martes, 16 de julio de 2013

Quimeras e Individuos



The true idea of the human mind is to consider it as a system of different perceptions or different existences, which are linked together by the relation of cause and effect, and mutually produce, destroy, influence, and modify each other…In this respect, I cannot compare the soul more properly to anything than to a republic or commonwealth, in which the several members are united by the reciprocal  ties of government and subordination
-David Hume, A Treatise of Human Nature

(La idea verdadera de la mente humana es considerarla como un sistema de diferentes percepciones o diferentes existencias, que se enlazan por la relación de causa y efecto, y que mutuamente se producen, destruyen, influencian y modifican mutuamente. ..A este respecto no puedo comparar el alma más propiamente con otra cosa que con una república o commonwelth, en la que los diversos miembros están unidos por lazos recíprocos de gobierno y subordinación)

El quimerismo consiste en que, tras la fecundación, dos cigotos se combinan formando uno solo, de manera que las células de los órganos del cuerpo tienen dos ADN diferentes, como si fueran dos personas fusionadas en una sola. Se conoce en vacas, gatos y humanos, pero suele resultar en esterilidad y parece que está seleccionado en contra. Pero hay un caso tremendamente curioso que es el del tití común (marmoset, en inglés), donde ocurre con mucha frecuencia. Este trabajo de Ross y cols ha estudiado el quimerismo en los titíes y los resultados son verdaderamente fascinantes. Lo resume y explica muy bien, como siempre, Carl Zimmer en este artículo del New York Times.

Los titíes de Sudamérica tienen la particularidad de que las hembras casi siempre dan a luz gemelos heterocigóticos, es decir, fecundación separada de dos óvulos por dos espermatozoides, por lo que los dos hermanos son genéticamente diferentes. Desde 1962 se conocía que prácticamente todos los gemelos de tití llevan células madres sanguíneas con el ADN de su hermano sin que eso afecte para nada a su salud. Lo que ocurre es que las placentas de ambos hermanos se fusionan durante el desarrollo y se intercambian células entre los dos fetos, vía sanguínea, de manera que ambos hermanos acaban con una mezcla de células con el ADN de los dos.

Corina Ross lo que ha hecho en este trabajo es mirar a ver si ese fenómeno ocurre en otros órganos de los titíes y no solo en la sangre. Todo empezó porque al tomar pelos para hacer estudios genéticos de paternidad los resultados eran totalmente locos. Diferentes pelos del mismo tití tenían una huella genética diferente, algunos pelos encajaban con el ADN del hermano y no con el del propio individuo. El caso es que Ross y cols. han encontrado quimerismo por todo el cuerpo de los tities. Pero no hay un patrón sino que el quimerismo parece ser aleatorio, un tití puede ser quimérico de pelo e hígado y de ninguna otra cosa más. Incluso algunos no son quiméricos de sangre.

Pero lo más sorprendente del estudio es que más de la mitad de los titíes tienen esperma quimérico, es decir, los espermatozoides de un tití llevan en realidad el ADN de su hermano. Al analizar el ADN del hijo de un tití se comprobaba con frecuencia que no era el de su padre sino el de su tío (el hermano del padre). ¡Algunos titíes tienen sobrinos en vez de hijos! Los investigadores han estudiado menos los óvulos que los espermatozoides pero también han encontrado que 2 de 21 ovarios eran quiméricos, por lo que también es posible que una hembra de tití dé a luz sobrinos.

Este descubrimiento llevó a los científicos a preguntarse si el quimerismo afectaba a la forma en que los padres tratan a los hijos y encontraron que las madres transportaban menos a las crías con piel quimérica que a las crías no quiméricas. Los padres, por contra, acarreaban el doble de tiempo a las crías quiméricas para piel que a las no quiméricas. Se cree que esto es así porque los titíes reconocen a sus hijos por el olor y un hijo con piel quimérica emitiría dos tipos de olor, o un rango de olores más amplio, dando a conocer así a su padre su relación con él. Corine Ross sigue investigando las implicaciones del quimerismo.

Esto cambia nuestra forma de ver a los titíes como individuos porque si la mayor parte del cuerpo de un individuo tiene los genes de su hermano, ¿qué es él como individuo?Pero, en realidad, el quimerismo nos cuestiona el concepto mismo de individuo. Porque de alguna manera todos somos quimeras. Como dice Dawkins en el Fenotipo extendido, la vida es anterior al organismo o individuo, la materia viva no tendría por qué venir empaquetada en forma de organismos. Pero en un momento dado, y por alguna razón no del todo explicada, los replicadores (genes) se agrupan en células y luego en organismos multicelulares. Pero los intereses de todos esos genes no son los mismos. Esto lo vio muy bien W. D. Hamilton, cuando comprendió la existencia del conflicto intragenómico, el hecho de que cada gen busca su propia replicación a expensas del resto del genoma. Hamilton se da cuenta de que el genoma no es un banco de datos monolítico con un equipo ejecutivo dedicado a un único proyecto: mantener al individuo vivo y hacer que tenga niños. Hamilton empieza a ver el genoma como un parlamento de facciones enfrentadas, de luchas egoístas; y un parlamento muy agitado, precisamente. 

Esa comprensión tuvo un efecto dramático en Hamilton, no sólo a nivel científico sino también a nivel personal. Hamilton tiene un párrafo glorioso en sus Obras Completas que se cita muchas veces en textos de Biología Evolucionista- y que creo que es muy relevante para la Psicología también- que voy a copiar aquí. Creo que este párrafo encierra una visión del mundo, una filosofía de la vida (la visión centrada en el gen). Pongo al final el original en inglés porque no es un texto fácil de traducir y no estoy muy satisfecho de la mía:

“El conflicto aparentemente ineludible en los organismos diploides se me presentó como un nuevo reto angustioso, al tiempo que me liberaba de un problema que me había atormentado toda mi vida. ¿Qué era lo que yo quería en mi vida? Mi propio yo consciente y aparentemente indivisible resultaba ser algo muy diferente de lo que había imaginado y no necesitaba sentirme avergonzado de mi autocompasión. Yo era un embajador mandado al extranjero por alguna frágil coalición, el portador de las órdenes contradictorias de unos nerviosos jefes de un imperio dividido. Perplejo todavía por la naturaleza de las políticas que debía defender, se me pedía actuar, y hacerlo de inmediato, para analizar, informar, influir en el mundo que me rodeaba. Teniendo presente la eterna inestabilidad que reinaba en mi interior, ¿no podía ya sentirme mejor con mi indecisión en todo tipo de cuestiones, desde lo más trivial y cotidiano hasta la naturaleza del Bien y el Mal? Utilizando otra metáfora, empecé a percibir que yo era los dos o más niños que se pelean pero que fingen una falsa unidad por unos pocos minutos para que su padre retire sus amenazas de castigo  y los lleve a la playa. Al escribir estas palabras, o más bien en la medida en que soy capaz de escribirlas, pretendo gozar de una unidad que, en mi fuero interno, sé que no existe. Soy fundamentalmente mixto, hombre y mujer, padre e hijo, segmentos cromosómicos enfrentados que se enlazaron millones de años antes de que el río Severn viera a los Celtas y Sajones del poema de Housman- antes de que existiera Europa como tal o viera ninguna de la violencia humana que vino después, con seguridad, incluida en mi ascendencia”.
W.D. Hamilton

Seemingly inescapable conflict within diploid organisms came to me both as a new agonizing challenge and at the same time a release from a personal problem I had had all my life. In life, what was it I really wanted? My own conscious and seemingly indivisible self was turning out far from what I had imagined and I need not be so ashamed of my self-pity! I was an ambassador ordered abroad by some fragile coalition, a bearer of conflicting orders from the uneasy masters of a divide empire. Still baffled about the very nature of the policies I was supposed to support, I was being asked to act, and to act at once –to analyze, report on, influence the world about me. Given my realization of an eternal disquiet within, could´nt I feel better about my indecision in matters ranging from daily trivialities up to the very nature of right and wrong? In another metaphor, I was coming to see that I simply am the two or the many quarreling kids who are pretending to false unity for a few minutes just so that their father will withdraw his threats and take them to the beach. As I write these words, even so as to be able to write them, I am pretending to a unity that, deep inside myself, I now know does not exist. I am fundamentally mixed, male with female, parent with offspring, warring segments of chromosomes that interlocked in strife millions of years before the River Severn ever saw the Celts and Saxons of Housman´s poem –before Europe as a whole existed or saw any of the human violence that become later, for sure, embedded in my ancestry.

@pitiklinov en Twitter

Referencia





3 comentarios:

  1. Gracias por el artículo, Pitiklinov.

    Conmovedoras palabras las de W.D.Hamilton ante la revelación de la realidad nihilista de la vida:

    "As I write these words, even so as to be able to write them, I am pretending to a unity that, deep inside myself, I now know does not exist."

    Un cordial saludo.

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  2. Por cierto, estupenda cita, casi premonitoria; la de David Hume.

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  3. lyuti (vadebichos)17 de julio de 2013, 3:47

    Pues no lo entiendo, perdona. Es que se mezclan muchas cosas.
    Por un lado hay una ambigüedad entre el concepto quimera como binario (o lo eres o no lo eres), y como cuantitativo (cuanto mayor mezcla de adn más quimera eres).
    Por otro, tomando quimera como concepto cuantitativo te planteas la individualidad de los pobres titíes, cosa que a ellos mismos no parece inquietarles mucho; hacen sus cosas de tití sin plantearse en exceso su individualidad.
    Más les debe inquietar las investigaciones que se llevan a cabo con ellos, pobreticos, venga tocarles los pelos, las narices y los ovarios :).
    Te diré que plantearse esto del quimerismo como algo tan filosófico (pasando de los genes a la indiviadualidad) da lugar a tontadas como las de la Montero que dijo que no querría que le transplantaran órganos de delincuentes.
    Y como curiosidad, entendiendo la quimera como algo puramente binario, según algún estudio que no tengo tiempo que recordar, hecho rastreando adn en muestras de sangre, toda mujer que hay gestado resulta que lo es, porque se encontró ese adn de sus hijos en su sangre. Y las pobres estaban tan frescas, quejándose de la guerra que dan sus retoños sin saber que lo que tienen que plantearse es su individualidad -somática-. Pero no te preocupes, porque las que han recibido un transplante de ovario pueden interrogarse sobre su individualidad germinal, al tiempo que intentan tomarse un respiro de sus labores maternales.
    Un saludo :).

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