lunes, 31 de agosto de 2015

Justicia y Neurociencia

En esta entrada voy a poner sobre la mesa el problema que supone el avance de la neurociencia para nuestro actual sistema de justicia. Son varios los autores que vienen llamando la atención sobre este asunto y voy a seguir fundamentalmente a David Eagleman en su clásico artículo, The Brain on Trial de 2011. La conclusión sería que nuestro sistema legal no sólo es erróneo sino injusto por tratar a la gente como si todos fuéramos iguales. Reconozco, sin embargo, que todavía no estamos en condiciones de articular una alternativa al sistema actual.

Charles Whitman fue un joven de 25 años, uno de estos asesinos múltiples que se llenan de armas hasta los dientes, que se fue a la universidad de Texas Tower en Austin y se puso a disparar contra todos y asesinó a 13 personas e hirió a 32. Es interesante, sin embargo, que Whitman  había dejado unas notas donde indicaba que quería que se le hiciera la autopsia porque se sentía raro y con unos impulsos violentos que no había sentido nunca. De hecho, antes de marchar a disparar a la universidad había asesinado a su madre y a su esposa a la que amaba, sin ninguna razón. El resultado de la autopsia fue un glioblastoma, un tumor cerebral, que afectaba al tálamo, al hipotálamo y a la amígdala, siendo esta última una región especialmente relacionada con el miedo y la agresión.

Es famoso también el caso de un hombre de 40 años, llamémosle Alex, que empieza a desarrollar unas preferencias sexuales que no había tenido nunca. Se empieza a interesar por la pornografía infantil, hasta el punto de que empieza a realizar acercamientos sexuales a su hijastra, lo que alarma a su esposa. Se le encuentra culpable de molestar a niños, se le echa de casa y se le condena a rehabilitación en vez de prisión. Sin embargo, estando en rehabilitación realiza acercamientos sexuales inapropiados al personal y a otros clientes y acaba en prisión. A la vez que ocurría todo esto, Alex se quejaba de dolores de cabeza y estando en prisión son tan insoportables que le llevan a Urgencias. Se le realiza un TAC craneal y se le encuentra un tumor en la región orbitofrontal. Se le opera a Alex y su sexualidad vuelve a la normalidad. Un año después de la operación Alex empieza otra vez con conductas pedofílicas. Se le vuelve a realizar scanner y se descubre un trozo de tumor que no había sido extirpado en la intervención inicial y había crecido. Se le reopera y la sexualidad de Alex se normaliza.

Cambios en la química cerebral dan lugar a cambios en la conducta. Si la biología cambia, cambian nuestros deseos, impulsos y la capacidad de controlarlos y de tomar decisiones. Por ejemplo, algunos pacientes de Parkinson a los que se les da agentes dopaminérgicos como el pramipexol desarrollan juego patológico, hipersexualidad y un aumento del apetito. Si los polos frontales se afectan, como en la decencia froto-temporal o en ACV o tumores en la zona, aparecen conductas desinhibidas, inmorales y cambios de personalidad.

Lo que estos ejemplos nos indican es que la conducta humana no puede ser separada de la biología. La mayoría de nosotros pensamos que todos los adultos tenemos la misma capacidad para realizar elecciones morales, pero esto es erróneo. Los cerebros de las personas son muy diferentes. Creemos que existe una especie de Pepito Grillo en nuestro cerebro, una voluntad inamovible o una conciencia, que es independiente de nuestros genes y de nuestro ambiente. Nada de eso le afecta, es un brújula que marca el bien y siempre sabemos cuál es el bien y podemos elegir libremente hacerlo. Los que no lo hacen son malos y tienen que ir a la cárcel, punto. Pero esto no es así. Pepito Grillo está hecho de instintos, motivaciones, capacidad de autocontrol y de inhibición de impulsos, etc.; Pepito Grillo no está al margen de genes y ambiente sino que está constituido por los genes y el ambiente de cada persona.

Voy a poner más ejemplos. Veamos el caso de Robert Alton Harris, un asesino condenado a muerte en San Quintin en 1992. Los dos padres de Harris eran alcohólicos y probablemente psicópatas, por lo menos el padre que estuvo dos veces en prisión por abusar sexualmente de sus hijas. Parece que Harris nació con síndrome fetal alcohólico y prematuro por una patada que el padre dio a la madre. Harris fue torturado por su sádico padre porque pensaba que no era hijo suyo sino fruto de un affair de su esposa. La madre odiaba a Harris porque le consideraba culpable de las palizas que recibía a manos de su padre. Harris fue objeto de bullying aunque pronto ingresó en una cárcel para menores donde fue violado repetidamente desde la edad de 14 años.

Bien. Con lo hablado hasta aquí todavía podemos intentar sacar la conclusión de que tenemos  una capacidad moral que funciona bien pero que se altera en casos muy extremos y muy especiales de tumores cerebrales, accidentes cerebro-vasculares, demencias y en psicópatas graves, o en gente a los que les damos determinados medicamentos. Pero esto es usar la técnica del avestruz y esconder la cabeza. Porque es sólo cuestión de tiempo que la tecnología sea capaz de hacer distinciones más finas que las que hacemos ahora a nivel de tumores o ACVs. En el futuro detectaremos patrones y detalles a nivel microscópico y en circuitería que se correlacionan con problemas de conducta con implicaciones morales. Un poco más abajo pongo otro ejemplo un poco diferente. No hay distinción entre la biología y la persona con su capacidad de tomar decisiones, son la misma cosa.

A la hora de metabolizar productos en el hígado una personas somos metabolizadores rápidos y otras son lentos. Todos no metabolizamos a la misma velocidad un bocadillo de chorizo porque no tenemos la misma cantidad de jugos gástricos, enzimas, ni la misma flora bacterian. Es sólo cuestión de tiempo encontrar diferencias similares en el cerebro y la línea que separa a los “responsables” de los que no lo son se va a hacer más borrosa. En cualquier eje que midamos - inteligencia, control de impulsos, agresión, empatía, etc.-, nos encontramos con una distribución variable. No somos iguales. Y muchas de estas variables afectan a la conducta moral.

Lo voy a ilustra con otro ejemplo. Existe una hipótesis que plantea que el Trastorno Borderline de Personalidad (luego se ha ampliado también al Trastorno Antisocial de la Personalidad) se debe a una alteración en el sistema de opiáceos del cerebro, y que los síntomas de estos pacientes son intentos incontrolables e inconscientes de estimular su sistema opiáceo defectuoso y su sistema dopaminérgico. Las conductas de las que hablo son conductas agresivas, hipersexualidad, autolesiones, abusos de sustancias…, es decir, conductas con repercusiones morales y legales. Personalmente, puedo comentar el caso de una paciente borderline con impulsos a robar en tiendas (cleptomanía o shop-lifting) que me dice que la necesidad que tiene de robar va aumentando a medida que pasa el tiempo hasta convertirse en una necesidad urgente que se alivia con el acto, para volver luego a aumentar progresivamente. Suponiendo que esta teoría y otros hallazgos similares en el futuro se demuestren, ¿sería justo meter en el mismo saco legal a personas con el sistema opioide alterado y personas que no lo tienen alterado? ¿Es justo juzgar igual a alguien como Robert Harris, que ha heredado esos genes de psicopatía y ese ambiente, y a alguien que no los ha heredado? ¿Es acertado suponer que esas dos personas tienen el mismo Pepito Grillo? Creo que no, y que sostener la existencia de una “voluntad libre” que no se ve afectada por la lotería de los genes y el ambiente es mantener un estatus quo que perjudica a los más desfavorecidos, a los que peor suerte han tenido en la vida.

A medida que avance la neurociencia descubriremos que la gente se distribuye en un continuo y no en categorías simples. No podremos mantener que todos los cerebros responden igual y todos merecen el mismo castigo. El sistema legal supone que todos somos iguales ante la ley, que todos somos igual de capaces de controlar nuestros impulsos, de tomar decisiones y de comprender sus consecuencias. Este mito es admirable en espíritu y era lógico mantenerlo hace siglos. Pero sencillamente no es cierto.

Mi intención con este post ha sido señalar que tenemos un problema. Davig Eagleman aventura cómo podríamos realizar los cambios necesarios para el futuro pero creo que todavía no tenemos una alternativa factible, porque la ciencia no ha avanzado lo suficiente. Pero es muy importante empezar por reconocer que tenemos un problema, es el primer paso para buscar soluciones.


@pitiklinov

Referencia:




14 comentarios:

Clodoveo11 dijo...

Sí, existe un problema, pero me pregunto si la solución correcta es adaptar la "ley" o la "normalidad", o un "óptimo socio-funcional", por decirlo de alguna manera, a este problema. Me pregunto cuántas personas con glioblastomas no matan, cuantos psicópatas no matan, cuántas personas con los problemas neurológicos que sean no dan el terrible paso de matar, violar o torturar a nadie, paso que repugna a la generalidad de personas y como así lo reflejan sus leyes.

Digo esto porque podemos deslizarnos a un escenario peligroso donde supuestos problemas neurológicos o inclusive "peculiaridades" en la personalidad sirvan de excusa en pleitos para amparar la ilegalidad. Ilegalidad que vulnera un sistema acordado por personas neurológicamente estables y que permite el óptimo funcionamiento social. Por supuesto que hay personas con problemas neurológicos graves que llevan a conductas ilegales y que deben tratarse, pero todos conocemos las leyes (o debemos conocerlas) y sabemos qué consecuencias acarrea saltárselas. Porque, me hace gracia, para dañarse ellos mismos o lo que estiman en su neurosis nunca los veo dispuestos; luego alguna brújula moral para su provecho sí que utilizan.

Así que ojo: todos somos muy distintos en genes, cerebro, circuitería, etc, pero la ley es la misma para todos y es la "neurológicamente" correcta para el funcionamiento social. No vaya a ser que alguno conduzca por la izquierda por un cable mal conectado y haya que reirle la broma.

Pitiklinov dijo...

Clodoveo,
totalmente de acuerdo, por eso digo que no tenemos de momento un sistema alternativo y como dices estamos hablando de cómo organizamos la sociedad así que es un tema muy serio.
Parte de los inconvenientes que planteas pueden ser solventados con más conocimientos científicos.
De momento me conformo con apreciar que tal vez no podemos pedir lo mismo a diferentes "configuraciones cerebrales". Normalmente no ponemos a correr los 100 metros a los hombres junto con las mujeres porque no dan el mismo rendimiento físico, y pedir la misma conducta moral a una persona "normal" y a alguien como Robert Harris igual no es muy justo.

Un saludo


Clodoveo11 dijo...

Con la única pero decisiva diferencia que el que no corran hombres y mujeres juntos no acarrea consecuencias trágicas e irreversibles, mientras que los casos que estamos viendo sí. Ahí me parece que prepondera la seguridad de terceros frente a un sentido de la justicia de consecuencias funestas.

Por supuesto, necesitamos saber más sobre el cerebro y su funcionamiento, pero mientras tanto la prioridad creo que debería ser minimizar daños "colaterales" en lo posible.

Otro saludo. :-)

Unknown dijo...

A veces me pregunto si mucha gente le desagrada la idea de tener simpatía o lástima para ser contundente de la infancia de muchos críminales sociopatas por el hecho de considerarlo un fallo de ellos en su -resiliencia- ( como esta atribuida como causada por uno mismo, y como hay personas que pasan este tipo de situaciones y no se convierten en críminales pues se llega a la conclusión erronea que es falta de voluntad ) Quizás no tenga relación pero veo como así de rápido se entiende de neurobiología y efecto de la críanza cuando un varón es el típico Don Juan,un líder innato o el Genio ( "Sale a su padre", "Lo lleva en la sangre" "Nació para mandar") supongo yo que será más fácil aceptar que alguién esta predeterminado cuando se trata de unas características y actitudes socialmente admiradas ( y a veces ni así, por eso vemos tantos libros de autoayuda vendiendo transformaciones asombrosas y a mi concepto bastante irrealistas a punta de -libre voluntad - y claro leyendo ejemplares estilo "Conviertase en líder" "Como ser el Hombre Alfa" "Sea una persona optimista" en verdad siempre que veo ese tipo de libros pienso si la persona que los compra ( que me imagino no posee estas cualidades innatas ni aprendidas hasta su adultez) más alla de un cambio modesto por nueva información externa esperara cambiar todo su equipaje neurólogico y conductual en una leída y ser de repente un James Bond o alegrón como Bob Esponja .

Miquel dijo...

Estoy de acuerdo con la postura de la entrada sobre el libre albedrío, y estoy leyendo el libro "De animales a dioses" de Harari y en él encuentro estas palabras: ". Los científicos que estudian los mecanismos internos del organismo humano no han encontrado el alma de la que se habla. Argumentan cada vez más que el comportamiento humano está determinado por hormonas, genes y sinapsis, y no por el libre albedrío; las mismas fuerzas que determinan el comportamiento de los chimpancés, los lobos y las hormigas. Nuestros sistemas judiciales y políticos intentan barrer en gran medida estos descubrimientos inconvenientes bajo la alfombra. Pero, con toda franqueza, ¿cuánto tiempo más podremos mantener el muro que separa el departamento de biología de los departamentos de derecho y ciencia política?

En la última entrada de mi blog aparece esta cita, un poco más ampliada. Por si interesa les dejo el enlace:
http://memoriasdesoledad.blogspot.com.es/2015/09/cita-del-libro-de-animales-dioses-yuval.html



idea21 dijo...

Es justo identificar los rasgos más antisociales de una personalidad en particular cuando el hacerlo puede beneficiar a muchos. Pero ya que se desarrolla ese conocimiento, no estaría mal que también identificáramos los rasgos más antisociales de nuestra misma cultura convencional. ¿Por qué está mal que un psicópata explote, maltrate o incluso dé muerte a otro por su propio placer, y está bien que se alienten en las escuelas criterios de discriminación y desprecio a los semejantes al fomentar el nacionalismo?

Se pueden poner más ejemplos. Con la exploración neurocientífica se quiere hacer "lo más" cuando no se hace el menor esfuerzo en hacer "lo menos".

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Este tipo de argumentos siempre me hacen pensar en que quienes los proponen están asumiendo una diferencia esencial entre los posibles criminales, por un lado, y los legisladores, jueces y filósofos morales, por otro.

idea21 dijo...

La justicia hay que verla en perspectiva. No es algo muy diferente a la venganza, y en ocasiones se dirige contra quienes van contra los comportamientos convencionales. Creemos que nuestra sociedad actual occidental ha alcanzado una ecuanimidad perfecta, y no es así.

Está muy bien el avance científico, pero cuando se abordan cuestiones sociales y morales, no hay que olvidar que nuestra misma cultura debería ser abordada como una cuestión de interés científico. Y que es falaz la distinción entre lo que "es" y lo que "debe ser".

Anónimo dijo...

· nuestro sistema legal no sólo es erróneo sino injusto por tratar a la gente como si todos fuéramos iguales .

Eso no es del todo así. El sistema legal, tal vez menos de lo que desearíamos, tiene en cuenta que la ley es igual para todos pero que no todos somos iguales ante la ley. Un menor no es tratado igual que un adulto, los psiquiatras, y usted lo sabra mejor que yo, realizan dictámenes que se tienen en cuenta supongo, a la hora de juzgar.

· Cambios en la química cerebral dan lugar a cambios en la conducta. Si la biología cambia, cambian nuestros deseos, impulsos y la capacidad de controlarlos y de tomar decisiones.

Eso es obvio. ¿Hay alguien que sea capaz de establecer lo contrario? ¿No sabe todo el mundo que una persona borracha no es igual que una ebria?

·Lo que estos ejemplos nos indican es que la conducta humana no puede ser separada de la biología .

Pero tampoco que la conducta sea por ello MERA biología.

·La mayoría de nosotros pensamos que todos los adultos tenemos la misma capacidad para realizar elecciones morales

Tampoco creo que eso sea así. Me dejo llevar por la intuición, pero yo diría que la mayoría de nosotros sabe que el comportamiento nuestro y el de nuestro semejantes, depende de cada cual y sus peculiaridades.

·Los cerebros de las personas son muy diferentes .

Claro. Todo el mundo lo sabe. Fulano es más inteligente que mengano, y mengano es más “malo” que zotano… criticarnos, clasificarnos, distinguirnos, culpabilizar, excusarnos… lo hacemos todos los días porque somos conscientes de que cada quién es cada cual.

· Creemos que existe una especie de Pepito Grillo en nuestro cerebro, una voluntad inamovible o una conciencia, que es independiente de nuestros genes y de nuestro ambiente

Independiente no. Normalmente decimos que Pepe es igual que su padre en esto o aquello (genes), o que es normal que Pepe haga eso por ir con quien va (ambiente). Ahora bien, también creo que la mayoría, acertadamente en mi opinión, es consciente de que aunque nuestra conducta no es independiente de nuestro genes y ambiente, tampoco es absolutamente dependiente. Establecemos una continuidad de grados en eso.

·Pepito Grillo está hecho de instintos, motivaciones, capacidad de autocontrol y de inhibición de impulsos, etc. ; Pepito Grillo no está al margen de genes y ambiente sino que está constituido por los genes y el ambiente de cada persona .

Pero si hay capacidad de autocontrol e inhibición de impulsos (gracias a nuestra genética y estructura psicobiologica y cultural)… ¿No significa eso que “no estar al margen de lo genes” no es lo mismo que “estar exclusivamente constituido y determinado” por los genes y el ambiente?
¿Respeto a qué se inhiben impulsos y se autocontrola conductas?

·En el futuro detectaremos patrones y detalles a nivel microscópico y en circuitería que se correlacionan con problemas de conducta con implicaciones morales .

Claro. Hay CORRELACIÓN. También hay correlación a nivel microscópico de nuestros circuitos cerebrales nuestra actividad matemática, y nadie diría que hacer matemática es MERA actividad cerebral. CORRELACIÓN no es lo mismo que CAUSACIÓN EXCLUSIVA.

·No hay distinción entre la biología y la persona con su capacidad de tomar decisiones, son la misma cosa.

Esa es una postura estética respeto a cómo interpreta usted la “capacidad de tomar decisiones”. A mí eso me parece reduccionismo ingenuo, lo siento. Ingenuidad que comparten con usted grandes pensadores (no se lo tome a mal, la ingenuidad es sólo respeto a MI sesgado parecer)

·En cualquier eje que midamos - inteligencia, control de impulsos, agresión, empatía, etc.-, nos encontramos con una distribución variable. No somos iguales. Y muchas de estas variables afectan a la conducta moral.

Exactamente. Y creo que casi el 100% de las personas sabe eso desde los mismos orígenes de la humanidad.

un saludo

Emilio dijo...

Magnífico comentario Enric. El reduccionismo en cuanto sale de su ámbito sea este la física o la biología tropieza con enormes dificultades para analizar sea la sociedad, sean las personas en su individualidad.

Pero tampoco es consecuente, si nuestras conductas están determinadas por factores que no está en nosotros controlar todos deberíamos ser igual de inocentes o culpables, sin necesidad de recurrir sistemáticamente al psicópata para ejemplificar, y la propia idea de bien o mal que son conceptos morales no tendría demasiado sentido ni cabida desde esa perspectiva.

E eso sin necesidad del absurdo planteado por Miquel de equipararnos a los hormigas. En un reduccionista solo unas escalas mayor también lo podría haber hecho con una piedra, ya que tanto las piedras como los humanos estamos sujetos a la misma ley de la gravedad.

Parece que resulta difícil entender que estando sujetos a la física y la biología, eso no explica todo nuestro comportamiento. Parece que se atraganta un poco incoporar la cultura y la sociedad como claves para entender a los seres humanos. Claro que ahí es mucho más difícil establecer categorías tan universales y constantes como en la ciencia dura y eso parece demasiado desconcertante para un reduccionista.

Eugenesio dijo...

Interesante. Otro punto a favor de la eugenesia, una sociedad en orden será aquella en la cual los individuos están neurológicamente igualados, debemos idear un patrón, un tipo neurológico ideal, que no tiene por qué ser el más corriente, y favorecerlo hasta que se generalice a toda la población.

Daniel dijo...

Si hacer matemática no es cerebral qué es, espiritual, inmaterial? No entiendo por qué sostienen el dualismo. Salvo que postule que se piensa con todo el cuerpo, algo como embodied cognition, cosa bastante interesante.

Daniel dijo...

Te puede interesar este programa de Alan Alda entevistando a figuras como Sapolsky (que dice que no elegimos nada más que la camisa que no sponemos)
http://brainsontrial.com/watch-videos/video/episode-1-determining-guilt/

Pitiklinov dijo...

Muchas gracias, Daniel. Sapolsky me encanta :)
Un saludo