En la Política de los Chimpancés, Frans de Wall cuenta que una de las funciones de los machos de alto rango es la de pacificador. Se dedican a intervenir en conflictos entre todos los miembros del grupo y normalmente intervienen de parte del más débil. El cambio de actitud es radical en cuanto llegan al poder. Antes del ascenso de rango defienden a sus amigos, pero al tomar el poder pasan a ser neutrales ( en la especie humana parece que ocurre lo contrario). La explicación es que ese papel de pacificador otorga prestigio y respeto por parte del grupo, especialmente de las hembras, y si quieren mantenerse en el poder necesitan todo el apoyo que puedan conseguir. Al contrario de lo que pasa entre gorilas, por ejemplo, donde la llegada al poder depende de la fuerza física exclusivamente, entre chimpancés no se convierte en macho alfa el más fuerte sino el que forma las mejores alianzas.
En las notas finales del libro, de Waal cuenta una experiencia muy interesante. Se les ocurrió en una ocasión separar a los machos de las hembras, cada grupo en una de las dos grandes cuadras de las que disponían para pasar el invierno. Pensaron que esto podría reducir tensiones en la colonia ya que así los machos no tendrían hembras por las que competir, y, por otro lado, las hembras y los pequeños no tendrían que aguantar las continuas demostraciones y retos entre machos. Después de varias semanas, a los machos les iba muy bien en su cuadra pero los guardianes empezaron a notar cada vez más peleas entre las hembras. Un día la cosa se puso tan fea, con mordiscos tan serios, que tuvieron que reintroducir a los machos porque las hembras no respondían a los gritos de los cuidadores. Los machos, que habían seguido la confrontación de oído, corrieron a la cuadra de las hembras y pararon la pelea inmediatamente. Los cuidadores tuvieron que repetir esta maniobra unos días después, con el mismo resultado. De Waal confiesa que no había visto nunca a las hembras atacarse las unas a las otras de esa manera. Para prevenir más heridas decidieron volver a juntar a toda la colonia.
Como soy chico, me voy a abstener de hacer comentarios
¿Por qué tienes que fastidiarla con ese comentario al final? Si crees que las hembras humanas acabarían a mordiscos sin machos (las típicas peleas a mordiscos en los conventos) aporta pruebas, y si no, mejor no digas nada. Además, al principio del artículo dices: "Antes del ascenso de rango defienden a sus amigos, pero al tomar el poder pasan a ser neutrales (en la especie humana parece que ocurre lo contrario)". ¿Para este caso somos distintos, y para el otro no?
ResponderEliminarMe gustan mucho tus artículos y los estoy leyendo todos, pero este tipo de cosas te restan credibilidad.
Un saludo!