Circula por ahí la idea de que el temor que le tenemos al terrorismo es irracional ya que no se corresponde con el número de muertes que origina. El tema se aborda por ejemplo en esta web donde se hacen eco de un gráfico del Sistema Nacional de Salud británico con las principales causas de muerte y sus cifras, que es muy impactante, porque las cifras de muertos por terrorismo son insignificantes:
Las explicaciones que se dan para este miedo suelen hacer referencia a que la mente humana calcula mal las probabilidades, que no somos racionales y nos dejamos llevar por las emociones y demás. Scott Alexander en su blog Slate Star Codex aborda el problema de otra manera (aprovecho para recomendar encarecidamente este blog). Nos pone un ejemplo de un argumento extremo, similar al del gráfico anterior, que encontró en una web: muere más gente aplastado por muebles, como una televisión inestable o un armario que por actos terroristas:
Pero nos cuenta que la réplica a ese gráfico anterior la encontró por Twitter (Twitter también tiene cosas buenas) donde alguien retocó el gráfico de la siguiente manera:
Visto así las cosas empiezan a tener otro aspecto. Si en vez de tomar la fecha del gráfico a partir del 11 de Septiembre de 2001 empezamos desde el 10 de Septiembre e incluimos el atentado a las torres gemelas los números cambian de forma importante. Habrá quien diga que el atentado de las torres gemelas es un hecho excepcional, un valor atípico que no debe ser incluido. Pero hay cosas en la vida donde precisamente lo atípico es lo que importa. Nadie predijo el atentado de las torres gemelas y, de la misma manera, nadie puede asegurar que no nos espera en el futuro un ataque terrorista con armas químicas o incluso con armas nucleares. Como dice Alexander, con su típico humor, después de un hipotético ataque nuclear de ISIS en Londres en 2020 volverían a aparecer páginas similares a las comentadas que dirían cosas como: “Después del ataque del ISIS contra Londres del 2020, que generó 4 millones de muertos, el terrorismo mata al año menos que las cabeceras de cama”.
El meollo del asunto es que el terrorismo produce cisnes negros y el mobiliario casero no, el primero es impredecible y el segundo no tanto, es poco probable un apocalipsis provocado por muebles. Como explica Taleb en su estupendo libro, si yo trabajo de obrero en una cadena de montaje mis ingresos van a ser constantes toda la vida (y escasos) pero si me dedico a escribir libros puede que me ocurra el milagro (un cisne negro), como fue el caso de J.K. Rowling que de estar en el paro se convirtió en la primera o segunda persona más rica del Reino Unido (aunque también hay más probabilidades de que los escritores se mueran de hambre).
Así que es verdad que deberíamos tener más miedo a peligros de la vida diaria como meternos en la ducha. Probablemente el baño de una casa es un lugar más peligroso que un avión. Pero tampoco hay que concluir que tener miedo a lo imprevisible es irracional.
@pitiklinov
Taleb también explica que la estadística del cenutrio ese es perfectamente aberrante:
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/nntaleb/posts/10155509264828375
Realmente no entiendo bien hacia donde vas con esta entrada. ¿que la multiplicación del miedo por los medios de comunicación después de un ataque terrorista es adecuada? El problema que se trata en esas entradas que sacan estadísticas va dirigida no al problema del terrorismo en si, sino a su propagación, al contagio emocional que se produce "después de", contagio en el que los medios de comunicación participan y alimentan. No solo está el miedo, sino también el tratamiento del miedo. Efectivamente es difícil propagar el miedo por la caída de muebles en casa, y si es más fácil hacerlo con un posible evento terrorista. Igual que es fácil contagiar la posibilidad de hacerse rico con el gordo de la lotería, aunque la posibilidad estadística es ridícula. El tema me parece a mi que es la relación emoción-realidad y en concreto, miedo-realidad, y si el miedo es manipulable y que efectos tiene esa manipulación. Que es manipulable no cabe mucha duda, desde luego los terroristas lo saben perfectamente. El tema es cuanto hay de manipulación y cuanto de realidad en el miedo al terrorismo. La respuesta es importante porque las consecuencias son inmensas, baste ver las consecuencias de ese evento del 11-S que citas para un país, Irak, que no tuvo nada que ver con ese acto y cuyas consecuencias sigue pagando a día de hoy y no en miles de muertos, sino en cientos de miles. Y las consecuencias no se han limitado a Irak.
ResponderEliminarHola Antonio, por donde yo voy es muy claro: que es racional tenerle miedo a lo imprevisible y que probablemente es una adaptación y un mecanismo psicológico de nuestra mente. Y que no somos idiotas por tenerle miedo al terrorismo, por ejemplo, que es lo que nos vienen a decir webs como las que cito. Pero no entro en la manipulación de ese miedo (como de muchos otros mecanismo psicológicos diseñados por la selección natural) por la prensa, políticos, etc. Tienes razón en lo que dices, pero eso ya es una segunda parte. Yo quería dejar sentada la primera porque se discute.
ResponderEliminarGracias por comentar