jueves, 10 de octubre de 2013

Orígenes evolucionistas del Estigma


Estigma, según el diccionario de la RAE, significa marca o señal en el cuerpo, y en Medicina sería la lesión o síntoma funcional que indica enfermedad. Contra las personas estigmatizadas, bien por razones físicas o psicológicas, mostramos una conducta de rechazo o de discriminación. Es algo de sobra conocido, pero ¿es el estigma un fenómeno exclusivamente humano o tiene precedentes filogenéticos? Como ocurre con muchos otros fenómenos y características, vamos a ver que el estigma no es un invento humano y que ocurre en animales inferiores.

Una conducta similar a la que nosotros mostramos con personas a las que hemos marcado de alguna manera se ha observado en muchas especies de animales, y ha recibido diferentes nombres según los autores. Una denominación que se le ha dado es la de Conspecific Mobbing (Acoso al congénere), o Anstossnehmen (ofenderse, sentirse ofendido por algo). Goethe en 1939 ya describió el “fenómeno del pájaro pintado”: una gaviota cubierta de pintura era furiosamente atacada por sus semejantes. Goethe llamó a esta reacción Anstossnehmen. Bilz en 1967 informa del caso de un cuervo, cuyas alas estaban paralizadas por una poliomielitis que fue atacado por la bandada de cuervos. También llamó a esta conducta contra el pájaro enfermo Anstossnehmen.

Jane Goodall describe el caso de McGregor, un chimpancé afectado de polio que perdió la movilidad de las piernas y el control de la vejiga. Sus congéneres ni se le acercaban y cuando lo hacían era a veces dando muestras de agresividad y nadie quería despiojarle. Burton y Burton en 1977 describen el mismo tipo de conductas en un conejo con una pierna deforme. En algunas ocasiones, investigadores que han anestesiado a un mono para algún procedimiento médico y le han devuelto a la jaula sin estar completamente recuperado de la anestesia han visto que era atacado por sus compañeros, y han tenido que rescatarlo rápidamente y esperar a que se recuperara y que su conducta fuera totalmente normal. Animales como las ratas evitan emparejarse con individuos que den muestras de padecer algún tipo de infección. 

En definitiva, hablamos de una conducta discriminatoria, una agresión colectiva, dirigida contra un semejante percibido como extraño o diferente. Otros autores lo han llamado Discriminación contra los no-conformistas, discriminación contra miembros del grupo que difieren considerablemente en apariencia, o en conducta, de lo que es usual en ese grupo o especie. Aparte de observaciones casuales como las que he relatado, el fenómeno se ha estudiado en experimentos con mamíferos y pájaros.

La explicación evolucionista de esta conducta parece bastante clara. Por un lado, un individuo con un comportamiento anómalo puede pone en riesgo la cohesión y el funcionamiento del grupo. Pero, por otro lado, los estigmas físicos y la conducta anómala pueden indicar que ese individuo padece una enfermedad y esa enfermedad podría ser contagiosa. Por lo tanto se trataría de un mecanismo defensivo, probablemente en origen un mecanismo defensivo contra infecciones. Es muy interesante en este contexto el concepto de Sistema Inmunitario Conductual, de Schaller y Duncan, que plantean que los animales, ser humano incluido, han desarrollado una capacidad para detectar síntomas de infecciones en sus semejantes y para responder ante ellos con determinadas conductas: el rechazo social y la evitación.

Los parásitos de todo tipo, principalmente bacterias y virus, existen en el planeta  mucho antes que los primates y el ser humano y por ello hemos desarrollado un Sistema Inmune para combatirlos. Pero el Sistema Inmune es un sistema caro, desde el punto de vista económico, supone un gasto muy grande para el organismo, y además sólo actúa dentro de los límites del organismo. Sería lógico pensar que la Selección Natural estaría interesada en diseñar un sistema de prevención de las infecciones que evitara que el Sistema Inmune tuviera que actuar, es decir una capa previa, conductual, antgerior a las tres capas de la Figura 1. A esto es a lo que se refieren Schaller y Duncan con el Sistema Inmunitario Conductual,a mecanismos de detección y de respuesta que evitan que el individuo llegue  a ser contaminado y sufra la infección. Los mecanismos de detección utilizan los sentidos. Muchos animales detectan olores y señales químicas que indican enfermedad y es posible que nosotros lo hagamos en cierta medida también, pero nuestro funcionamiento es principalmente visual. El sistema visual nos permite detectar a distancia una serie de señales y signos, como manchas en la piel, erupciones, tos, espasmos musculares y otros comportamientos, que anuncian la presencia de una infección.
Figura 1

La respuesta principal es la evitación y el rechazo, motivada por emociones básicas como el miedo. Del asco hemos hablado bastante en este blog y, probablemente, evolucionó como una manera de inhibir la ingestión de venenos y tóxicos y el contacto con materiales (heces, vómitos, heridas contaminadas, etc.) que podrían contener gérmenes. Pero juega un papel importante en las relaciones interpersonales. Las personas que se consideran ofensivas o peligrosas generan asco,repugnancia y el distanciamiento físico, pero en ocasiones podemos llegar al rechazo, el ostracismo o, incluso, la agresión.

El artículo de Schaller y Duncan es muy interesante porque exploran las derivaciones de este Sistema Inmunitario Conductual  y su relación con otras conductas como la Xenofobia. Sería lógico que este sistema conductual responda ante señales que indiquen que un sujeto es forastero y solo hay que pensar en los millones de nativos muertos en América tras la llegada del hombre blanco para entender la lógica subyacente: los extranjeros pueden traer consigo enfermedades para las que no tenemos una inmunidad adecuada. Pero, por otro lado, esos extranjeros no conocen las costumbres locales y es posible y es posible que violen normas higiénicas personales, o en la preparación de la comida, que actúan de barrera contra las infecciones.

Schaller y Duncan no pretenden explicar la xenofobia, que es un proceso complejo y multideterminado con importantes factores culturales, con este único parámetro del Sistema Inmunitario Conductual, ni podemos explicar el estigma tampoco a partir exclusivamente de la Discriminación contra los No-conformistas, o del Acoso al Semejante. Pero una explicación del Estigma que pretenda ser completa tampoco puede ignorar estas conductas presentes ya en animales, y debería tenerlas en cuenta. De lo contrario, caeremos en explicaciones simplistas y buenistas que llevan a planteamientos como que el problema de la estigmatización es cuestión de educación y que se arregla con psicoeducación y buenas intenciones. En los años 80 del siglo pasado pudimos comprobar cómo la epidemia de SIDA dio lugar a un rechazo enorme de los pacientes de SIDA, y no sólo de los pacientes, sino de sus familiares e incluso de los médicos encargados de tratarles. No exagero en absoluto cuando os cuento que en lo más crudo e incierto de aquellos años los médicos de Infecciosas de un hospital cercano a donde me encuentro tenían que comer solos, porque hasta el resto del personal sanitario les evitaba. Hechos similares volverán a producirse en el momento en que se produzca cualquier epidemia de cierta gravedad, pero es muy probable que mientras tanto sigamos sobreestimando nuestra capacidad racional.

@pitiklinov en Twitter

Referencias




2 comentarios:

  1. Que buen blog, que buenas entradas, que buenos temas.
    Muy interesante y realista.

    No se como no hay 100 mil comentarios mas alabando estas entradas tan buenas.

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    1. Muchas gracias, he aparcado provisionalmente el blog y ahora escribo en la Nueva Ilustración Evolucionista.
      http://ilevolucionista.blogspot.com.es
      Nos vemos allí.
      Un saludo

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