo, cuando se trata de trabajos de alto riesgo, custodia compartida, hombres sin hogar, suicidios masculinos, derechos reproductivos masculinos, fraudes de paternidad... que el hombre no reclame nada eeehh), otras directamente admiten que quieren superioridad sobre el hombre (misandría con hembrismo, estas son más honestas con sus objetivos, solo vean el librazo que escribió Pauline Harmange o Valerie Solanas, no veo censura a sus escritos ¿entonces donde esta la supuesta "opresión" si pueden decir lo que quieran?). Como mínimo en el discurso base, hay mucha deshonestidad intelectual e hipocresía...

    Pero eso no es todo, ellas salen con frases como "creen su propio movimiento" u "Hombres exprésense", bien cuando lo hacen, salen con "jajaja miren a los machitos llorones", ¡¡jajaja machitos frágiles!! o ¿están tratando de invisibilizar al feminismo?". ¿¿¿Entonces porque dicen lo primero, si luego se quejan y terminan cancelándolos o negándoles sus problemas???? porque cuando se enteran del Masculinismo salen a decir que son unos ridículos que no necesitan a nadie que vele por sus derechos. Porque hablo cuando censuraron la charla de Warren Farrel en 2013, boicotearon al documental "Silenciados", "borrando a papá" o presionaron a la INEGI que borrara unas infografías donde mostraba como los hombres morían más en homicidios o como tratan de tirar abajo la LEY ALEJO, ¿entonces donde esta la supuesta opresión, si las feministas terminan reprimiendo a los que les llevan la contraria?. En resumen: "exprésense, siempre y cuando digan lo que queremos oír" toda una feminquisición.

    Como reflexión, las que se llaman a sí mismas "feministas" y que odian a los hombres, no merecen el nombre de "feministas", pero también han dicho que tampoco se les puede llamar "hembristas o misándricas", ¿entonces qué nombre proponen para identificarlas? ¿donde están las "feministas buenas" llamándole la atención a las "feministas malas"? ¯\_(ツ)_/¯

    Pd: Estaría excelente que usted charlara con la Dra. Roxana Kreimer o gente como Masculinismo México, Esther Vilar, Xeno o Experto en Igualdad, Saludos.

    ResponderEliminar
  9. Muy interesante. Hacía mucho no leía estos contenidos, pero son ilustrativos, serios y reflexivos. Esto es valioso por estos días.

    ResponderEliminar
  10. "El feminismo es igualdad, lo dice la RAE".
    "La Tauromaquia es arte, lo dice la RAE.

    El feminismo lleva años presionando por invertir la carga de prueba a los hombres y vulnerar la presunción de inocencia. Busca discriminar por sexos y establecer códigos penales diferenciados por sexos, Juzgados de Género y la famosa "Perspectiva de Género" que más bien debería llamarse "PERSPECTIVA DE LA MUJER" ¿a eso se le puede llamar Igualdad y Progreso? A mí me recuerda al Apartheid Sudafricano y toda una regresión arcaica en el Derecho Penal. Los objetivos de estos grupos es tensar, enfrentar y crear bloques dialécticos en la sociedad, para dividirla aun más y para después brindarse como solución a un problema que ellas han creado.

    ResponderEliminar
  11. Mikhail Zhukovsky20 de marzo de 2021, 9:25

    Las feministas dicen que tenemos privilegios por ser hombres y vivimos en una sociedad que nos protege, pero cuando señalamos la enorme cantidad de problemas que tenemos, como por ejemplo el 83% de las víctimas de homicidio son hombres, el 80% de los suicidios son hombres, el 95% de los fallecidos por accidentes laborales son hombres, el 88% de los sinhogar son hombres, alistamiento obligatorio en las guerras... ¿Entonces que derechos y privilegios tenemos nosotros que ellas no tengan?

    Dicen que es por culpa del Machismo y el Patriarcado que nos reprime, pero las feministas son las primeras en silenciar estos datos. ¿Entonces somos privilegiados o castigados? ¿que Patriarcado mas raro no creen? yo diría más bien que es Ginocentrismo de manual.

    Casi han conseguido silenciar la palabra Hembrismo y Misandria, llamando machismo a todo. ¿Algo afecta "negativamente" a una mujer?, culpa del machismo; ¿algo afecta negativamente al hombre?, culpa del machismo también... Lo han hecho tan bien, que si a una persona joven de hoy día le preguntas qué es el Hembrismo, ni saben lo que es.

    ResponderEliminar
  12. En USA los Afroamericanos tienen condenas casi un 20% superiores a los blancos y eso se considera un gran caso de Racismo... Sin embargo, los hombre sufren condenas un 63% superiores a las mujeres por el mismo delito. Pero los hombres "son unos privilegiados" ¿se puede tomar enserio esta clases de discursos?

    Lo que más me fastidia de todo esto es la actitud hipócrita e indefendible, de criticar ciertos actos cuando lo hace un hombre, tachándolo, por supuesto, de "machista", pero siempre tienen la manera de "justificar" dicho acto cuando lo hace una mujer. Sieeeempre encuentran alguna "justificación", y es una actitud que me parece repugnante, porque lo hacen con todo, incluido con los Filicidios, tachándola de "hayyy pobrecita, no estaba en sus cabales, algo habrá hecho".

    ResponderEliminar
  13. Las 48 leyes del poder

    Ley nº 1.- Nunca le haga sombra a su amo
    Ley nº 2.- Nunca confíe demasiado en sus amigos; aprenda a utilizar a sus enemigos
    Ley nº 3.- Disimule sus intenciones
    Ley nº 4.- Diga siempre menos de lo necesario
    Ley nº 5.- Casi todo depende de su prestigio; defiéndalo a muerte
    Ley nº 6.- Busque llamar la atención a cualquier precio
    Ley nº 7.- Logre que otros trabajen por usted, pero no deje nunca de llevarse los laureles
    Ley nº 8.- Haga que la gente vaya hacia usted y, de ser necesario, utilice la carnada más adecuada para lograrlo
    Ley nº 9.- Gane a través de sus acciones, nunca por medio de argumentos
    Ley nº 10.- Peligro de contagio: evite a los perdedores y los desdichados
    Ley nº 11.- Haga que la gente dependa de usted
    Ley nº 12.- Para desarmar a su víctima, utilice la franqueza y la generosidad en forma selectiva
    Ley nº 13.- Cuando pida ayuda, no apele a la compasión o a la gratitud de la gente, sino a su egoísmo
    Ley nº 14.- Muéstrese como un amigo pero actúe como un espía
    Ley nº 15.- Aplaste por completo a su enemigo
    Ley nº 16.- Utilice la ausencia para incrementar el respeto y el honor
    Ley nº 17.- Mantenga el suspenso. Maneje el arte de lo impredecible
    Ley nº 18.- No construya fortalezas para protegerse: el aislamiento es peligroso
    Ley nº 19.- Sepa con quién está tratando: no ofenda a la persona equivocada
    Ley nº 20.- No se comprometa con nadie
    Ley nº 21.- Finja candidez para atrapar a los cándidos: muéstrese más tonto que su víctima
    Ley nº 22.- Utilice la táctica de la capitulación. Transforme la debilidad en poder
    Ley nº 23.- Concentre sus fuerzas
    Ley nº 24.- Desempeñe el papel de cortesano perfecto
    Ley nº 25.- Procure recrearse permanentemente
    Ley nº 26.- Mantenga sus manos limpias
    Ley nº 27.- Juegue con la necesidad de la gente de tener fe en algo, para conseguir seguidores incondicionales
    Ley nº 28.- Sea audaz al entrar en acción
    Ley nº 29.- Planifique sus acciones de principio a fin
    Ley nº 30.- Haga que sus logros parezcan no requerir esfuerzos
    Ley nº 31.- Controle las opciones: haga que otros jueguen con las cartas que usted reparte
    Ley nº 32.- Juegue con las fantasías de la gente
    Ley nº 33.- Descubra el talón de Aquiles de los demás
    Ley nº 34.- Actúe como un rey para ser tratado como tal
    Ley nº 35.- Domine el arte de la oportunidad
    Ley nº 36.- Menosprecie las cosas que no puede obtener: ignorarlas es la mejor de las venganzas
    Ley nº 37.- Arme espectáculos imponentes
    Ley nº 38.- Piense como quiera, pero compórtese como los demás
    Ley nº 39.- Revuelva las aguas para asegurarse una buena pesca
    Ley nº 40.- Menosprecie lo que es gratuito
    Ley nº 41.- Evite imitar a los grandes hombres
    Ley nº 42.- Muerto el perro, muerta la rabia
    Ley nº 43.- Trabaje sobre el corazón y la mente de los demás
    Ley nº 44.- Desarme y enfurezca con el efecto espejo
    Ley nº 45.- Predique la necesidad de introducir cambios, pero nunca modifique demasiado a la vez
    Ley nº 46.- Nunca se muestre demasiado perfecto
    Ley nº 47.- No vaya más allá de su objetivo original; al triunfar, aprenda cuándo detenerse
    Ley nº 48.- Sea cambiante en su forma

    ResponderEliminar
  14. Buenos días.

    Le pediría al señor o señora Strauss que cuando cite a la Señora Eshter Villar (El varon domado, 1975) lo haga como Dios manda: La gran Señora Villar, jamás suficientemente reverenciada.
    Bromas a parte, en mi vida hay un antes y un después de Esther Villar. Ella (casi lo dice todo). Si pregunta por otras mujeres feministas que reivindiquen el buen fememismo, yo conozco a Camile Paglia y a Christine Hoff Summers. Una mejor que la otra. También hace unas semanas visioné el documental de Red Pill, donde una chica norteamericana hace un giro personal del feminismo al antifeminismo.

    https://yotu.be/7jGPoUraPvY

    Recientemente veo a muchos hombres que intuyen que el problema grave es el feminismo. Yo escribí algo sobre el tema, en mi lengua: el catalán. Pero con Esther Villar basta, y de sobras. Un chico (anticatalan) que habla muy bién sobre el tema es el gallego afincado en Chipre (supongo que en el Chipre no ocupado),Fabián C. Barrio: En defensa del Machirulo.

    Bueno, la nueva religión, como decía, es la misma de siempre. Aunque como decís, es sumamente adaptativa y, sobretodo, yace en las sombras, de la caverna.

    ResponderEliminar
  15. Dices verdades como puños @Strauss felicidades, y me pregunto ¿para que piden que los hombres se expresen y formen un movimiento si luego lo censuran? la verdad es que veo inviable al Masculinismo, más como la sociedad es Ginocentrica.

    Esther Vilar y Tania Lucely son mujeres honestas con su naturaleza. Vilar decía que las mujeres domaban a los hombres de manera similar a cómo Pavlov lo hacía con los perros. Todas la criticaron, pero nadie le refutaba. Luego las feministas dicen que la mujer es complaciente y servil porque es una "esclava oprimida" y toda esa clases de gimnasias mentales, para luego abrirse un OnlyFans y lucrarse con los urgidos sin dignidad propia.

    El "varón domado" es demasiado ingenuo para ver que lo están condicionando con recompensas, realmente se creen reyes, si son ellos los que se dejan la piel en el trabajo durante 12 Hrs y le dan todo su sueldo a la mujer ¿eso es ser privilegiado? para mear y no echar gota.

    ResponderEliminar
  16. Hay quien todavía afirma que del caos nace el orden, pero en la casa de los conocimientos heredados no he encontrado a nadie –cuerdo o emancipado–, que afirme que de la ignorancia nace la ciencia. Como mucho los cristianos teológicos afirman que el conocimiento procede de Dios, siempre mediante la operación mística de la ciencia “infusa”.

    Desde luego, si los principios esenciales del liberalismo fuesen los aquí catalogados como tales, no me cabe duda que la humanidad permanecería virgen de semejante anunciación caleidoscópica. Y las fuerzas que la amenazan estarían en perpetua calma.

    Pero no sucede así, y en esta entrada se nos revelan las tres etapas del posmodernismo letal, fuente del totalitarismo menos tolerante y más totalitarista de la humanidad; el Wokismo!!! Una especie de secta culinaria que mezcla en su olla Obesidad y Sexo con la Teoría post–colonial, cocinando el cocido con todo tipo de grasas y casposidades sociales, políticas y económicas obsesionada, por la izquierda, con el poder.

    El espectacular cocido lo llaman “justicia social”, y más que hostil a la razón debe ser cancerígeno de necesidad; y no por cínico, sino por indigesto y multidiarréico.

    Y al principio fue el verbo, dice el Evangelio de Juan, pero luego el modernismo creó a Foucault quien hizo el Panóptico y nos cambió de fase difuminando el paisaje. Y la verdad se hizo niebla floreciendo el escepticismo provinciano. Y el poder se hizo lluvia permeando todos los niveles de la sociedad.

    Sin embargo, el individuo liberal es radicalmente distinto al individuo del posmodernismo aplicado concebido como punto de confluencia de identidades de grupo tan distinto como el átomo aislado lo es del átomo componente de una molécula enlazado con muchos otros átomos. Diferencia epistémica tan abismal como trascendental que nada tiene que ver con «DEBER SER», porque «ES». ¿O ACASO NO EXISTEN LAS MOLÉCULAS O LOS COMPUESTOS SUPERIORES?...

    No hay «REIFICACIÓN», sino «IDENTIFICACIÓN» y el concepto de «justicia social» remite a las fuerzas de cohesión del sistema que conforma la molécula imaginaria que no es otra cosa que el conjunto social.

    La dimensión moral la pone usted y revela cual es su «verdadero» problema particular que parece ser que todavía no se ha enterado de que Popper ha muerto y que su pauta de la «falsabilidad» ha sido ampliamente refutada.

    No entre en pánico; solo resetee su disco duro.

    ResponderEliminar
  17. Ahora me doy cuenta donde me he metido, y rectifico: el Liberalismo hijo del modernismo y la razón, es lo mejor, lo natural, lo culto. Feminismo en el mejor de los casos "poesia femenina", el razismo cosa de todos los que no son blancos que nos aborrecen, sin razón (solo emocionalmente), Los Bancos y el Militarismo liberal (o tengo que decir Neoliberal para ser moderno?) están para protegernos. Ya he rectificado, me dais la bendición? Modernista y no wokista. Un saludo modernistas.

    ResponderEliminar
  18. Hay algo que no me queda claro, los liberales pregonan el "Liberalismo es el respeto irrestricto por el proyecto de vida del prójimo", bien aquí surgen mis dudas ¿¿Porque se quejan tanto del famoso «WOKISMO» si precisamente su ideología pregona el RESPETO IRRESTRICTO POR EL PROYECTO DE VIDA DEL PRÓJIMO y esto es consecuencia última de la misma??, ¿¿¿Osea gente como Gloria Álvarez , Axel Káiser, Murray Rothbard, Ayn Rand, que se adhieren al liberalismo y sus principios pregonan cosas como el aborto, libre uso de drogas, libertad sexual, libertad individual, antirracismo, fronteras abiertas (Open Society), ateísmo... no seria por decirlo así «WOKISMO»??? ¿¿Osea gente como Javier Milei y Agustín Laje no serian verdaderos Liberales??

    También ¿¿han notado si existió ese tal «WOKISMO», en países como la URSS, Corea del Norte, Venezuela, Cuba o China?? porque me parece bastante extraño que toda esa ideología «WOKE», salga precisamente de EEUU, país que tanto admiraba Ayn Rand, país de la supuesta "LIBERTAD" donde no hace mucho había un Macartismo brutal(?), es también irrisorio ver como los liberales se agarran de los pelos por ver que Oligarcas Capitalistas como Soros financien, esa cosa llamada «WOKISMO» algo que tanto dicen "combatir" ¿¿pero no se daban cuenta que el maestro del Sr. Soros fue el mismo Karl Popper, un liberal?? el Sr. Soros es precisamente triunfante del Capitalismo Financiero y de la mentalidad de tiburón ¿¿todo un modelo a seguir para los liberales o no?? ¿¿entonces porque les molesta que financie el «WOKISMO» si es su proyecto de vida??, últimamente veo a mucho conspiranoico ultraderechista de la escuela Lajeniana hablar de "Marxismo Cultural", cuando el mismo Zizek le pregunto a Peterson que cosa era y que autores conocía, el tipo se quedo mudo y no sabia que responderle, un saludo.

    ResponderEliminar
  19. @Patxi dice: "no he entendido "que la libertad de expresión -un pilar fundamental de las sociedades democráticas- sea ahora una idea de derechas", los que protestaban por el encarcelamiento de Hasel eran de derechas, dices (¿?)."

    Patxi: los que protestaban por el encarcelamiento de Hasel (por pedir en canciones públicas cosas como un tiro en la nuca para Ortega Lara o el rey), son los mismos que querían empapelar a aquel grupo de jubilados ex-militares vándalos a los que, en un chat privado, les sobraban vivos la mitad de los españoles. Y estos defensores de Hasel fueron apoyados institucionalmente, en esa defensa de la libertad de pedir tiros en la nuca a personas concretas, por el partido de esa lideresa de género que cobró 70.000 euros (¡¡sí, sí: 70.000 euros!!) de indemnización del bolsillo de un señor que se le ocurrió escribir un poema satírico-político que venía a decir que esa señora ha llegado a donde ha llegado por ser la mujer de quien es (¡y con lo de cosas que dijeron, con razón, de la Botella alcaldesa de Aznar por lo mismo!).

    Esto no es defender la libertad de expresión, esto es defender libertad propia y prohibir la del otro.

    ResponderEliminar
  20. ¡ah! no lo sabía. Yo creía que libertad de expresión era eso LIBERTAD DE EXPRESIÓN, PARA DECIR LO QUE TE DE LA GANA. No para decir lo que te han dicho que está permitido decir. Me tendré que reciclar Anónimamente por supuesto (he hecho una excepción porque no suelo contestar a los anónimos)

    ResponderEliminar
  21. @Vlad Kalinić Tienes toda la razón, estos liberales andan nerviosos y sus bulos se caen a pedazos, te ha faltado nombrar que la R0ckerfeller F0undati0n financio el feminismo en los '60.

    https://www.alertadigital.com/2013/03/09/aaron-russo-rockefeller-creo-el-movimiento-feminista-para-impedir-que-los-ninos-se-criaran-con-sus-madres-y-consideraran-al-estado-su-padre/

    "Marxismo Cultural" jajajajajajajaja. Dijeron lxs M0ren4zis a Laje que no le roben su idea de "Bolchevismo Cultural" jajajajaja. Es irónico que en esos sacrosantos países liberales con mayor IDH, el "Wokismo" suele darse con fuerza, y en esos malévolos países "totalitarios" Sudamericanos el "Wokismo" se encuentra considerablemente restringido. Curioso ¿no?

    ¿Pero la culpa es de lxs "Surditos y Marx" o no? xDDD respecto a lo de Agustín Laje tocas un punto interesante. Desde el 2018 un Youtuber llamado Quetzal lo ha retado a debatir, han pasado más de 2 años y el tipo todavía no le contesta, pffff obvio que ese magufo ultraderechista le encanta lucirse con gente como Gloria Alvarez o alguna pubert@ aborter@ que aprende mediante TikTok, pero con gente de la talla de Quetzal o algún filósofo de renombre, el tipo prefiere evadir el debate.

    "POR QUÉ DICES QUE LAJE NO ACEPTÓ EL DEBATE SIN PRUEBAS"
    Las pruebas con una búsqueda avanzada en twitter, y lo mejor de esto es que se actualiza:

    https://twitter.com/search?l=&q=to%3AAgustinLaje%20%40slifante&src=typd

    ResponderEliminar
  22. @Patxi, veo que tengo que explicarle las cosas más despacio: la libertad de expresión es para todos, no para los de determinada cuerda únicamente.

    Si los que piden libertad para Hasel para decir lo que quiera luego piden que se empapele a los que dicen cosas que a ellos no les gustan (que es lo que ocurre constantemente entre la izquierda), no están defendiendo la libertad de expresión, que es lo que usted nos quería hacer creer con usted su retórica sobre los que defienden a Hasel.

    ResponderEliminar
  23. Pablo Malo, no entiendo la siguiente frase. ¿Está bien redactada?

    La postura escéptica posmodernista según la cual lo que tú dices vale lo mismo que lo digo que yo no sirve para la acción y el activismo político.

    ResponderEliminar
  24. Nice informative article. Thanks for sharing this post. Keep sharing more useful blogs like this. Online Solicitation Of a Minor

    ResponderEliminar
  25. thanks for taking time to create a good article

    ResponderEliminar